Mexicana de Aviación y el crimen “perfecto”
Víctor Sánchez Baños | Miércoles 20 de abril, 2016
Si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre,
acabarás formando parte de ella.
Joan Baez (1941-?) Cantante estadounidense.
Creada en 1921, Mexicana de Aviación se convirtió en la
cuarta empresa aérea del mundo, después de Avianca, KLM y Qantas. Su prestigio
era internacional.
El 28 de agosto del 2010, quien fuera su presidente de
consejo de administración, Gastón Azcárraga, tomó la decisión de acabar con la
empresa de un plumazo. Se fue a concurso mercantil y la hundió, en un desastre
que quedó impune.
El 4 de abril del 2014, una magistrada autorizó la quiebra
de la aerolínea y apenas la semana pasada, dos años exactamente después de la
determinación judicial, un juez aprobó la venta de los activos. Por cierto,
como complemento de la opacidad del procedimiento, no se conoce la lista de
esos activos y el monto correspondiente. Mucho menos se sabe del mecanismo de
la subasta.
Por si fuera poco, los autores de ese desastre de la
aviación mexicana, siguen impunes. El patrimonio de esa empresa, que estuvo en
el juego perverso de la política y las finanzas, se esfumó y el descalabro
financiero a instituciones públicas como Bancomext, y privadas no está
“cubierto”. Y, el de los trabajadores así como Hacienda, el Infonavit y el
IMSS, tampoco está garantizado al 100%.
Lo peor de todo, es que esa compañía podría haber sido
salvada y no con recursos fiscales, sino con operaciones financieras
inteligentes impulsadas por la administración federal, al mando de Felipe
Calderón, y lo accionistas en aquel entonces.
Casi mil millones de pesos, recibió de Bancomext el CEO de
Mexicana, Gastón Azcárraga, como un crédito para apoyar a la compañía. Pero
esos recursos, presumiblemente, fueron destinados para la cadena hotelera
Posadas, según quedó plasmado en los expedientes del concurso. Ese dinero no
fue devuelto y ahora lo quiere cobrar de la venta de los activos.
Esta quiebra afectó a sus filiales Click y Flick, Frecuenta
y MRO Services. Esta última fue vendida o rentada, aún no queda claro, pero sus
utilidades no fueron difundidas públicamente; ni el desmantelamiento de sus
aviones.
Persiguieron, según dijeron, “oficialmente” con la Interpol
a Azcárraga, al final de cuentas no lo encontraron a pesar de hallarse en
Estados Unidos, concretamente en Nueva York, sin ocultarse de nadie. Vive en un
lujoso departamento en el número 40 de la calle Central Park South. Se mueve
con libertad, además de Nueva York, en Texas, California y otros Estados de la
Unión Americana donde tiene propiedades. Por cierto, ninguna de ellas fue
tocada.
Aunque esto se convierte en anecdótico, lo único definitivo
es la muerte de Mexicana de Aviación, un ícono de la industria y la fuente de
trabajo, aniquilada, de miles de trabajadores. Ah, ¿y los culpables? Todos
libres.