15 febrero 2017

El SAT le agua la fiesta a Posadas

El SAT le agua la fiesta a Posadas
14/02/2017
El Universal
Mario Maldonado

Grupo Posadas podría verse obligado a ajustar sus planes de expansión y deteriorar su perfil financiero por la presunta omisión del pago de impuestos que le notificó el Servicio de Administración Tributaria (SAT), la cual se habría llevado a cabo durante el tiempo que fue dirigida y presidida por Gastón Azcárraga, el empresario acusado de defraudar y quebrar a Mexicana de Aviación, quien se refugia en Nueva York.

Apenas el 24 de enero, la firma que dirige desde 2012 José Carlos Azcárraga informó que estimaba un incremento de 15% en el flujo de turistas hacia México durante el primer trimestre de 2017, debido al fortalecimiento del dólar frente al peso y al sólido posicionamiento que sigue teniendo el país para atraer viajeros internacionales, principalmente a destinos de playa.

Los analistas proyectan que reportará crecimientos en ventas y flujo operativo de doble dígito alto en su ejercicio del 2016, y las calificadoras de riesgo la tienen en perspectiva positiva.

Sin embargo, la operadora de marcas como Fiesta Inn, Fiesta Americana y One podría ver su suerte cambiar si el SAT, que encabeza Osvaldo Santín, ejecuta exitosamente el cobro de un crédito fiscal por poco más de mil millones de pesos que arrastra desde el 2007 y que le notificó hace unos días.

Se trata de una omisión en el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR), así como la actualización, recargos y multas, como resultado de la eliminación del régimen de consolidación fiscal que entró en vigor en el 2014 y que incluyó auditorías de los ejercicios previos.

En el 2015, el SAT concluyó las auditorías fiscales a Posadas para los ejercicios 2007, 2008 y 2009. El organismo encontró omisiones en el pago del ISR derivadas de la compra y posterior amortización de marcas y otras patentes que fueron adquiridas en el ejercicio fiscal de 2006 mediante una de sus subsidiarias (Posadas Venture) con sede en los Países Bajos, considerado un paraíso fiscal.

Gastón Azcárraga, quien fue presidente de Grupo Posadas durante más de 20 años y en el 2014 se le giró una orden de aprehensión en México por un fraude en Mexicana de Aviación, salió a relucir el año pasado en la investigación denominada Bahamas Leaks, que reveló la creación de fideicomisos y empresas de capital mexicano en las Bahamas.

Desde que dejó Posadas, a finales del 2011, se exilió en Estados Unidos. Se fue a refugiar a un lujoso departamento de Central Park South, donde llegó a tener de vecina a la cantante Lady Gaga. También se sabe que se quedó con propiedades en Vail, Colorado, y la Isla Coronado, en California.

Desde que tomó la dirección y la presidencia del Consejo, en noviembre del 2011 y mayo del 2012, respectivamente, su hermano José Carlos Azcárraga logró sacar a la compañía a flote y retomar su crecimiento, con buenas perspectivas hacia el futuro.

Incluso, desde el 2015 la compañía ha buscado por todos los medios revertir el pago de los impuestos diferidos en los ejercicios anteriores, pero no ha podido. Por ejemplo, solicitó la intervención de la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) para alcanzar un acuerdo antes de que se le notificaran los créditos fiscales, como finalmente sucedió hace unos días.

Los poco más de mil millones de pesos que tendría que pagar representan cerca de 15% de sus ingresos y 73% de su flujo operativo del 2015.

Y pese a que al cierre de septiembre de 2016 reportó un efectivo en caja de 2 mil 445 millones de pesos, la compañía tiene una deuda neta de 5 mil 636 millones de pesos, la mayoría denominada en dólares. Así, por una lado se beneficia del dólar caro, que permite un mayor afluencia de turistas extranjeros, principalmente de Estados Unidos, pero por otro lado le encarece el costo de su deuda y las inversiones.

Posadas dijo que considera que tiene elementos “suficientes para acreditar el debido cumplimiento de la normativa aplicable, por lo que interpondrá los medios de defensa procedentes”.

No obstante, fiscalistas y ex funcionarios del SAT consultados consideraron que será difícil que pueda revertir el pago del crédito.