Un día sin Aeroméxico
Esta es la primera pelea laboral que le toca capotear al empresario Eduardo Tricio.
ENVÍA
Mientras
sigue el “tire y afloje” entre Aeroméxico y la Asociación Sindical de
Sobrecargos de Aviación (ASSA), vale la pena echarle un ojo a los costos
y los cambios que se producen en un día sin los aviones de la aerolínea
en el aire.
Si la negociación no llega a un acuerdo que acepten ambas partes y
efectivamente en el primer minuto del 1 de junio comienza la huelga del
sindicato, estas serían las consecuencias (cada 24 horas):
1) 55 aviones en tierra.
2) 100 a 150 millones de pesos diarios de pérdidas (por ventas).
3) 14 millones de pesos diarios de pérdidas (por utilidades).
4) 30 mil pasajeros que deberán reconfigurar sus viajes.
5) 35 destinos internacionales sin conectividad (entre Estados Unidos, Asia, Europa y América Latina).
6) Mil 374 sobrecargos en huelga.
En las oficinas de Aeroméxico hace una semana que nadie descansa: el
personal interno de relaciones públicas, legales y comercial se han
dividido en dos equipos. Unos se dedican de lleno a todo lo referente a
la negociación con el sindicato y el otro lidera el “Plan de
Contingencia” para proteger las operaciones y a los pasajeros de la
aerolínea.
Un dato que no es menor es que Aeroméxico tiene 18% del mercado de los vuelos locales y 12% de los vuelos internacionales.
“A nivel local cubriremos las rutas con los aviones de Aeroméxico
Connect, que es una subsidiaria que no está en este conflicto sindical”,
afirma una fuente interna de la compañía aérea. Y, sin duda, también
tendrán que apelar a las demás líneas de cabotaje. Otro grupo de
empleados se ha pasado los últimos días negociando con las aerolíneas
internacionales para reubicar los pasajeros en caso de huelga. “Estamos
negociando uno a uno tanto con las empresas dentro de la alianza Skyteam
como con las que tenemos códigos compartidos como Delta (que es socia
de Aeroméxico), Avianca, Air France o Lan Chile”, me explicaba este
ejecutivo.
Esta es la primera pelea laboral que le toca capotear al empresario
Eduardo Tricio, que desde hace unos meses aumentó la participación hasta
quedarse como el principal accionista de Aeroméxico. Los que lo conocen
saben que desde hace meses está personalmente arriba del tema de la
renegociación del contrato y la revisión salarial.
Tenía marcado en su agenda el 31 de mayo y no quiere que esta fecha
(ni la negociación) genere malos precedentes en una empresa en la que
quiere a mediano plazo aumentar su participación accionaria. Sin duda,
ASSA es su parteaguas.
Twitter: @ba_anderson