03 junio 2013

DEL CORREO DEL BLOG

PODER Y DINERO: Un crimen llamado Mexicana de Aviación

carlos-fuentesNo existe la libertad, sino la búsqueda de la libertad, y esa búsqueda es la que nos hace libres. Carlos Fuentes (1929-2012) Periodista y escritor mexicano.
Recientemente, Javier Lozano, senador por Puebla, exsecretario de Comunicaciones y Trabajo, en la administración de Felipe Calderón, me envió un twitt (mensaje a través de Twitter de 140 caracteres) en el que me comentó, en coincidencia de lo que hemos comentado en este espacio, que en la quiebra de Mexicana de Aviación, había un interés de sepultarla.
Hemos visto a lo largo de nuestro oficio de periodistas, muchas empresas que han quebrado. Las privadas, generalmente, se aprecia a empresarios que colocaron sus vidas y talento, en una compañía que no pudo sobrevivir. El dolor de estos empresarios es realmente relevante.
Pero cuando quiebra una empresa gubernamental, simplemente no hay nada. Sólo lloran los trabajadores. Así pasó con muchas que se acabaron por decisión de un burócrata, pero que eran un lastre para las finanzas del país. Justificado.
Pero, uno de los casos más extraños fue la suspensión de actividades y el posterior inicio de un juicio concursal para declarar la quiebra.
Empresarios, políticos, ejecutivos del sector, jueces y otros burócratas se involucraron en un procedimiento que rompió todos los protocolos para estos casos. La SCT no requisó la compañía, a pesar que se trató de una compañía con concesión federal, después dejó pasar el tiempo para tomar las garantías de Mexicana y a favor de Nafin y Bancomext. Por si fuera poco, se hizo un tortuguismo espectacular para evitar que se ahondara en una larga cadena de fraudes y cochinadas cometidas con esa empresa, que no debió haberse aniquilado.
Hoy, Mexicana, pese a todo, no podrá sobrevivir. El nombramiento de un interventor en los caso de Concursos Mercantiles es una práctica común a la que los acreedores en este tipo de litigios acuden para salvaguardar sus intereses.
El interventor tiene la potestad para pedir información relevante a los intereses de sus clientes y de acompañar por cuenta de ellos el proceso del concurso. Sin embargo, cuando el proceso está tan avanzado, al grado d que ya existe un acuerdo concursal donde la mayoría de los acreedores aceptan las condiciones de la reestructura, la función de los interventores deja de tener relevancia.
Pero, resulta extraño que a pesar de que no existe ya ninguna justificación para solicitar un interventor, máxime cuando la información relativa a la empresa es entregada puntualmente cada mes a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que es la cabeza de sector de ASA y del AICM, además de a la Jueza del caso. Y, esta lo solicite. ¿Acaso es para darle trabajo a algún burócrata en estos momentos?
Siendo así, la pregunta es si ASA y el AICM no se hablan con la DGAC o con sus jefes en SCT. ¿O se tratará de un nuevo método de presión? ¿Qué hay de fondo?