03 junio 2013

DEL CORREO DEL BLOG

Maricarmen Cortés
 
La negociación entre Ricardo del Valle, dirigente del Sindicato de Sobrecargos, ASSA, y Andrés Conesa, director de Aeroméxico, tuvo un cierre cardiaco. Fue al filo de la media noche cuando Del Valle aceptó prorrogar el emplazamiento de huelga a las tres de la mañana y llegar a un acuerdo que evitó al gobierno de Enrique Peña Nieto tomar la decisión de requisar la principal aerolínea del país.
La huelga en Aeroméxico, con 600 vuelos diarios hubiera generado problemas aún mayores de los que se vivieron con el cierre de operaciones de Mexicana de Aviación en agosto de 2010 porque entonces Aeroméxico logró cubrir gran parte de las rutas de Mexicana y desde luego salió beneficiada al igual que Interjet, Volaris y VivaAerobus, que incrementaron su factor de ocupación y a lo largo de estos ya casi tres años aumentaron también sus rutas y flotas. Hace tres años había una feroz competencia entre Mexicana y Aeroméxico y ya se daba por un hecho que una de las dos tendría que desaparecer ante la caída del PIB de 6.2% en 2009 tras la crisis de los mercados financieros y la influenza A-H1N1.
Si bien Aeroméxico tenía un plan B para tratar de cubrir algunos vuelos con su flota Connect, cuyos sobrecargos no están en ASSA y tienen otras condiciones laborales, y algunos pasajeros internacionales hubieran sido canalizados a las aerolíneas con las que Aeroméxico tiene códigos compartidos, hubiera habido una severa afectación a más de 30 mil pasajeros diarios.
 
Finalmente Aeroméxico tuvo que ceder, presionado por ASSA y por el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, y aceptó un incremento salarial directo de 4.7% más 1.5% en prestaciones a cambio de que Del Valle aceptara finalmente modificar las condiciones de los nuevos sobrecargos que serán contratados con la renovación de la flota de Aeroméxico.
Conflicto de naturaleza económica, en stand by
En lo que no cedió Aeroméxico fue en retirar su demanda de conflicto colectivo de naturaleza económica que sí se suspendió, por lo que no habrá ya la audiencia programada para el próximo 7 de junio.
Será a partir de hoy en la STPS cuando se inicie la negociación del contrato B que regirá para los nuevos sobrecargos que tendrán condiciones similares a las de Connect y las del resto de las aerolíneas del país que no trabajan con ASSA, y que Aeroméxico planteó en el CCNE.