Mexicana, vuelo incierto
22 Febrero, 2012 - 03:42
CREDITO:
Marco A. Mares
Hoy vence el plazo para que Christian Cadenas informe sobre la existencia de los recursos de Med Atlántica y el grupo de inversionistas nacionales que lo acompañan para la reestructura de Mexicana de Aviación.
Si no lo comprueban, el juez Felipe Consuelo solicitará a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y a la fiduciaria que en 24 horas informen oficialmente sobre el estatus de los recursos para capitalizar la aerolínea.
También hoy vence el plazo ampliado que le dio Tenedora K, que representa Jorge Gastelum -y detenta 95% de las acciones de Nuevo Grupo Aeronáutico- a Cadenas para que compruebe que tiene los recursos para la reestructura de Mexicana de Aviación.
El ultimátum que originalmente vencía el pasado lunes, se extendió hasta hoy por la noche.
El plazo lo fijó otra de las partes interesadas en el destino de Mexicana de Aviación.
La disposición del dinero para superar el concurso mercantil de la aerolínea es lo más importante, más allá de rutas, slots y demandas contra funcionarios.
Hasta anoche el vuelo de Mexicana de Aviación, el reinicio de operaciones de la aerolínea continuaba en la bitácora como un vuelo incierto.
El gobierno federal tomó al toro por los cuernos y acordó con el juez, el administrador y los dirigentes sindicales una serie de puntos para poner en claro la situación de Mexicana de Aviación.
La de Mexicana de Aviación se convirtió en una auténtica película de suspenso con todos los ingredientes que exigen esas tramas: postores multimillonarios misteriosos, miles de trabajadores afectados, autoridades confrontadas y desde la oscuridad presuntos poderosos intereses económicos relacionados con el mercado de la aviación.
Qué bueno que el gobierno federal optó por actuar y no sólo reaccionar.
Juez y conciliador, fe absoluta
El juez rector del concurso mercantil, Felipe Consuelo y el administrador conciliador, Gerardo Badín, parecen dispuestos a morir en la raya porque consideran que Mexicana de Aviación sí tiene viabilidad.
El Juez decidió suspender indefinidamente el proceso de conciliación, que por ley se acota a 365 días, porque cree que sí hay posibilidad de que se concrete la reestructura.
De hecho, el juez Consuelo dejó abiertamente la imparcialidad que debiera tener un administrador de justicia y se ha declarado públicamente en favor de los trabajadores.
Con la extensión ad infinítum del plazo de conciliación, el inversionista español Christian Cadenas recibió de facto la aprobación del Juez que hizo público el conocimiento de un cheque por 415 millones de dólares, presuntamente para la reestructura de Mexicana, pero que hasta ayer no había podido ser considerado como un depósito en firme.
Badín ha hecho su trabajo, ha puesto en punto de venta a la empresa y confía en que tiene la viabilidad para que cualquier inversionista la eche a volar.
¿Recta final?
En lo que parece una larguísima recta final, los postores que hasta ahora no han podido comprobar que cuentan con los recursos con los que pujan, estarían por protagonizar un reñido cierre.
Y es que mientras Cadenas jura y perjura que ahora sí en unas horas más quedará demostrada la solvencia económica del grupo de inversionistas secretos que encabeza Med Atlántica; por otra parte, Eduardo Ávila, de Union Swiss, asegura que podría adelantársele a su contendiente y ganarle la carrera porque hoy miércoles comprobará que cuenta con el dinero necesario.
Cadenas y Ávila han salido a los medios de comunicación a asegurar que es cuestión de tiempo, que no se trata de una operación sencilla y que el monto que implica es multimillonario.
Cadenas ha insistido en que primero se le entregue el certificado de operación aérea para garantizar que sus 415 millones de dólares están seguros.
Desde el ámbito de las autoridades, se escucha exactamente lo contrario. Que independientemente del monto que se trate, cualquier banco es capaz de comprobar si existen o no los recursos presuntamente depositados en cuestión si no de minutos, sí de horas. Como dicen en inglés, money talks. Veremos si finalmente habla el dinero.
22 Febrero, 2012 - 03:42
CREDITO:
Marco A. Mares
Hoy vence el plazo para que Christian Cadenas informe sobre la existencia de los recursos de Med Atlántica y el grupo de inversionistas nacionales que lo acompañan para la reestructura de Mexicana de Aviación.
Si no lo comprueban, el juez Felipe Consuelo solicitará a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y a la fiduciaria que en 24 horas informen oficialmente sobre el estatus de los recursos para capitalizar la aerolínea.
También hoy vence el plazo ampliado que le dio Tenedora K, que representa Jorge Gastelum -y detenta 95% de las acciones de Nuevo Grupo Aeronáutico- a Cadenas para que compruebe que tiene los recursos para la reestructura de Mexicana de Aviación.
El ultimátum que originalmente vencía el pasado lunes, se extendió hasta hoy por la noche.
El plazo lo fijó otra de las partes interesadas en el destino de Mexicana de Aviación.
La disposición del dinero para superar el concurso mercantil de la aerolínea es lo más importante, más allá de rutas, slots y demandas contra funcionarios.
Hasta anoche el vuelo de Mexicana de Aviación, el reinicio de operaciones de la aerolínea continuaba en la bitácora como un vuelo incierto.
El gobierno federal tomó al toro por los cuernos y acordó con el juez, el administrador y los dirigentes sindicales una serie de puntos para poner en claro la situación de Mexicana de Aviación.
La de Mexicana de Aviación se convirtió en una auténtica película de suspenso con todos los ingredientes que exigen esas tramas: postores multimillonarios misteriosos, miles de trabajadores afectados, autoridades confrontadas y desde la oscuridad presuntos poderosos intereses económicos relacionados con el mercado de la aviación.
Qué bueno que el gobierno federal optó por actuar y no sólo reaccionar.
Juez y conciliador, fe absoluta
El juez rector del concurso mercantil, Felipe Consuelo y el administrador conciliador, Gerardo Badín, parecen dispuestos a morir en la raya porque consideran que Mexicana de Aviación sí tiene viabilidad.
El Juez decidió suspender indefinidamente el proceso de conciliación, que por ley se acota a 365 días, porque cree que sí hay posibilidad de que se concrete la reestructura.
De hecho, el juez Consuelo dejó abiertamente la imparcialidad que debiera tener un administrador de justicia y se ha declarado públicamente en favor de los trabajadores.
Con la extensión ad infinítum del plazo de conciliación, el inversionista español Christian Cadenas recibió de facto la aprobación del Juez que hizo público el conocimiento de un cheque por 415 millones de dólares, presuntamente para la reestructura de Mexicana, pero que hasta ayer no había podido ser considerado como un depósito en firme.
Badín ha hecho su trabajo, ha puesto en punto de venta a la empresa y confía en que tiene la viabilidad para que cualquier inversionista la eche a volar.
¿Recta final?
En lo que parece una larguísima recta final, los postores que hasta ahora no han podido comprobar que cuentan con los recursos con los que pujan, estarían por protagonizar un reñido cierre.
Y es que mientras Cadenas jura y perjura que ahora sí en unas horas más quedará demostrada la solvencia económica del grupo de inversionistas secretos que encabeza Med Atlántica; por otra parte, Eduardo Ávila, de Union Swiss, asegura que podría adelantársele a su contendiente y ganarle la carrera porque hoy miércoles comprobará que cuenta con el dinero necesario.
Cadenas y Ávila han salido a los medios de comunicación a asegurar que es cuestión de tiempo, que no se trata de una operación sencilla y que el monto que implica es multimillonario.
Cadenas ha insistido en que primero se le entregue el certificado de operación aérea para garantizar que sus 415 millones de dólares están seguros.
Desde el ámbito de las autoridades, se escucha exactamente lo contrario. Que independientemente del monto que se trate, cualquier banco es capaz de comprobar si existen o no los recursos presuntamente depositados en cuestión si no de minutos, sí de horas. Como dicen en inglés, money talks. Veremos si finalmente habla el dinero.