Sismos y sobresaltos
Rafael Cardona | Opinión 2012-04-03 | Hora de creación: 23:31:20| Ultima modificación: 00:13:38
La tierra se sacude y el danzón geológico alarma a los ciudadanos casi tanto como la frecuencia de los errores hace trepidar al equipo de Josefina Vázquez Mota, a quien las oscilaciones de temperamento ya se le convierten en frecuentes arranques de irascibilidad ante los sabotajes y problemas internos.
Casi simultáneamente comenzaron las campañas políticas y esta nueva “temporada sísmica” cuya frecuencia asuela a los habitantes de México, de Guerrero a Oaxaca; Puebla. Morelos, Hidalgo o el Distrito Federal. La tierra se sacude y el danzón geológico alarma a los ciudadanos casi tanto como la frecuencia de los errores hace trepidar al equipo de Josefina Vázquez Mota, a quien las oscilaciones de temperamento ya se le convierten en frecuentes arranques de irascibilidad ante los sabotajes y problemas internos.
Como todos sabemos la semana pasada, el sábado para mayor precisión, un acto de campaña fue atropellado por un grupo de trabajadores de Mexicana de Aviación ofendidos y molestos por la negativa de la candidata a reunirse con ellos para saber cuál será –si llega— su actitud presidencial en torno del desastre y el enorme fraude aeronáutico cometido ante los impávidos ojos del gobierno al cual aspira suceder.
Pero esa demanda no fue vista, al menos no en el equipo “chepinista” como algo natural y espontáneo. De inmediato se adujo una explicación casi heroica: es un sabotaje de los enemigos ya no se sabe si internos o externos o ambos en contubernio.
Esa explicación insuficiente, innecesaria y hasta ahora improbable, no satisface a nadie. Si todos los errores se explican como una deliberada acción enemiga, entonces no se hace sino dejar en evidencia la fragilidad de una candidatura. Si los corderistas resentidos, como han dicho, fueron los responsables del desastre de la Ciudad de los Deportes y el abandonado Estadio Azul, si las bandas “tuiteras” la muerden y mastican con frenesí; si todo conspira en su contra, tanta insistencia no le ayuda en lo mínimo. Peor aún, la daña gravemente pues coloca los tabiques en el muro de las explicaciones sobre una futura derrota.
La prensa dio cuenta de otras declaraciones, éstas sí con apellidos y nombre:
“El dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes, Transformación, Aviación, Servicios y Similares (SNTTTASS), Miguel Ángel Yúdico, emitió un comunicado sobre el incidente ocurrido en el lugar donde estaba programado un evento de la candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota…
Según el líder de ese sindicato, habría sido objeto de malos tratos por parte de supuestos coordinadores del Partido Acción Nacional (PAN), sin señalar nombres, cuando los trabajadores acudieron al World Trade Center en calidad de organización civil.
“Trabajadores de Mexicana de Aviación, encabezados por Yúdico, irrumpieron en el salón donde estaba prevista una reunión de Vázquez Mota con agrupaciones ciudadanas, tomaron el estrado y se mantuvieron gritando consignas y reclamos, por lo que los organizadores decidieron posponer el evento”.
Como se ve, un error de tacto político (maltratar a los quejosos) se convirtió en un acto reventado. ¿Era necesario suspenderlo o se aprovechó el momento para fingir una victimización?
Rafael Cardona | Opinión 2012-04-03 | Hora de creación: 23:31:20| Ultima modificación: 00:13:38
La tierra se sacude y el danzón geológico alarma a los ciudadanos casi tanto como la frecuencia de los errores hace trepidar al equipo de Josefina Vázquez Mota, a quien las oscilaciones de temperamento ya se le convierten en frecuentes arranques de irascibilidad ante los sabotajes y problemas internos.
Casi simultáneamente comenzaron las campañas políticas y esta nueva “temporada sísmica” cuya frecuencia asuela a los habitantes de México, de Guerrero a Oaxaca; Puebla. Morelos, Hidalgo o el Distrito Federal. La tierra se sacude y el danzón geológico alarma a los ciudadanos casi tanto como la frecuencia de los errores hace trepidar al equipo de Josefina Vázquez Mota, a quien las oscilaciones de temperamento ya se le convierten en frecuentes arranques de irascibilidad ante los sabotajes y problemas internos.
Como todos sabemos la semana pasada, el sábado para mayor precisión, un acto de campaña fue atropellado por un grupo de trabajadores de Mexicana de Aviación ofendidos y molestos por la negativa de la candidata a reunirse con ellos para saber cuál será –si llega— su actitud presidencial en torno del desastre y el enorme fraude aeronáutico cometido ante los impávidos ojos del gobierno al cual aspira suceder.
Pero esa demanda no fue vista, al menos no en el equipo “chepinista” como algo natural y espontáneo. De inmediato se adujo una explicación casi heroica: es un sabotaje de los enemigos ya no se sabe si internos o externos o ambos en contubernio.
Esa explicación insuficiente, innecesaria y hasta ahora improbable, no satisface a nadie. Si todos los errores se explican como una deliberada acción enemiga, entonces no se hace sino dejar en evidencia la fragilidad de una candidatura. Si los corderistas resentidos, como han dicho, fueron los responsables del desastre de la Ciudad de los Deportes y el abandonado Estadio Azul, si las bandas “tuiteras” la muerden y mastican con frenesí; si todo conspira en su contra, tanta insistencia no le ayuda en lo mínimo. Peor aún, la daña gravemente pues coloca los tabiques en el muro de las explicaciones sobre una futura derrota.
La prensa dio cuenta de otras declaraciones, éstas sí con apellidos y nombre:
“El dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes, Transformación, Aviación, Servicios y Similares (SNTTTASS), Miguel Ángel Yúdico, emitió un comunicado sobre el incidente ocurrido en el lugar donde estaba programado un evento de la candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota…
Según el líder de ese sindicato, habría sido objeto de malos tratos por parte de supuestos coordinadores del Partido Acción Nacional (PAN), sin señalar nombres, cuando los trabajadores acudieron al World Trade Center en calidad de organización civil.
“Trabajadores de Mexicana de Aviación, encabezados por Yúdico, irrumpieron en el salón donde estaba prevista una reunión de Vázquez Mota con agrupaciones ciudadanas, tomaron el estrado y se mantuvieron gritando consignas y reclamos, por lo que los organizadores decidieron posponer el evento”.
Como se ve, un error de tacto político (maltratar a los quejosos) se convirtió en un acto reventado. ¿Era necesario suspenderlo o se aprovechó el momento para fingir una victimización?