Dos modelos de fraude
Aunque hoy los panistas insistan en la necesidad de no politizar las investigaciones, hay que reconocer que ambos casos llevan la marca del PAN.
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La sed de ganancia, el desmesurado afán de lucro es, según los economistas, el motor del desarrollo capitalista.
Al dejarse llevar los empresarios por su insaciable sed de ganancia, considerada como un defecto privado, promueven el desarrollo social, lo que viene a ser una virtud pública. Esta es a fin de cuentas la tesis de los defensores del libre mercado, que postulan la reducción del Estado a su mínima expresión, adoptada por un PAN avasallado por la clase empresarial.
Que hay que fortalecer los mecanismos de control de las relaciones entre los empresarios y el gobierno es sin duda la lección de 12 años de gobierno blanquiazul, donde la honestidad proclamada brilló por su ausencia, pues la corrupción de la edificación de la “Estela de Luz” para conmemorar el bicentenario constituye tan sólo una anécdota, ante la magnitud de los fraudes perpetrados en Mexicana de Aviación y por Oceanografía, cuyos administradores son hoy prófugos de la justicia.
Ahí se dieron dos modelos de fraude:
Desmantelamiento y venta por partes.- Así el presidente Fox no dudó en entregar la administración de la entonces primera línea aérea nacional al “exitoso” empresario hotelero Gastón Azcárraga que, al drenar todos sus activos hacia sus otras empresas, en un par de años consiguió quebrarla y reducir el valor de la compañía a escasos mil pesos, en que fue vendida a la “Tenedora K”, habiendo desfalcado hasta los fondos para liquidar a sus trabajadores. Hoy la situación de la empresa y de los trabajadores continúa en suspenso.
Contratista favorecido.- Oceanografía representa una manera menos burda, o más sofisticada, de hacer “negocios”, que consiste en adquirir el estatus de “contratista preferido”. En este caso se presume que fue el “cabildeo” de los hermanos Bribiesca, hijos de la esposa de Fox, el que contribuyó de manera definitiva para ello.
Así los contratos por obra y por servicios especializados le son otorgados mediante licitaciones amañadas o, cuando éstas se declaran desiertas, por adjudicaciones directas. La ventaja es que en su mayoría los trabajos NO se tienen que realizar; sólo se facturan y son resguardados mediante supervisiones a modo.
Cuando se realizan no tienen que cumplir con los requisitos y normas de seguridad reglamentados y sus precios resultan excesivamente inflados. Si a ello se le agrega el fraude financiero, como el infligido a Citigroup y Banamex USA, el monto del fraude llega a cifras desmesuradas. Por el momento del daño investigado es por 700 millones de dólares.
Aunque hoy los panistas insistan en la necesidad de no politizar las investigaciones, hay que reconocer que ambos casos llevan la marca del PAN y que resultará sumamente dificultoso deslindar a los funcionarios públicos de tales irregularidades, porque corrupto y corruptor son las dos caras de la moneda. El combate a la impunidad es garantía del cumplimiento de la ley.