MANO LAXA CON MEXICANA A diferencia del trato que
se le dio en su momento a Taesa, o el que sufrió Aerocalifornia, la
Secretaría de Comunicaciones y Transportes dejó correr el ruinoso estado
financiero de Mexicana de Aviación, pese a que el escenario ponía en
grave riesgo la seguridad de los usuarios.
La responsabilidad es de la Dirección General de Aeronáutica Civil,
que por ley está obligada a encender los focos rojos de una línea aérea
cuando se lesionan aspectos técnicos, de seguridad o financieros.
De acuerdo al subsecretario de Transportes, Felipe Duarte, la
dependencia conocía a plenitud la situación de la línea aérea antes de
que su principal accionista, Gastón Azcárraga Andrade, la vendiera en
un precio simbólico al Fondo Advent.
La compañía arrastraba para entonces deudas por ocho mil 500 millones de pesos.