13 abril 2012

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Nuevas turbulencias demoran el despegue de Mexicana
Notimex |  Negocios     2012-04-12  | Hora de creación: 19:58:46| Ultima modificación: 19:58:46



 Después de casi 20 meses de que Mexicana de Aviación suspendiera operaciones debido a problemas financieros, fracasaron las negociaciones entre Tenedora K, dueña del 95 por ciento de las acciones de la aerolínea y Med Atlántica, el grupo encargado de la reestructura de la empresa.

 Después de 98 años de surcar los cielos, el 6 de septiembre de 2010 la aerolínea tuvo que parar sus operaciones y someterse a concurso mercantil, debido a la falta de liquidez motivada por adeudos, carga contractual y los efectos de la influenza A H1N1 sobre el tráfico de pasajeros.

 Enmedio de este proceso, en enero de 2011 PC Capital entregó a las autoridades un listado de inversionistas que capitalizarían con 200 millones de dólares a la aerolínea, con el objetivo de iniciar operaciones comerciales en la primera quincena de febrero.

 Sin embargo, el grupo de capital privado y banca de inversión no acreditó la transferencia de recursos para el traspaso de las acciones de la línea aérea, por lo que en marzo Tenedora K reemprendió la búsqueda de un nuevo dueño dispuesto a refinanciar a la empresa aérea.

 A fin de dar margen al proceso de capitalización y reestructura de la línea aérea, el conciliador y administrador, Gerardo Badín, hizo efectivo el derecho de solicitar la ampliación de plazo para la celebración del Convenio Concursal.

 En seis meses posteriores a la salida de PC Capital nuevos grupos de inversionistas anunciaron su interés por adquirir Mexicana: Altus Prot, TG Group, Avanza Capital, Med Atlántica e Iván Barona; aunque ninguno logró concretar la adquisición de la compañía.

 En mayo de 2011 Altus Prot manifestó interés en tomar los controles de la aerolínea, mientras que TG Group anunció la ampliación del plazo para seguir en el proceso de análisis para que Mexicana de Aviación volviera a volar lo antes posible.

 No obstante, el 9 de junio la autoridad anunció la salida de TG Group del proceso de puja, dado que presentó documentación presuntamente falsa, de manera que el concurso mercantil entró a su fase final con solo dos grupos de inversionistas: el de Iván Barona y Altus Prot.

 Un mes más tarde, Grupo Avanza Capital exhibió ante el conciliador y administrador de Mexicana de Aviación una garantía bancaria por 300 millones de dólares.

 El 8 septiembre de 2011, el juez federal Felipe Consuelo Soto, encargado del concurso mercantil de la aerolínea, fijó un nuevo plazo para rescatar a la empresa, pero precisó que de no haber resolución a mediados de noviembre, sería declarada en quiebra.

 En tanto, Med Atlántica, que representa el empresario español Christian Cadenas, persistía como el grupo con mayor avance para quedarse con la empresa.

 El 9 de noviembre el juez rector del concurso mercantil evaluó una segunda prórroga para la aerolínea, a unos días de concluir el plazo que ya había estipulado tras el reinicio del cómputo del periodo de conciliación.

 Dos días después, el grupo de inversionistas encabezado por Iván Barona anunció un acuerdo con la SCT para realizar el depósito de 400 millones de dólares para el rescate de Mexicana, con vistas para empezar a volar a mediados de diciembre.

 Sin embargo, con el incumplimiento del grupo de inversionistas, Mexicana de Aviación confirmó que terminó la participación de Iván Barona, así como de su fondeador Mikhael Shamis, pues no encontraron las condiciones requeridas para presentar el dinero propuesto para reestructurar la aerolínea.

 El 12 de diciembre del año pasado Compañía Mexicana de Aviación informó que contaba con la documentación que amparaba activos tangibles e intangibles localizados en Estados Unidos y pertenecientes a la empresa, lo que dio nuevos bríos al proceso.

 El conciliador del proceso, Gerardo Badín, aseguró que las aeronaves estaban en posesión de Bancomext, entregadas en calidad de garantía por el préstamo otorgado.

 Además, aclaró que Mexicana recibe ingresos mensuales de la base de mantenimiento (MRO), recintos fiscalizados y de cuentas por cobrar, por lo que para financiar su operación sólo bastaría la aportación de 250 millones de dólares de un inversionista.

 Estimó que los recursos serían suficientes para resolver obligaciones como los pagos al IMSS, Infonavit, refacciones de aeronaves y nóminas de alrededor de 700 empleados.

 En tanto, el 17 de enero la Comisión Permanente del Congreso de la Unión propuso que el gobierno federal otorgara una carta de crédito por 300 millones de dólares para reiniciar las operaciones de Mexicana.

 El 31 de enero el juez rector del concurso mercantil confirmó que el grupo Med Atlántica contaba con los 300 millones de dólares en un fideicomiso para capitalizar a la empresa.

 Pero el 6 de febrero el director general de Nacional Financiera (Nafin) Y Bancomext, Héctor Rangel Domene, consideró “financieramente inviable” la solicitud del legislativo, ya que, dijo, se necesitan garantías reales para que la aerolínea pueda acceder al financiamiento.

 Ante ese escenario, el juez Consuelo Soto anunció una tercera prórroga para el proceso, sin fecha de término, luego de que la segunda extensión terminó el 10 de febrero.

 El 24 de febrero, Consuelo Soto anunció que Med Atlántica demostró la solvencia y condiciones para quedarse con las operaciones de la aerolínea, por lo que el siguiente paso era suscribir el convenio con lo acreedores para emitir el certificado de operador aéreo.

 Sin embargo, el 8 de marzo, Tenedora K informó que no se había realizado la transmisión del control accionario de Compañía Mexicana de Aviación y empresas relacionadas.

 “En respuesta a las versiones que han surgido en relación a que se realizó la transmisión del control accionario de Compañía Mexicana de Aviación, S.A. de C.V., y empresas relacionadas, informa que no se ha realizado dicha trasmisión”.

 Una semana después, aun cuando ya se negocia la transferencia de acciones entre Tenedora K y Med Atlántica, existía el impedimento de que se trataba de una sociedad extranjera, de la cual seguía sin conocerse el nombre de quienes la integran, señaló Jorge Gastelum, representante de Tenedora K.

 El 21 de marzo el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) afirmó que no participa en negociación alguna que tenga como propósito una posible participación en sociedad con Mexicana de Aviación, relacionada con los nueve aviones que mantiene como resultado del crédito otorgado en 2009 a la empresa.

 La institución reiteró su posición de que las aeronaves que garantizan el financiamiento pudieran venderse a arrendadoras internacionales o a la propia Mexicana de Aviación, una vez que ésta sea capitalizada por inversionistas privados.

 En medio del proceso, se anunció la designación de un interventor en este proceso, situación prevista en la ley.

 En este sentido, el juez rector del concurso mercantil consideró positiva para las negociaciones la designación del despacho White & Case como interventor en el proceso, a petición de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y Bancomext, los principales acreedores de Mexicana.

 A su vez, el representante del bufete White & Case, Vicente Corta, adelantó que se encuentran en negociaciones con dos acreedores más de Mexicana de Aviación para representarlos en el proceso de reestructura de la aerolínea.

 No obstante, después postergar dos veces el traspaso de acciones, este jueves Tenedora K, actual dueña del 95 por ciento de las acciones de Mexicana de Aviación, informó que fue imposible concluir satisfactoriamente el traspaso de acciones al grupo de inversionistas de Med Atlántica.

 “Ha sido imposible concluir satisfactoriamente este proceso no obstante el haberse satisfecho todos los requerimientos impuestos por dicho inversionista, el cual en diversas ocasiones fijó fecha de cierre de la compraventa de las acciones y en ninguna de ellas los representantes de dicha empresa se presentaron”, resaltó.

 Sin embargo, agregó que seguirá en busca de un inversionista con solvencia moral y económica que lleve a cabo la reestructura de Nuevo Grupo Aeronáutico y sus empresas subsidiarias, incluyendo a Mexicana, hasta que el juez rector lo estime pertinente.

 En tanto, Mexicana permanece en tierra.

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