Mexicana de Aviación: ineptos, corruptos o ambos
gel Balderas Puga
Ciclo perverso de privatizaciones: quiebras y rescates
En el número 450 de Tribuna (del 12 de mayo de 2008), publiqué el artículo “La desastrosa historia de las privatizaciones en México”.
En dicho artículo presenté el siguiente cuadro con respecto a los procesos de privatización en México a partir de la llegada al poder de gobiernos neoliberales:
Este esquema sigue siendo válido y resume un ciclo perverso de lo que ha pasado con los procesos de privatización en nuestro país.
En el esquema, la salida 1 es lo que ha pasado con bancos, aerolíneas y carreteras dejando una enorme deuda pública mientras privados se han llevado las ganancias.
Esta salida es la que acabamos de ver recientemente con Mexicana de Aviación.
La salida 2 corresponde al caso de Telmex, Aseguradora Hidalgo y los ferrocarriles donde un privado se lleva las ganancias que debieran corresponder al Estado. La salida 3 corresponde al caso de los bancos perdiendo el Estado control sobre sectores estratégicos y es lo que pretendió en 2008 el gobierno de Felipe Calderón con Pemex.
En 1989, luego que el gobierno había “saneado” sus finanzas con cargo a los contribuyentes, Salinas de Gortari vendió a privados Aeroméxico y Mexicana en 439 millones de dólares (La Jornada, 23/10/07).
Seis años después, otra vez con cargo a los contribuyentes, el gobierno de Zedillo “rescató” de los privados ambas aerolíneas, las que una vez “saneadas”, otra vez con cargo al erario, se vendieron nuevamente a privados en los gobiernos panistas de Fox (Mexicana al grupo posadas, de gastón azcárraga) y Calderón (Aeroméxico), obteniendo el gobierno por ambas aerolíneas, 20 años después, la ridícula cantidad de 403 millones de dólares, ocasionando una enorme pérdida al erario (al tomar en cuenta la inflación).
Este “jueguito” (ver el esquema) nos ha costado a los contribuyentes, hasta 2003, 4 mil 200 millones de dólares (La Jornada, 30/01/03), es decir, unos 57 mil millones de pesos, el equivalente al presupuesto anual de unas 55 universidades públicas como la UAQ o, si se prefiere, el presupuesto de 55 años de nuestra Universidad.
Cuando Mexicana y Aeroméxico formaban parte de Cintra estaban valuadas en 2 mil 500 millones de dólares, pero en el gobierno de Vicente Fox regalaron Mexicana en 164 millones de dólares, y Aeroméxico en 240 millones.
Esto significó una pérdida para el país de 2 mil 96 millones de dólares. Cabe señalar que Azcárraga había financiado la campaña presidencial de Fox (La Jornada, 10/08/10).
Banobras le prestó dinero para la operación a Mexicana, y luego lo pagaron con el flujo que salió de la caja de la propia empresa, de tal manera que no les costó ni un centavo.
Tan jugoso fue el negocio que Fox entregó a azcárraga que este último ocupaba en 2006 el lugar número 45 entre los 100 empresarios más ricos y poderosos del país. Un año después, gracias al regalo de Mexicana, ascendió al lugar 7 (La Jornada, 10/08/10).
La pésima administración
Es necesario recordar que azcárraga y sus hermanos habían ya quebrado Mexicana a finales del siglo pasado, luego de lo cual la empresa fue “rescatada”.
Gran parte de los beneficiarios de las privatizaciones se han revelado como ineptos o corruptos o ambas cosas.
Si no fuera así ¿cómo explicar que Mexicana se declara en quiebra, si apenas en octubre de 2007 su presidente del Consejo de Administración (Gastón Azcárraga) ofreció 200 millones de dólares para quedarse con Aeroméxico? (El Universal, 07/10/07).
azcárraga pretendía fusionar ambas aerolíneas. Si hubiera logrado su objetivo, muy probablemente estaríamos viendo la quiebra de ambas. Si tenían ese dinero ¿cómo es que ahora no tienen dinero para pagar el salario de sus trabajadores?
Hay otra cosa rara: en octubre del año pasado, Mexicana recibió un crédito por mil millones de pesos de Bancomext (El Financiero, 19/10/09).
¿En qué condiciones recibió el préstamo? ¿Cuáles fueron las condiciones de pago? ¿Cuál es la situación actual de deuda que enfrenta la compañía? ¿En qué se empleó ese dinero público?
azcárraga es uno de los “empresarios” que se autodenomina “representante” de la iniciativa privada, aunque en realidad no lo conoce la mayoría de los pequeños y medianos empresarios.
El gobierno federal les da a estos “empresarios” a manos llenas, a cambio de su silencio ante los graves problemas que aquejan al país y otras varias complicidades.
También es necesario resaltar que azcárraga es uno de los 100 empresarios más ricos y poderosos del país, o lo que es lo mismo uno de los dueños de cuando menos el 25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano.
Es presidente del grupo hotelero Posadas, uno de los grupos empresariales que, junto con otros, hasta el año pasado, arrastraban una deuda fiscal global de 143 mil millones de pesos con Hacienda (emeequis, 26/10/09).
Echar la culpa a los trabajadores
Se ha vuelto moda culpar a los trabajadores de las crisis de las empresas. Baste recordar cómo el gobierno de Felipe Calderón, sin pruebas, echó la culpa a los trabajadores del SME de la supuesta crisis de Luz y Fuerza del Centro (LFC), eludiendo la responsabilidad de directivos y funcionarios en el pésimo manejo de la compañía de la que el mismo Calderón estuvo a cargo cuando fue Secretario de Energía.
Tan no existen pruebas de que sean culpables los trabajadores del SME que la Secretaría de Energía rechazó trasparentar el contenido del “Informe de Desincorporación” de LFC así como del “Diagnóstico” de la paraestatal (El Informador, 30/05/10).
Seguramente, esta determinación se hizo con el fin de tapar las propias responsabilidades del gobierno federal.
Mexicana ha transitado por la vía de la amenaza permanente para que sean los trabajadores quienes sostengan la aerolínea a través de los salarios y no de inversión.
En contraposición, Singapore Airlines ha sido distinguida varias veces como la mejor línea aérea del mundo, paga los mejores salarios a pilotos y sobrecargos y eso no la ha llevado a la quiebra, al contrario.
gel Balderas Puga
Ciclo perverso de privatizaciones: quiebras y rescates
En el número 450 de Tribuna (del 12 de mayo de 2008), publiqué el artículo “La desastrosa historia de las privatizaciones en México”.
En dicho artículo presenté el siguiente cuadro con respecto a los procesos de privatización en México a partir de la llegada al poder de gobiernos neoliberales:
Este esquema sigue siendo válido y resume un ciclo perverso de lo que ha pasado con los procesos de privatización en nuestro país.
En el esquema, la salida 1 es lo que ha pasado con bancos, aerolíneas y carreteras dejando una enorme deuda pública mientras privados se han llevado las ganancias.
Esta salida es la que acabamos de ver recientemente con Mexicana de Aviación.
La salida 2 corresponde al caso de Telmex, Aseguradora Hidalgo y los ferrocarriles donde un privado se lleva las ganancias que debieran corresponder al Estado. La salida 3 corresponde al caso de los bancos perdiendo el Estado control sobre sectores estratégicos y es lo que pretendió en 2008 el gobierno de Felipe Calderón con Pemex.
En 1989, luego que el gobierno había “saneado” sus finanzas con cargo a los contribuyentes, Salinas de Gortari vendió a privados Aeroméxico y Mexicana en 439 millones de dólares (La Jornada, 23/10/07).
Seis años después, otra vez con cargo a los contribuyentes, el gobierno de Zedillo “rescató” de los privados ambas aerolíneas, las que una vez “saneadas”, otra vez con cargo al erario, se vendieron nuevamente a privados en los gobiernos panistas de Fox (Mexicana al grupo posadas, de gastón azcárraga) y Calderón (Aeroméxico), obteniendo el gobierno por ambas aerolíneas, 20 años después, la ridícula cantidad de 403 millones de dólares, ocasionando una enorme pérdida al erario (al tomar en cuenta la inflación).
Este “jueguito” (ver el esquema) nos ha costado a los contribuyentes, hasta 2003, 4 mil 200 millones de dólares (La Jornada, 30/01/03), es decir, unos 57 mil millones de pesos, el equivalente al presupuesto anual de unas 55 universidades públicas como la UAQ o, si se prefiere, el presupuesto de 55 años de nuestra Universidad.
Cuando Mexicana y Aeroméxico formaban parte de Cintra estaban valuadas en 2 mil 500 millones de dólares, pero en el gobierno de Vicente Fox regalaron Mexicana en 164 millones de dólares, y Aeroméxico en 240 millones.
Esto significó una pérdida para el país de 2 mil 96 millones de dólares. Cabe señalar que Azcárraga había financiado la campaña presidencial de Fox (La Jornada, 10/08/10).
Banobras le prestó dinero para la operación a Mexicana, y luego lo pagaron con el flujo que salió de la caja de la propia empresa, de tal manera que no les costó ni un centavo.
Tan jugoso fue el negocio que Fox entregó a azcárraga que este último ocupaba en 2006 el lugar número 45 entre los 100 empresarios más ricos y poderosos del país. Un año después, gracias al regalo de Mexicana, ascendió al lugar 7 (La Jornada, 10/08/10).
La pésima administración
Es necesario recordar que azcárraga y sus hermanos habían ya quebrado Mexicana a finales del siglo pasado, luego de lo cual la empresa fue “rescatada”.
Gran parte de los beneficiarios de las privatizaciones se han revelado como ineptos o corruptos o ambas cosas.
Si no fuera así ¿cómo explicar que Mexicana se declara en quiebra, si apenas en octubre de 2007 su presidente del Consejo de Administración (Gastón Azcárraga) ofreció 200 millones de dólares para quedarse con Aeroméxico? (El Universal, 07/10/07).
azcárraga pretendía fusionar ambas aerolíneas. Si hubiera logrado su objetivo, muy probablemente estaríamos viendo la quiebra de ambas. Si tenían ese dinero ¿cómo es que ahora no tienen dinero para pagar el salario de sus trabajadores?
Hay otra cosa rara: en octubre del año pasado, Mexicana recibió un crédito por mil millones de pesos de Bancomext (El Financiero, 19/10/09).
¿En qué condiciones recibió el préstamo? ¿Cuáles fueron las condiciones de pago? ¿Cuál es la situación actual de deuda que enfrenta la compañía? ¿En qué se empleó ese dinero público?
azcárraga es uno de los “empresarios” que se autodenomina “representante” de la iniciativa privada, aunque en realidad no lo conoce la mayoría de los pequeños y medianos empresarios.
El gobierno federal les da a estos “empresarios” a manos llenas, a cambio de su silencio ante los graves problemas que aquejan al país y otras varias complicidades.
También es necesario resaltar que azcárraga es uno de los 100 empresarios más ricos y poderosos del país, o lo que es lo mismo uno de los dueños de cuando menos el 25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano.
Es presidente del grupo hotelero Posadas, uno de los grupos empresariales que, junto con otros, hasta el año pasado, arrastraban una deuda fiscal global de 143 mil millones de pesos con Hacienda (emeequis, 26/10/09).
Echar la culpa a los trabajadores
Se ha vuelto moda culpar a los trabajadores de las crisis de las empresas. Baste recordar cómo el gobierno de Felipe Calderón, sin pruebas, echó la culpa a los trabajadores del SME de la supuesta crisis de Luz y Fuerza del Centro (LFC), eludiendo la responsabilidad de directivos y funcionarios en el pésimo manejo de la compañía de la que el mismo Calderón estuvo a cargo cuando fue Secretario de Energía.
Tan no existen pruebas de que sean culpables los trabajadores del SME que la Secretaría de Energía rechazó trasparentar el contenido del “Informe de Desincorporación” de LFC así como del “Diagnóstico” de la paraestatal (El Informador, 30/05/10).
Seguramente, esta determinación se hizo con el fin de tapar las propias responsabilidades del gobierno federal.
Mexicana ha transitado por la vía de la amenaza permanente para que sean los trabajadores quienes sostengan la aerolínea a través de los salarios y no de inversión.
En contraposición, Singapore Airlines ha sido distinguida varias veces como la mejor línea aérea del mundo, paga los mejores salarios a pilotos y sobrecargos y eso no la ha llevado a la quiebra, al contrario.