Delta paga el pato
El Mar, 17 de Mayo de 2016, por Darío Celis
Le cuento que la reclamación que hizo Aeropuertos y Terrenos S.A. (ATSA) contra Aeroméxico por no haber rendido cuentas desde 2010, año en que tomó el control del Centro de Capacitación Alas de América (Cecam), ha sido llevada a Estados Unidos.
Y es que debido a los precedentes que existen en nuestro país, en el que no se castiga, salvo contadas excepciones, la corrupción y prácticas fraudulentas, la denuncia de ATSA se tuvo que escalar a Delta, que es socio de Aeroméxico desde 2013.
La idea es apelar a la ley Sarbanes-Oxley de Estados Unidos que sí castiga económicamente, e incluso por la vía penal, a los consejeros y altos funcionarios de aquellas emisoras que con sus actuaciones u omisiones omitan revelar información relevante.
En el caso de la aerolínea de Eduardo Tricio y Valentín Díez Morodo, y que presideJavier Arrigunaga y dirige Andrés Conesa, se trata de información que daña la reputación y la cotización de empresas públicas, algo que por lo visto ha pasado de largo en México.
Lo anterior bajo el argumento de que fue la Subsecretaría de Comunicaciones de la SCT, entonces al mando de Juan Molinar, la que permitió que Aeroméxico se quedara sin pago alguno con Aeromexpress, Servicios de Apoyo en Tierra SEAT y Cecam, a finales de 2010.
Le había contado que por esa época Aeroméxico, presidida entonces por quien hoy es candidato independiente al gobierno de Chihuahua, José Luis Barraza, adquirió de Mexicana Aeromexpress, SEAT y el Cecam sin mediar pago por el 50% de esas acciones.
Para el año 2013 Delta Airlines, que comanda Richard H. Anderson, compró 16% de Aeroméxico. Como parte del gobierno corporativo la estadunidense designó aEdward H. Bastian como consejero propietario y como su suplente a William Carroll.
Pues es precisamente bajo el paraguas de la Ley Sarbanes-Oxley que ahora ATSA reclama a los esos consejeros de Delta que no hayan informado al público y sean copartícipes de una compra simulada y que hayan dispuesto y ocultado a ATSA los bienes y activos del Cecam.
Vamos a ver si el área de compliance de Delta deja correr los procedimientos sin responder, como lo ha hecho Aeroméxico. Y es que aun cuando aquí se copiaron principios de la Sarbanes-Oxley, nuestra legislación en la materia es letra muerta.