08 septiembre 2014

DEL CORREO DEL BLOG

Construir AICM en Texcoco impactará el entorno

pol centrales
El senador del Partido de la Revolución Democrática, Alejandro Encinas, se manifestó en contra del proyecto de construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México(AICM) anunciado por el Ejecutivo Federal. Catalogó de suicidio ecológico y una amenaza al desarrollo urbano la realización de esta obra, la cual representa una cuantiosa inversión.
El ex secretario de Medio Ambiente del Distrito Federal, durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador, recordó las consecuencias que implica la construcción de grandes edificaciones en zonas lacustres, sin los estudios ambientales adecuados.
El fracaso de la Terminal 2
Puso como ejemplo el caso de la Terminal 2 del AICM, que se empezó a construir en 2005, en las instalaciones del actual aeropuerto, luego de que un movimiento social tumbara el plan de la administración foxista de construir el nuevo aeropuerto en la zona de Texcoco, Estado de México. El costo final de dicha construcción se elevó a 8 mil 586 millones de pesos, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
El senador por el Estado de México subrayó que los gobiernos deben definir hacia dónde debe crecer la ciudad, cuáles son las zonas de amortiguamiento y, en lo fundamental, cuál es el aforo que impactará a la zona centro del país con la instalación de una infraestructura de esta naturaleza.
Señaló, también, que la Terminal 2 del AICM fue proyectada para resistir hundimientos de hasta 3 centímetros anuales; sin embargo, se hunde hasta 30 centímetros cada año; la inversión para evitar que de dicha obra experimente ese fenómeno, costaría cerca de mil millones de pesos.
Aumentan inversión
inicial tras anuncio
Respecto al presupuesto para la construcción del nuevo aeropuerto, Encinas Rodríguez informó que el Gobierno Federal había señalado que la inversión inicial sería de 120,000 millones de pesos. Sin embargo, aclaró que en el sitio oficial del proyecto se publica que la inversión total ascenderá a 169,000 millones de pesos. El plan proyecta que 58% de esos recursos sea de origen público y 42% de procedencia privada. El dinero público se compondrá de ingresos fiscales multianuales, inversión y excedentes. El privado principalmente provendrá de créditos bancarios y de la emisión de bonos gubernamentales. Incluso externó que el gobierno federal tendrá que esperar más de 20 años para recuperar la inversión pública que destinará al nuevo aeropuerto.
Atenco revive sus
marchas y machetes
El senador Encinas hizo énfasis en que el diseño del nuevo aeropuerto abarca las tierras donde se pensaba realizar el proyecto 2001-2002 en el estado de México, es decir, en San Salvador Atenco.
Recientemente, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco anunció un plan de acción con marchas, protestas y bloqueos, además de ir por la vía legal para defender sus tierras contra la construcción del nuevo aeropuerto en la zona de Texcoco, anunciado por Enrique Peña Nieto. “Recuerden lo que les querían pagar por metro cuadrado, una verdadera burla: entre 80 centavos y 1.50. El resultado ya lo conocemos, una violencia inaudita por parte de los cuerpos policiacos contra los manifestantes que defendían sus tierras” expresó el Senador.
Lago de Texcoco,
zona inundable
Al referirse a los temas ambientales, el legislador subrayó que la problemática es más grave aún, ya que un estudio realizado hace unos años, y que fue presentado por el ex secretario de Obras y Servicios del GDF, César Buenrostro, señala que la zona del Lago de Texcoco es una zona inundable, por lo que no es idóneo construir un aeropuerto ahí, argumento que sirvió al intento de Vicente Fox de utilizar esa zona.
De igual manera, un estudio elaborado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en septiembre de 1995, menciona que de seis opciones para construir un aeropuerto, Texcoco es el peor sitio, ya que presentaría el mayor número de impactos “adversos significativos” para el entorno del Valle de México
Sin estudios de
impacto ambiental
El deterioro ecológico sería de grandes magnitudes, se calcula que estarían en peligro de extinción más de 120 especies endémicas. Además, las últimas obras que se han realizado en la entidad mexiquense no han contado con estudios de impacto ambiental, como en el caso de la carretera Naucalpan-Toluca, donde la construcción de este proyecto afectó el Santuario del Agua en el que se encuentran los principales mantos acuíferos que abastecen, en gran medida, la cuenca de Lerma para atender al Valle de Toluca y las necesidades hídricas de la zona Metropolitana.
Slim predomina en las
construcciones públicas
Encinas Rodríguez hizo alusión a la relación de Carlos Slim con la propuesta del Gobierno Federal, y expresó que el empresario se vuelve cada día más predominante en la escena mexicana y ahora será parte de la obra insignia del sexenio: el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. “Slim está en Pemex, en las carreteras, en el sector minero, en diversas construcciones públicas y donde sea que haya grandes inversiones que le dejen jugosas ganancias” argumentó.
El senador mencionó que, aunque el nombre de Slim no aparece directamente en la licitación, sí lo hace el de su yerno, Fernando Romero, quien al parecer se mantendrá en bajo perfil mientras el papel protagónico será para el diseñador del proyecto, el arquitecto británico Norman Foster, con amplia experiencia en terminales aéreas que tienen en común diseños de alta tecnología y un exagerado costo por los materiales empleados y la dificultad de construcción.
En la nueva terminal del aeropuerto se invertirá el equivalente a 9 mil 500 millones de dólares, en una superficie de 12 mil hectáreas que serían cuatro veces más que lo que ocupan las dos terminales actuales.
Sobreponen interés
económico al pueblo
Finalmente, el Senador Encinas comentó que se trata de un proyecto mal enfocado, ya que, una vez más, se sobrepone el interés económico de autoridades y empresas poderosas por encima de la población afectada y, en este caso, de la población de la Ciudad de México y del Valle de México.
Anunció que estará vigilante de cada paso que se dé en este asunto para evitar daños irreversibles al desarrollo sustentable en una ciudad altamente vulnerable al deterioro de los ecosistemas y a su capacidad para garantizar una calidad de vida apropiada para sus habitantes y quienes desarrollan sus actividades en la zona centro del país.
Comisiones exigen
comparecencia de STC
El Senado solicitó al Gobierno Federal el Proyecto Ejecutivo del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y convocó a comparecencia ante comisiones unidas al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, para que informe sobre los aspectos técnicos, así como de los impactos ambiental, social, urbano y económico que representará para el Distrito Federal y la Zona Metropolitana del Valle de México.
Lo anterior, al aprobar dos puntos de acuerdo que presentaron, por separado, los senadores Luis Sánchez Jiménez, del PRD, y Mariana Gómez del Campo, del Partido Acción Nacional, quienes manifestaron su preocupación ante la posibilidad de que se dé una alta concentración en la zona centro del país, sin que exista la infraestructura urbana y de servicios suficientes para atenderla.
El senador Sánchez Jiménez estableció que el titular de la SCT debe dar cuenta a las comisiones unidas de Comunicaciones y Transportes, de Desarrollo Metropolitano y del Distrito Federal, que tienen como funciones legislativas dar seguimiento y evaluar las políticas públicas del Ejecutivo Federal.
La senadora Gómez del Campo destacó la importancia de que los legisladores cuenten con el proyecto ejecutivo de la obra antes de la comparecencia, a fin de estudiarla a fondo y basar en ella los cuestionamientos que se hagan al titular de la SCT, con lo que se eliminarán situaciones de duda e incertidumbre.
Propuso, además, que el Senado realice foros con expertos en aeronáutica, en la que participen también el jefe de gobierno del Distrito Federal y el gobernador del Estado de México.
El senador Alejandro Encinas Rodríguez, del PRD, apuntó que el funcionario federal debe aclarar si el plan del gobierno federal elimina el rescate del Lago de Texcoco, que tiene una gran importancia ecológica, así como especificar cuál será el destino de las instalaciones del Aeropuerto “Benito Juárez” de la Ciudad de México, al recordar que el gobierno federal se comprometió a cederlo como patrimonio del Distrito Federal para transformarlo en área de protección ambiental.
En lo anterior coincidió el senador Mario Delgado Carrillo, también del PRD, al manifestar su preocupación por el financiamiento que se requerirá para la construcción y operación del nuevo aeropuerto, e incluso refirió que debe quedar claro si están consideradas las obras complementarias para lograr su óptima integración con la Ciudad de México y su zona metropolitana, pues implica infraestructura de transporte, servicios, vialidades y, particularmente, hidráulica pues se requiere atender los problemas de inundaciones en la zona.
En materia laboral, la senadora del PRD Alejandra Barrales destacó el riesgo que representa la posible implementación de la Quinta Libertad del Aire, que permite a aerolíneas extranjeras aterrizar, sólo para recoger pasajeros y llevarlos a otros países, sin que exista reciprocidad para México y se desplace a las aerolíneas mexicanas, aunándose la asimetría de competitividad, pues la aviación nacional la conforman apenas 300 aviones y una sólo línea extranjera suma hasta 800.
El senador Manuel Bartlett Díaz, del Partido del Trabajo, planteó el tema de la transparencia al pronunciarse porque se establezca una estricta fiscalización sobre los contratos y licitaciones, para evitar la corrupción y tráfico de influencias en un proyecto que impactará la economía nacional y de la zona metropolitana.
En su turno, la senadora del PAN Silvia Guadalupe Garza Galván propuso ante el Pleno la necesidad de que se apruebe, antes de la construcción del nuevo aeropuerto, una iniciativa de ley remitida a comisiones, para obligar a las autoridades a presentar manifiestos de impacto ambiental antes de emprender nuevas obras aeronáuticas, pues de esta manera se evitarán futuras contradicciones jurídicas.