Capitanes
el 02/06/2014
Reforma
Mismo Delito, Dos Criterios
Curiosa, la doble vara de la PGR a la hora de lidiar con empresarios emproblemados.
En el caso Oceanografía, de Amado Yáñez Osuna, no hay duda de que hubo un delito: un fraude de 401 millones de dólares en agravio de Banamex, de Javier Arrigunaga, perpetrado con engaños y documentos falsos, que provocó un escándalo internacional y sacudió al de por sí golpeado Citigroup.
¿Qué hizo la PGR? Arraigar a Yáñez en su casa de Acapulco, y luego buscarle por todas partes para encontrar la única modalidad de fraude bancario de alto impacto que no es delito grave, sin cuantificar siquiera el quebranto a Banamex, para que el señor pueda salir con una fianza.
Banamex queda como el tonto de la película: es víctima de un delito, pero el principal involucrado no es señalado por el fraude ni tiene que reparar el daño, sino que sólo está acusado por 'desviar' el dinero prestado.
En cambio, en el caso Mexicana de Aviación, la acusación contra Gastón Azcárraga es por demás nebulosa. Una recompra de acciones de la aerolínea para un paquete de estímulos a ejecutivos, que en la interpretación de la PGR fue ilegal.
¿Qué más hizo la PGR? Le buscó por todas partes para agrandar el asunto hasta convertirlo en lavado de dinero, delito grave, de tal manera que Azcárraga a fuerza estará en la cárcel si es que EU lo extradita (lo que no será fácil, precisamente por lo rebuscado de los cargos).
A fin de cuentas, lo de siempre, cuando se trata de delitos, unos empresarios reciben mucho más cariño de la autoridad que otros.
Curiosa, la doble vara de la PGR a la hora de lidiar con empresarios emproblemados.
En el caso Oceanografía, de Amado Yáñez Osuna, no hay duda de que hubo un delito: un fraude de 401 millones de dólares en agravio de Banamex, de Javier Arrigunaga, perpetrado con engaños y documentos falsos, que provocó un escándalo internacional y sacudió al de por sí golpeado Citigroup.
¿Qué hizo la PGR? Arraigar a Yáñez en su casa de Acapulco, y luego buscarle por todas partes para encontrar la única modalidad de fraude bancario de alto impacto que no es delito grave, sin cuantificar siquiera el quebranto a Banamex, para que el señor pueda salir con una fianza.
Banamex queda como el tonto de la película: es víctima de un delito, pero el principal involucrado no es señalado por el fraude ni tiene que reparar el daño, sino que sólo está acusado por 'desviar' el dinero prestado.
En cambio, en el caso Mexicana de Aviación, la acusación contra Gastón Azcárraga es por demás nebulosa. Una recompra de acciones de la aerolínea para un paquete de estímulos a ejecutivos, que en la interpretación de la PGR fue ilegal.
¿Qué más hizo la PGR? Le buscó por todas partes para agrandar el asunto hasta convertirlo en lavado de dinero, delito grave, de tal manera que Azcárraga a fuerza estará en la cárcel si es que EU lo extradita (lo que no será fácil, precisamente por lo rebuscado de los cargos).
A fin de cuentas, lo de siempre, cuando se trata de delitos, unos empresarios reciben mucho más cariño de la autoridad que otros.