Estimado Sr. Edgar Gonzalez Martínez:
Leí su artículo en el Sol de México respecto al Fideicomiso de Sobrecargos de Mexicana de Aviación y le comento lo siguiente:
De
inicio tenemos que, los trabajadores de Mexicana nos dividimos en 4
grupos (De confianza, Pilotos, Sobrecargos y Personal de Tierra), cada
uno con su propio fideicomiso y como usted sabe, también cada grupo
tiene un Contrato Colectivo de Trabajo Celebrado con la empresa, con sus
características propias e independientes. De los 4 grupos, solo el de
nosotros los sobrecargos, tiene un plan privado de pensiones que a su
vez se deriva de nuestra cláusula jubilatoria, es decir somos los únicos
que obtuvimos esta conquista laboral y los demás compañeros de la
empresa reciben un retiro único cuando se van.
Ahora
bien, en varios medios de comunicación se ha manejado que hay un
Fideicomiso Único de todos los trabajadores, lo cual no es así como ya
lo expliqué, y también se ha manejado que un momento dado, dichos
Fideicomisos se podrían utilizar como parte del capital para reactivar
la empresa, lo cual también es erróneo. La razón es que, como usted
posiblemente ya sabe, un Fideicomiso es creado con un propósito
específico, y en nuestro caso (sobrecargos) es para pago de Pensiones y
Retiros, es decir, es un fondo de los trabajadores para ese propósito y
no es para capitalizar la empresa.
Es
por ello que la Fiduciaria, en este momento nos está permitiendo
liberar una parte de dicho fondo para cubrir algunos de los meses
atrasados que Mexicana indebidamente nos ha dejado de pagar desde Agosto
del 2012, y el capital que se requiere debe venir de el grupo ó grupos
de inversionistas empresarios que se queden con la compañía. En
realidad, Mexicana ya debería de haber sido requisada, ya que aunque es
una empresa de inversión privada, a su vez es concesionada por el
Gobierno. Es el Gobierno quien le otorga ó le retira la concesión, es
el gobierno quien le otorga el Certificado de Operador Aéreo y es el
gobierno quien regula la normatividad operativa de la aerolínea a través
de la DGAC que a su vez depende de la SCT. Y según las leyes, es el
gobierno quién debe garantizar la conectividad aérea del país y en este
caso específico, Mexicana nunca debió de haber dejado de operar y debió
seguir volando, bajo la figura jurídica de la requisa, mientras llegaba
un nuevo dueño.
Lo que sucedió
aquí, es que detrás de Mexicana hay una serie de intereses turbios del
Gobierno del sexenio anterior con empresarios deshonestos que
gradualmente, fueron cometiendo una serie de actos fraudulentos en
perjuicio de los trabajadores de la empresa, del erario, de la
conectividad aérea del país, de los usuarios y del pueblo de México.
El
que los sobrecargos afectemos nuestro Fideicomiso para cubrir tres
meses de pagos de los 8 que nos debe la empresa, no compromete en lo
absoluto la capitalización de la empresa y por consiguiente su eventual
regreso a los cielos, ya que como ya lo mencioné, los Fideicomisos de
los trabajadores, no fueron creados para ese efecto. La actual
Administración de la empresa, aparentemente y de manera indebida,
declaró dichos Fideicomisos como dineros de la compañía, incurriendo con
esto en una seria irregularidad.
La
turbiedad y el fraude han sido una constante en Mexicana de Aviación
desde hace muchos años y durante todo el Concurso Mercantil.
Agradezco su atención y espero la información le sea de utilidad. Reciba un saludo..
Atentamente
Raúl Arreola Aznar
Sobrecargo Jubilado de Mexicana