Los caminos de reestructura para Mexicana
Julio Brito A. | Opinión 2011-11-28 | Hora de creación: 21:49:28| Ultima modificación: 21:49:28
El secretario del Trabajo, Javier Lozano, asumió un liderazgo que no le correspondía en el caso de Mexicana de Aviación, con tan mal tino, que corrompió las rutas de la administración pública. Hizo creer que no existían caminos o mecanismos que señala la ley en el caso de concursos mercantiles y que, como es caso de interés público, debe ser tratado por la vía corta de los secretarios de las diferentes carteras.
El asunto derivó en una desviación de la ley, en donde supuestos accionistas y sindicatos exigen que sea la Secretaría de Comunicaciones y Transportes quien resuelva el concurso mercantil. Parece tan absurdo, que el juez Décimo Primero de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, Consuelo Soto, le ganó su perfil protagónico y se lanzó con todo en contra de la SCT, cuando es él, en calidad de juez, quien debe determinar la suerte de la aerolínea, con base en un proceso.
La ruta es muy sencilla. Los inversionistas deben acudir con el conciliador y administrador del concurso mercantil, Gerardo Badín, quien tiene la encomienda de conducir y dirigir los destinos de Mexicana en momentos tan dramáticos como hoy se vive.
El inversionista tiene que mostrar su proyecto al conciliador, exhibir los recursos que se requiere para echar a volar a Mexicana e ir con el juez y decirle aquí está el plan de reestructura y el capital de los nuevos inversionista. Y será el juez y no la SCT quien determine y apruebe el proyecto, una vez que se solucionaron pagos de deudas, obligaciones laborales y fiscales. En este caso la SCT no es la entidad que pueda condonar obligaciones fiscales y tampoco acuerdo con los trabajadores, porque es tarea de la Secretaría del Trabajo.
Otra historia sería que el gobierno federal se hubiera interesado en inyectar miles de millones de pesos a Mexicana. Como acto de interés nacional deben participar en primera instancia la SCT, que figuraría como patrón y operador de la aerolínea, pero no es el caso.
Entrarle a Mexicana, como lo hizo Lozano, sin dinero por delante es demagogia, como demagogia es hablar de inversionistas de papel. Lo más cuerdo es que se siga la ruta que marca la ley, cualquier otra cosa es deseos de un protagonismo de oportunistas sin dinero, que tarde que temprano se les cae el teatro y lo peor es el ridículo que hacen los sindicatos. Parecen mujeres de la calle que a todo dicen que sí y olvidan comprobar si realmente el cliente tiene los recursos para ponerles casa.
Julio Brito A. | Opinión 2011-11-28 | Hora de creación: 21:49:28| Ultima modificación: 21:49:28
El secretario del Trabajo, Javier Lozano, asumió un liderazgo que no le correspondía en el caso de Mexicana de Aviación, con tan mal tino, que corrompió las rutas de la administración pública. Hizo creer que no existían caminos o mecanismos que señala la ley en el caso de concursos mercantiles y que, como es caso de interés público, debe ser tratado por la vía corta de los secretarios de las diferentes carteras.
El asunto derivó en una desviación de la ley, en donde supuestos accionistas y sindicatos exigen que sea la Secretaría de Comunicaciones y Transportes quien resuelva el concurso mercantil. Parece tan absurdo, que el juez Décimo Primero de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, Consuelo Soto, le ganó su perfil protagónico y se lanzó con todo en contra de la SCT, cuando es él, en calidad de juez, quien debe determinar la suerte de la aerolínea, con base en un proceso.
La ruta es muy sencilla. Los inversionistas deben acudir con el conciliador y administrador del concurso mercantil, Gerardo Badín, quien tiene la encomienda de conducir y dirigir los destinos de Mexicana en momentos tan dramáticos como hoy se vive.
El inversionista tiene que mostrar su proyecto al conciliador, exhibir los recursos que se requiere para echar a volar a Mexicana e ir con el juez y decirle aquí está el plan de reestructura y el capital de los nuevos inversionista. Y será el juez y no la SCT quien determine y apruebe el proyecto, una vez que se solucionaron pagos de deudas, obligaciones laborales y fiscales. En este caso la SCT no es la entidad que pueda condonar obligaciones fiscales y tampoco acuerdo con los trabajadores, porque es tarea de la Secretaría del Trabajo.
Otra historia sería que el gobierno federal se hubiera interesado en inyectar miles de millones de pesos a Mexicana. Como acto de interés nacional deben participar en primera instancia la SCT, que figuraría como patrón y operador de la aerolínea, pero no es el caso.
Entrarle a Mexicana, como lo hizo Lozano, sin dinero por delante es demagogia, como demagogia es hablar de inversionistas de papel. Lo más cuerdo es que se siga la ruta que marca la ley, cualquier otra cosa es deseos de un protagonismo de oportunistas sin dinero, que tarde que temprano se les cae el teatro y lo peor es el ridículo que hacen los sindicatos. Parecen mujeres de la calle que a todo dicen que sí y olvidan comprobar si realmente el cliente tiene los recursos para ponerles casa.