11 julio 2011

DEL CORREO DEL BLOG

Hora de romper
- La posición del IFE va en contra de la democracia.
David Páramo




Absurdos ridículos

El camino más viable para Mexicana de Aviación es la quiebra, puesto que el gobierno de Felipe Calderón ha establecido, correctamente, que aquel grupo que desee rescatarla deberá garantizar de una manera irrevocable por lo menos 250 millones de dólares para llevar adelante la transacción. No se trata de que, como han dicho los grupos que se han acercado, muestren capacidad para conseguir esa cantidad o que tengan promesas de crédito o cualquier otra combinación de las muchas que se han señalado por ahí. El dinero tendría que estar disponible para cumplir con trabajadores, fisco, autoridades y otros acreedores antes de poder reiniciar operaciones. Todos los intentos de salvar a esta línea aérea han tenido un común denominador, parten de la base de que el gobierno tiene que dar garantías para que el supuesto banco de inversión (ahora Altus Pro) tenga el dinero que pagará con el flujo esperado de la empresa, es decir, están pidiendo dinero prestado sin una garantía de que lo pagarán. Así que requieren que la garantía la dé el gobierno y que termine asumiendo la deuda. Estas alternativas parten de la base de que Dionisio Pérez Jácome, Ernesto Cordero y Javier Lozano son muy irresponsables o cederán ante la presión política. De ahí que pilotos, sobrecargos y trabajadores de tierra crean que haciendo marchas, plantones y manifestaciones, al más puro estilo de Andrés Manuel López Obrador, van a conseguir algo.

Pura fichita

Desde mediados de la semana pasada hay quienes dicen que hay un cuarto grupo que podría rescatar a Mexicana de Aviación. Sin embargo, la afirmación está equivocada en dos lados. No considera, de entrada, las limitantes a la inversión extranjera en el sector y, más importante, se trata de un grupo que no tiene las mejores credenciales. Se trata de la empresa Al Andalus Management Hotels, dirigida por Jamal Iglesias.  En este grupo participan Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, del grupo Marsans que administraron Aerolíneas Argentinas, con un estilo digno de la anterior administración de Mexicana, al punto de que tuvieron que ser expropiadas ante los malos manejos. Se les acusó de usar el flujo de la línea aérea para beneficiar a sus propios negocios.

Desorden bursátil

Hay una gran cantidad de evidencias de que Mexicana de Aviación, como práctica común, falseaba estados financieros y presentaba información equivocada a los miembros del consejo de administración para hacerles creer que la situación de la empresa que dirigía Manuel Borja Chico no era mala sino hasta apostaban que era muy buena. En el caso de Grupo Posadas están surgiendo indicios de diversas violaciones a la Ley del Mercado de Valores como las que han sido denunciadas por los miembros de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), encabezada por Fernando Perfecto, y otras acciones que han sido informadas oportunamente en esta columna. Sin embargo, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ha sido omisa en iniciar una investigación a través de la cual se confirme o rechace el comportamiento bursátil de los directivos de Grupo Posadas. Parecería que Guillermo Babatz, fiel a la política que ha seguido desde que asumió el cargo, sigue dejando pasar las cosas como si no fueran su responsabilidad o como si él no fuera un regulador sino una simple oficina de sellos del Banco de México. La regulación efectiva del sector financiero es indispensable no sólo para evitar delitos y prácticas indebidas sino generar un mayor ahorro interno. La poca seguridad que da la CNBV y el muy limitado tamaño de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), encabezada por Luis Téllez, son dos puntos que van en contra del crecimiento de esta forma de ahorro.
2011-07-11 00:00:00