30 junio 2011

DEL CORREO DEL BLOG

Enemigo en casa
No dudan en inventar conspiraciones culpando a sus enemigos. Hay empresas de relaciones públicas que sólo saben vender...
David Páramo

 
 

Hay empresas de relaciones públicas que sólo saben vender un producto a sus clientes en momentos de crisis: culpar a la situación externa nacional e internacional. Asegurar que quienes son críticos lo hacen movidos por un interés personal o como parte de una campaña mediática, pretender quedarse con la empresa en problemas y hasta anuncian grandes inversiones que, en el fondo, son mentiras.

No dudan en inventar conspiraciones y, con falaz impunidad, afirmar intenciones a quienes, suponen son sus enemigos cuando, en realidad, están cumpliendo con el objetivo fundamental de los medios de comunicación.

Si analiza cómo se defendió Comercial Mexicana después de la crisis de los derivados. La estrategia de medios que está siguiendo Vitro en la búsqueda de su Concurso Mercantil preacordado. Todas las cosas que ha dicho Su Casita en su intento desesperado de capitalizarse. Mexicana de Aviación y ahora Grupo Posadas encontrará las mismas constantes y a la misma empresa de relaciones públicas.

Esta empresa, con las mismas estrategias fallidas, fue responsable de la imagen de Martha Sahagún y el fracasado intento de Santiago Creel de ser candidato del PAN en la elección de 2006, que afortunadamente ganó Felipe Calderón.

En el caso específico de CMA y Grupo Posadas han tratado de hacer creer que los problemas tienen que ver con la crisis internacional de 2008, el bloqueo sanitario, los efectos nocivos del combate al crimen organizado. La realidad ha aplastado una y otra vez estas mentiras.

Calidad administrativa

Si fuera cierto, entonces que expliquen por qué en el mismo lapso Aeroméxico, dirigida por Andrés Conesa, no sólo logró mantenerse sino incluso antes del Concurso Mercantil de CMA ya los había rebasado en cuanto a salud financiera y EBIDTA. Ahí están los números previos a su colocación bursátil. La respuesta es muy simple: se trata de calidad de administración. El grupo de Gastón Azcárraga, Manuel Borja Chico y Luis Barrios es imprudente y caótico. Buscando crecer, de una manera desordenada, apostó a la especulación financiera y laxitud contable, que terminó derivando en prácticas que desde hace ya muchos meses han sido denunciadas en esta columna y que ya están llegando a los tribunales. Ahí están las denuncias penales presentadas por el sindicato de Miguel Ángel Yúdico y ASPA. En los próximos días habrán de verse más denuncias por parte del SAT y de Banorte que, como le informamos desde la semana pasada, tiene evidencias firmes de que fueron engañados por la administración de CMA para recibir financiamiento.

Gran conspirador

Si se tratara de una conspiración o una campaña, pues sería orquestada por alguien que hoy tiene mayor poder del que en algún momento se le atribuyó a Carlos Salinas de Gortari. El conspirador habría tenido la capacidad de dañar los balances de ambas empresas al grado de que una terminó en Concurso Mercantil y Posadas va por ese camino. Desde finales del año pasado Moody’s ya le había rebajado la calificación y hoy los pasivos son superiores a su valor de capitalización. Este mismo personaje habría usado su perversa red de infiltrados en el Consejo de Administración para que la dirección omitiera entregar información relevante a la BMV o informar al público inversionista sobre eventos relevantes, pero no ha tenido fuerza para que Luis Téllez actúe en contra de su gran amigo. El conspirador, según parece, no es todopoderoso. Este mismo oscuro personaje tuvo la capacidad no sólo para convencer al secretario de Hacienda que no diera su aval para la capitalización de CMA siguiendo un fin perverso digno de Mr. Evil. No importa que Ernesto Cordero y su equipo lo hubieran hecho siguiendo la ley y las disposiciones aplicables. Quizá el conspirador también manejó al Congreso con años de antelación para tender la trampa. Bueno, ha llegado al extremo de jugar con la mente de quienes un día dan a conocer lo que era evidente y que no se había informado al mercado de valores: Posadas había contratado a Rothschild para vender todo o en partes a la cadena hotelera y al día siguiente decir que es una campaña en contra de ellos.

Mismo final

En lugar de buscar conspiradores con todo y capa negra, deberían concentrarse en la angustiante realidad financiera de Grupo Posadas. Es evidente que no tienen generación de flujo suficiente ya no se diga para mantener su estrambótico y falso plan de inversión de 500 millones de dólares, sino para pagar sus vencimientos de deuda. Los 50 millones que ahora pretenden son como una cubeta para tratar de sacar el agua de una casa inundada por el desbordamiento del canal de la Compañía. Más allá, la caída en la reputación de los administradores de Posadas se convierte en uno de los peores frenos a su salvamento: ¿Quién o en qué condiciones estaría dispuesto a invertir con una administración que hace unos meses, en otra empresa, vendió boletos a sabiendas que se iba a ir a Concurso Mercantil dañando a viajeros y al fisco, que habría falseado su balance para obtener créditos, que habría incumplido en la entrega de información relevante a la BMV? Si usted no está dispuesto no vaya a ser que le acusen de ser parte de la conspiración.
2011-06-30 00:00:00