18 mayo 2011

DEL CORREO DEL BLOG

Corren modelo de nueva Mexicana con tarifas 30% debajo de competidores
Fidelis extenderá un préstamo inicial de 250 millones de dólares a nombre de Barona, con lo cual la aerolínea desde el arranque operará sin deuda.
Darío Celis

 

Le adelantábamos el lunes que ya se empieza a perfilar un ganador de Mexicana y que en los primeros días de junio el conciliador y administrador estaría en posibilidades de darlo a conocer.

Podemos corroborarle que se trata de Iván Barona, quien a título personal ha venido negociando desde hace tres meses con Gerardo Badin un ramillete de temas que, afortunadamente, ya están casi superados. Un aspecto crucial del proceso es la acreditación de hasta 350 millones de dólares, lo que consiguió la semana pasada. El hombre de negocios dejó en garantía un par de grandes extensiones en Durango donde hay yacimientos de cobre y oro. Lo interesante es que no fue una institución financiera la que se los tomó. De hecho el Banco de Liechtenstein es su segunda opción porque el fondeador de la operación para adquirir Mexicana va ser Fidelis Trust, de Michael Shamas.

Se trata de una institución con base en Montreal y con sucursales en Dubai y Zürich. Incluso los recursos se van a jalar de sus fideicomisos ubicados en esas plazas a las que tendrá que acudir el propio Barona entre ésta y la siguiente semana. Fidelis extenderá un préstamo inicial de 250 millones de dólares a nombre de Barona, con lo cual Mexicana desde el arranque operará sin deuda. En los últimos días de mayo se descontará el equivalente a 950 millones de pesos. Serán los recursos para liquidar a los cerca de ocho mil trabajadores de los tres sindicatos, incluidos los de confianza y que se pagarán por esos mismos días. Casi en paralelo se ejercerán otros 70 millones de dólares en gastos preoperativos.

Aquí encajan pagos a los aeropuertos, depósitos a arrendadores de aviones, seguros de las aeronaves, sistemas, prepago de turbosina y adelantos de derechos, específicamente de los TUAs. El objetivo es que Mexicana retome el vuelo con seis aviones operando y uno de reserva hacia el 15 de junio. Para entonces deberá tener en caja unos 110 millones de dólares para hacer frente a los gastos corriente de su operación. De antemano esperan una embestida comercial de Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa, y en menor medida de Interjet, que preside Miguel Alemán. Arrancarán con un modelo de negocios bastante conservador.

Ayer se corrió el modelo sobre la base de un barril de petróleo a 110 dólares y una flota de 42 aviones, tres mil 800 trabajadores, un factor de ocupación de 50% y tarifas 30% debajo de lo que están ofreciendo los competidores. Los primeros nueve aviones serán los del Bancomext, de Héctor Rangel Domene, institución que ya tiene muy adelantadas las negociaciones con los arrendadores Orix y Compass Capital para venderlos. En julio se incorporarán otros cinco aviones también Airbus A380 para llegar a una flota de 14. Cuatro serán arrendados por ACG y otros dos por la misma Orix. Otros como Jet Tran, ILFC y GECAS están en la mejor disposición de arrendar.

Como se ve, el panorama luciría muy planchado para Barona. Sin embargo todo puede suceder y no sería extraño que la operación se cayera, dados los múltiples intereses que existen para evitar que Mexicana vuelva a surcar los aires. Ahí está el caso de Aviacsa, de Ramón Madero, donde parece que no sólo algunas aerolíneas sino incluso las autoridades se están confabulando para cancelar su regreso.