12 abril 2011

DE LA COLUMNA DE ROSARIO ÁVILES

¿Habrá futuro para la aviación mexicana?
Rosario Avilés | Opinión     2011-04-12 | Hora de creación: 02:00:23| Ultima modificación: 02:37:12





Si pudiéramos hacer un recuento de los daños que ha sufrido la aviación mexicana en la década más reciente, tal vez deberíamos empezar por la falta de una definición de los objetivos que debería tener el sector para el largo plazo.

Al iniciar este sexenio, se dijo que la infraestructura y concretamente el sector comunicaciones y transportes, eran una prioridad para el programa de gobierno. Algo semejante se dijo con relación al turismo e incluso hace unos días se habló de un plan especial para que México ocupe uno de los primeros cinco lugares en captación de viajeros a nivel mundial.

Lo cierto es que en este escaso lapso de cuatro años y medio, ya llevamos tres titulares de SCT y dos de Turismo y todavía no se ha definido el rumbo que tomará la aviación mexicana. Es más ni siquiera sabemos si existirá semejante categoría una vez que terminen de pasar los meses que le quedan a este gobierno.

Y si hay un elemento que sea crítico en el éxito de ambos “programas prioritarios” es precisamente el transporte aéreo porque a los turistas, aunque podemos traerlos en barco, lo más eficiente es transportarlos por avión y una de las principales infraestructuras de transporte para lograr la competitividad de la economía, la constituyen los aeropuertos y la eficiencia de las aerovías y su gestión del tráfico.

Dicen quienes lo conocen, que al nuevo secretario de Comunicaciones sí le gustaría tener antes de diciembre del 2012, un documento donde se exprese un plan de largo plazo para la aviación, aunque las cosas se miran de tal manera que cuando éste salga publicado, lo más probable es que ya sea demasiado tarde para echarlo a andar.

Como en este país cada sexenio se inventa el mundo, tendremos que esperar a que se cumplan las profecías mayas y toltecas para que el nuevo tlatoani nombre a sus secretarios y el asunto vuelva a empezar, aunque quién sabe desde dónde.

El mundo, sin embargo, sigue girando. Las alianzas, las fusiones y los acuerdos de código compartido entre las aerolíneas más importantes del planeta se multiplican. Estados Unidos celebra su acuerdo de cielos abiertos número 100.

Las aerolíneas crecen, adquieren aviones, requieren pilotos bien entrenados, las tecnologías cambian y se mejoran, los servicios asociados al transporte aéreo se potencian, todo está en expansión y los costos bajan como efecto de la mayor productividad y no de los bajos salarios y la ausencia de prestaciones.

Por ejemplo, American Airlines ha iniciado ya nuevos servicios amparados en la alianza OneWorld, aliados con British Airways e Iberia. Este nuevo potencial le permitirá ampliar su cobertura a una extensa red de ciudades donde todos los involucrados ganan.

En esta alianza debería estar Mexicana de Aviación y ello habría sido un importante pilar en la estrategia de potenciar el turismo. Pero como la aviación no es una prioridad, los señores funcionarios prefirieron jugar a la ruleta rusa con las necesidades de 8,000 trabajadores y de 30,000 familias que viven de este negocio.

Las posibilidades que tiene la aviación en el mundo son inmensas. Es cierto que es un sector muy vulnerable a variables de toda índole, desde el precio del crudo hasta el cambio climático y epidemias como la influenza y un largo etcétera. Pero es un sector que crece, que genera ingresos y empleos, que mueve cientos de ramas productivas, que es de alta especialización y que será una de las industrias que sigan avanzando en el futuro porque es un importante pivote para desarrollar a otras.

Y en este sentido, es urgente que la SCT deje de hacerle al ensarapado y dé una solución real a Mexicana de Aviación. Está visto que los financieros no pueden resolver el problema. Desde hace años, los trabajadores de la aerolínea han sabido sacarla adelante, a veces a pesar de los dueños y directivos de la empresa (y eso está ampliamente documentado), así es que no será tan difícil. Si no pueden, dicen los clásicos, renuncien.

Lo oí en 123.45: El grito que ha lanzado Javier Sicilia es un ya basta mucho más radical y decisivo del “ya” y el “hoy” con el que el panismo llegó a Los Pinos. Porque expresa un hartazgo que nace en el borde mismo de nuestras aspiraciones como mexicanos, porque no es un maquillaje para ganar votos sino muestra el sentir de los ciudadanos. Ya es hora de que se escuche, en medio de tantos corifeos.