18 septiembre 2014

DEL CORREO DEL BLOG

TEMPLO MAYOR
F. Bartolomé / 15/09/2014

Queda claro

 
 

QUEDA CLARO que el Gobierno de Enrique Peña Nieto es partidario de que más vale un mal arreglo que un buen pleito.
PRIMERO se vio con el caso de Oceanografía y ahora con el caso de la contaminación de dos ríos en Sonora por parte de Grupo México, queda ratificado este enfoque pragmático de la Administración federal.
COMO sucedió con la empresa de Amado Yáñez, las autoridades no cayeron en la tentación de complacer al público que exigía el cierre de las minas concesionadas a Germán Larrea.
EN LUGAR de eso, optaron por buscar tanto la reparación del daño como conservar las fuentes de trabajo. El desastre calderonista con Mexicana de Aviación, dicen, los dejó escaldados.
DE AHÍ que hoy se instala en Sonora el fideicomiso al que la minera deberá 2 mil millones de pesos, con un primer abono de 500 millones.
PARA ALGUNOS resulta mejor esta opción que busca reparar y no sólo señalar culpables. Sin embargo para otros queda inevitablemente la sensación de una impunidad triunfante. Cuestión de enfoques.