05 agosto 2014

DEL CORREO DEL BLOG

Aerolíneas rebasan el tope de vuelos permitidos en el AICM

Credito:
María del Pilar Martínez / El Economista
Foto EE: Araceli López
Las aerolíneas que operan en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) no respetan la capacidad de los 58 slots asignados para los aterrizajes y despegues, y programan operaciones por arriba de la capacidad del aeropuerto sin que haya una previa autorización, situación que “en la medida de lo posible” se ha controlado, aseguró el titular de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), Alexandro Argudín.
En entrevista, culpó a las líneas aéreas de saturar las operaciones AICM en temporada vacacional, al incrementar las frecuencias o número de vuelos en hora pico, lo que ha ocasionado que se tome como única alternativa el desvío de aeronaves a otros aeropuertos.
Luego de la celebración del marco del 56 aniversario de la fundación de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), el funcionario enfatizó que la capacidad del AICM es para 1,100 operaciones diarias de las 6 de la mañana a las 11 de la noche y todo lo que pase de ese número ocasiona complicaciones, por lo cual no se descarta que la próxima semana ocurran demoras y aterrizajes en otros aeropuertos.
“Nosotros tenemos y asignados 58 slots por hora y las aerolíneas tienen que respetarlos. ¿Qué están haciendo las aerolíneas? Tratan de modificar o de sorprender (a la autoridad) utilizando slots que tenían en una hora no pico, para operarlos en hora pico. Lo que estamos haciendo es impedir que las operaciones se den en un aeropuerto que ya está saturado”, comentó.
Agregó: “El aeropuerto operó de manera desordenada durante muchos años y lo que estamos haciendo es instrumentar las medidas de control suficientes para que ya no haya esto, ya no habrá operaciones arriba de la capacidad del aeropuerto”.
A PRESERVAR LA SEGURIDAD
Argudín precisó que más que una sanción a las líneas aéreas por las acciones tomadas, “lo que estamos haciendo es exhortarlos para que cumplan con los lineamientos. Es un tema de seguridad de operación eficiente en el aeropuerto, porque a final de cuentas todas las demoras y los desvíos le generan costos adicionales, ellos solos se generan costos”.
Ayer por la tarde, se solicitó a la Cámara Mexicana de Aerotransportes su opinión sobre el tema, pero no hubo respuesta.
El titular de la DGAC explicó que existe capacidad aeroportuaria para hacer frente a la demanda. Además de la ciudad de México, “hay cuatro aeropuertos adicionales al Benito Juárez; está el de Puebla, Toluca, Cuernavaca y Querétaro. Hay más que suficiente infraestructura, el resto de los aeropuertos en las ciudades turísticas se está utilizando en 30 y 40%, mientas que en Cancún está a 50 por ciento. Entonces, lo que hay que hacer es acomodar los espacios, dijo.
Tras afirmar que ya no se permitirá un incremento desmedido de frecuencias en las diferentes rutas que operan las aerolíneas, recordó que los controladores aéreos tienen la obligación de permitir el aterrizaje de todos los vuelos comerciales.
DECLARATORIA DE SATURACIÓN DEL 2013
El 17 de abril del 2013, la DGAC declaró la saturación del espacio aéreo en el AICM en ocho franjas (cuatro por la mañana y cuatro por la tarde-noche), con lo cual estableció un máximo de 61 operaciones por hora; 58 son para la aviación comercial. Se reconoció que se estaban haciendo más de 70 por hora y ello generaba diversas complicaciones.

Carlos Díaz Chávez, líder de ASPA

POLÍTICA DE CIELOS ABIERTOS RIESGO PARA LA INDUSTRIA AERONÁUTICA NACIONAL
Carlos Díaz Chávez Morineau, secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), advirtió a las autoridades federales sobre los inconvenientes de una política de cielos abiertos, pues “bloquearía el desarrollo nacional”.
El líder sindical emitió una fuerte crítica a la consulta que realizan las autoridades federales para permitir la entrada de aerolíneas con las que es difícil competir.
Al renovar un tercio del Comité Ejecutivo de ASPA, Díaz Chávez Morineau sostuvo que “la aviación de México tiene que salir de la inercia en la que se encuentra sumergido, no podemos ver cómo las aerolíneas luchan por sobrevivir”, y en algunos casos terminan como Mexicana de Aviación, a lo que se suma la pretensión de abrir los cielos sin reciprocidad, simplemente, “no se puede permitir la erosión de la industria”.
Aseguró que no se trata de otorgarle a la aviación un régimen especial en función de buscar prebendas, “sino de garantizar, en primer lugar, que las operaciones aéreas sigan teniendo el estatus del transporte más seguro del mundo, como hasta ahora lo ha tenido y (...) que la aviación mexicana sea un instrumento más del Estado para preservar independencia económica y soberanía”.
Destacó que “el Estado no puede renunciar a su obligación de planear, formular y conducir las políticas y programas que regulan los servicios del transporte aéreo”.