12 Mayo, 2014 - 22:01
CREDITO: José Fonseca
El Economista
La ley de concursos mercantiles —en cristiano, la ley de quiebras— se reformó, nos dijeron, amoldándola al famoso chapter eleven de la ley correspondiente en Estados Unidos. Allá funciona de maravilla. Un ejemplo: en el 2005, Delta Airlines se acogió a la ley de quiebras. En 19 meses se reestructuró y no sólo libró la quiebra, en el 2007 salió de la protección legal como una poderosa empresa.
Aquí no se entiende que el concurso mercantil puede ayudar a salvar a las empresas como fuentes de trabajo y, de paso, satisfacer a los acreedores. Ejemplo: el patético manejo del caso de Mexicana de Aviación, en el cual se cometieron innumerables tropelías.