Rendija en Mexicana
POR: ALBERTO BARRANCO
EMPRESA
Al margen de la impugnación promovida por los sindicatos de la línea aérea, existe otra alternativa jurídica que podría obligar a revertir la resolución de la juez Edith Alarcón que declara en quiebra a Mexicana de Aviación. El jaque lo colocó el último inversionista que tocó la puerta para el rescate.
La firma Williams Capital entregó los últimos documentos reclamados por la togada a las 11:59… del propio viernes, es decir, nueve horas después de decretada la muerte de la firma pionera de la aviación en México.
Sin embargo, en su alegato habla de que la juez no fijó un plazo para cumplir los requisitos, tras haberse obligado al representante de la firma a declarar bajo protesta de decir verdad de que cumplía los registros.
La historia parece cuento.
Si empezamos por el desenlace, hete aquí que el jueves tres de abril, después de un largo jaloneo con la Tenedora K, propietaria del 95% de las acciones del llamado Nuevo Grupo Aeronáutico, se logró cubrir los requisitos para escindir de éste a la firma de mantenimiento MRO Services, lo que facilitó su salida del concurso mercantil, vía la firma de un convenio de reestructura.
La controladora de Mexicana de Aviación y las firmas aéreas de bajo costo Click y Link serían declaradas en quiebra… en la madrugada del día siguiente.
La paradoja del caso es que más o menos a la misma hora le llegaban a Williams Capital los comprobantes de solvencia avalados por la matriz del banco inglés HSBC, que le permitían garantizar su oferta de inyectarle 600 millones de dólares a la línea aérea en paréntesis de tres años siete meses.
La postura, planteada oficialmente en enero pasado, tenía la simpatía de los trabajadores por plantear la posibilidad de la liquidación total del contrato colectivo, con la oferta de recontratar a una parte de éstos para iniciar operaciones. El problema fue que la juez exigía la comprobación notarial de la existencia de una empresa que daría la cara en la operación de la aerolínea, trámite que se llevaría 60 días hábiles ante el Registro Público de la Propiedad.
La compañía que entraría en escena, Travel Splendid, no estaba en funciones al momento de la requisitoria.
Días antes de la declaración de quiebra la juez había señalado que en ese momento no existía ningún postor en línea para el rescate.
Lo cierto es que aunque es predecible la ratificación de la sentencia, es decir, el deshechamiento de la impugnación, los abogados de Williams Capital tienen previsto acudir a un tribunal de alzada. De aceptar éste el reclamo, podría quedar en paréntesis la posibilidad de venta de MRO Services y aún la de los nueve aviones que había pignorado la línea aérea con el Banco Nacional de Comercio Exterior.
La oferta en firme de Williams Capital la presentó el apoderado legal de Travel Splendid, Gustavo Villagrán López, señalando que tenía en disposición 600 millones de dólares acreditados en una cuenta del banco inglés HSBC.
En respuesta, la juez Alarcón le pidió que se entregarán documentos originales, dado que las copias exhibidas carecían de valor probatorio, además de comprobar la relación del apoderado con el beneficiario de los documentos. La exigencia hablaba también de etiquetar los recursos, es decir, bloquearlos financieramente, para el fin que se estaba planteando. Sin embargo, decíamos, no se otorgó plazo para cumplir los requisitos.
El hecho es que el cuatro de febrero siguiente se celebró una comparecencia del interesado ante el secretario del propio Juzgado Décimo Primero de Distrito en Materia Civil del Distrito Federal.
A la cita acudió un representante del diputado José Arturo López Cándido, en calidad de interesado en el rescate de Mexicana.
Ahí estaba, también, el conciliador de la línea aérea, José Gerardo Badín.
Jaque a la quiebra.