¿Calderón, accionista de Aeroméxico?
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12 Ago 2013
- Escrito por Moisés Sánchez Limón
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El de Mexicana de Aviación es un caso con elementos de sobra para una
novela de corrupción en las altas esferas empresariales coludidas con
el poder político que llevó a la pérdida de su fuente laboral a miles de
trabajadores, entre pilotos, aeromozas y personal calificado en tierra.
¿A quién o quiénes interesa que Mexicana de Aviación no vuelva a
alzar el vuelo? Desde la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha
habido esfuerzos de sumo sospechosos, para encauzar por la vía de la
solución a este grave problema que en un tris pueda mandar al bote de la
basura a la empresa insignia de México en el sector de la aviación
comercial.
Y, entonces, de acuerdo con quienes saben de estos menesteres, el
espacio mexicano se abriría totalmente a la incursión de líneas áreas
extranjeras, porque Aeroméxico no tiene esa condición de aerolínea
insignia, simple y llanamente se hizo de la preeminencia en el ramo
aéreo comercial una vez que Mexicana dejó de volar.
Pero, igual y las aerolíneas comerciales que aparecieron bajo el
rubro de bajo costo, están interesadas en que Mexicana permanezca en
tierra e incluso que sea declarada en quiebra o vendida en bilimbiques
sin capacidad económica para retomar su papel de insignia y usar sus
rutas que hoy tienen en calidad de mientras aerolíneas como Interjet.
En fin, el asunto es que un delincuente de cuello blanco, Gastón
Azcárraga, apenas es sujeto de una investigación por sus fraudulentos
procedimientos que llevaron a Mexicana de Aviación al status que hoy
tiene y con miles de familias despojadas de su fuente de sustento.
El año pasado, a finales de abril se conoció que Gastón Azcárraga fue
destituido de la dirección general y la presidencia del Grupo Posadas,
el grupo operado hotelero más grande de Latinoamérica. Las razones para
relevarlo no son las esgrimidas de un cambio generacional, no. Hay un
grave problema en los dineros de dicho grupo, que hasta mayo del año
pasado registraba un pasivo ponderado en diez mil millones de pesos,
amén de que enfrentaba una demanda del SAT por supuesto fraude fiscal.
Usted se preguntará ¿cómo es posible que un pillo de ese tamaño no
está preso para responder por los manejos fraudulentos que hizo en
Mexicana de Aviación y en Grupo Posadas? Sencillo: hubo acuerdo con el
gobierno federal en la pasada administración, la de Felipe Calderón
Hinojosa, porque, se sabe en fuentes judiciales, el ex Presidente estuvo
interesado en invertir en una línea aérea. Y Mexicana le hacía sombra.
Además, ¿por qué no se ha finiquitado finalmente a Mexicana de
Aviación? Porque no ha sido posible borrar las huellas de la perversa
sociedad entre empresarios y personajes influyentes en la pasada
administración en la SCyT.
Por eso, de acuerdo con información conocida el pasado fin de semana,
por ahí de diciembre próximo Aeroméxico enfrentará un severo problema
que llevará a la aerolínea a un status similar al de Mexicana.
Esa fue la causa por la que Felipe Calderón estuvo hace unos días en
México, para tratar el tema de Aeroméxico en Los Pinos porque, me dicen,
es propietario de 60 por ciento las acciones de la aerolínea comercial.
Conste.