10 julio 2013

DEL CORREO DEL BLOG

Hundido
Los sobrecargos de Aeroméxico tienen que estar mucho más que preocupados por su futuro laboral. Los secretarios de Trabajo y Comunicaciones y Transportes, Alfonso Navarrete Prida y Gerardo Ruiz Esparza, se han pronunciado abiertamente por la conveniencia de hacer cambios al contrato colectivo de trabajo.
La empresa dirigida por Andrés Conesa decidió mantener las condiciones de trabajo para la planta de sobrecargos a cambio de negociar en un plazo de 30 días un contrato colectivo para los sobrecargos que entren a trabajar en el futuro.
No les están pidiendo algo verdaderamente fuera del orden y la razón. Ya lo hicieron trabajadores de tierra y pilotos que entienden que el costo laboral es muy elevado con respecto a la competencia nacional e internacional.
La cerrazón y pobre visión de Ricardo del Valle y muchos miembros de su comité ejecutivo ha puesto las cosas de la siguiente manera: La administración reactivó el conflicto de naturaleza económica el cual llevaría a cambiar las cláusulas que tienen los hoy trabajadores, evidentemente perdiendo prestaciones y salario.
Como se desprende de las declaraciones públicas de los funcionarios, el interés del gobierno lógicamente es defender a los trabajadores y la manera de hacerlo es haciéndoles ver que las condiciones para los nuevos sobrecargos deben cambiar a favor no sólo de los que ya tienen un puesto de trabajo sino, además, del resto de los empleados de la línea aérea que muy difícilmente podrían recuperarse de una huelga como la que desea el secretario general de ASSA.
Del Valle sólo puede ser visto como el peor enemigo de los sobrecargos de Aeroméxico.
Dreamliner
Quizá quienes administran el AICM deberían voltear a ver lo que están haciendo los del Aeropuerto Internacional de Cancún, pues mientras uno sufre problemas de saturación y quiere mover los horarios, el otro acaba de recibir el primer Boeing 787, con lo que la aerolínea británica Thomson no sólo se convierte en la primera en llegar con este avión a México, sino que establece una frecuencia entre Glasgow y México.