¿Justificar o gobernar?
Rosario Avilés | Opinión 2012-05-29 | Hora de creación: 21:15:55 | Ultima modificación: 01:16:35
De acuerdo a la picaresca mexicana sólo hay algo peor que el fin de quincena y eso, es el fin de sexenio. Esto le aplica, desde luego, a quienes —como en su momento el “Tlacuache Garizurieta”— suelen vivir del presupuesto público. O sea: los funcionarios que cobran –algunos a veces trabajan- en la administración pública. (Que conste que estamos en el marco de la picaresca, para que ningún aludido vaya a incomodarse de más).
Ello implica que a la hora de hacer las cuentas, sean más las necesidades de justificar los errores y omisiones, que las cifras reales de logros para reportar. Al menos eso es lo que está pasando específicamente en el sector transporte aéreo, competencia de la SCT.
¿Quién iba a pensar, por ejemplo, que México que siempre fue un país de vanguardia en materia de aviación, hoy “pase aceite” con una auditoría de la OACI o esté permanentemente vigilado para saber si se queda o no en la Categoría 1 que otorga la Agencia Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos?
Ser degradado a la categoría 2, significa que la autoridad aeronáutica del país así etiquetado no cuenta con los mínimos de operación requeridos por la FAA. Esto le ocurrió a México hace un par de años y, si la auditoría que debe estarse realizando en estos días no arroja resultados mucho mejores que los encontrados recientemente, es probable que nuestro país vuelva a ser degradado.
Es decir, las dependencias públicas que tienen qué ver con la aviación se encuentran hoy en día en una situación mucho peor de lo que estaban en mayo de 2000. Doce años de improvisación en este sector se muestran en diversos órdenes. Veamos:
El organismo Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) pasa hoy por uno de sus peores momentos. Las horas extras que deben hacer sus controladores aumentan y a los jefes les da por ignorar los registros para hacer “borrón y cuenta nueva”; hay terrorismo laboral pues si algún controlador se ve envuelto en un incidente, puede ser demandado por la misma empresa que debería apoyarlo para que esos casos no vuelvan a ocurrir; hay equipo que está fuera de servicio, tiene falla o es obsoleto, como es el caso del VOR de Otumba o los radares en Quintana Roo que replican los ecos, sólo por citar algunos casos.
En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ha reinado la opacidad desde que ampliaron esta infraestructura con un presupuesto inicial de 400 millones de dólares que se triplicó sin mayor explicación y, menos, rendición de cuentas.
En los rankings de los mejores aeropuertos, el AICM ni siquiera aparece; los Comités de Seguridad Aeroportuaria y de Facilitación se reúnen intermitentemente; delante de las narices de sus directivos desfila la droga y se vienen enterando de ello en las noticias de Madrid; son frecuentes fallas eléctricas, pistas inundadas en temporada de lluvias, deficiencias en los estándares de las pistas y calles de rodaje que implican alto riesgo, sólo por citar algunos casos de lo cotidiano en esa terminal.
De la Dirección General de Aeronáutica Civil sólo se puede decir que es lamentable que a estas alturas no exista servicio civil de carrera. La Categoría 2 de la FAA es sólo la punta del iceberg de lo que sucede en sus instalaciones, donde hoy se afirma que “se exigirá a Mexicana que cumpla con los estándares que la ley establece”, cuando esta dependencia no tiene ni el personal capacitado con el cual supervisar ese cumplimiento.
Y en lugar de voltear a ese tiradero, los funcionarios que tienen ya sus días contados ahí (aunque futureen soñando en oficinas de Santa Fe), sólo se han dedicado a difundir las mil y un razones por las cuales las empresas aéreas que ellos han contribuido a hundir, no pueden o deben regresar a operar. Qué lastimoso estado en el que dejan a la aviación mexicana. Y como creyentes que somos, sólo nos queda pedir y esperar que lo que siga no sea peor que esto.
Lo oí en 123.45: American Airlines anunció ayer el nombramiento de Tony Gutiérrez como su nueva directora para México. Tony es la primera mexicana en ocupar este puesto y como mujer de gran empuje ha sido el motor comercial de American en México. Como comentamos anteriormente, American ya tiene 336 vuelos semanales entre diversas ciudades de nuestro país y destinos de los Estados Unidos. En hora buena por ellos y le deseamos todo el éxito a la nueva directora
raviles_2@prodigy.net.mx
Rosario Avilés | Opinión 2012-05-29 | Hora de creación: 21:15:55 | Ultima modificación: 01:16:35
De acuerdo a la picaresca mexicana sólo hay algo peor que el fin de quincena y eso, es el fin de sexenio. Esto le aplica, desde luego, a quienes —como en su momento el “Tlacuache Garizurieta”— suelen vivir del presupuesto público. O sea: los funcionarios que cobran –algunos a veces trabajan- en la administración pública. (Que conste que estamos en el marco de la picaresca, para que ningún aludido vaya a incomodarse de más).
Ello implica que a la hora de hacer las cuentas, sean más las necesidades de justificar los errores y omisiones, que las cifras reales de logros para reportar. Al menos eso es lo que está pasando específicamente en el sector transporte aéreo, competencia de la SCT.
¿Quién iba a pensar, por ejemplo, que México que siempre fue un país de vanguardia en materia de aviación, hoy “pase aceite” con una auditoría de la OACI o esté permanentemente vigilado para saber si se queda o no en la Categoría 1 que otorga la Agencia Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos?
Ser degradado a la categoría 2, significa que la autoridad aeronáutica del país así etiquetado no cuenta con los mínimos de operación requeridos por la FAA. Esto le ocurrió a México hace un par de años y, si la auditoría que debe estarse realizando en estos días no arroja resultados mucho mejores que los encontrados recientemente, es probable que nuestro país vuelva a ser degradado.
Es decir, las dependencias públicas que tienen qué ver con la aviación se encuentran hoy en día en una situación mucho peor de lo que estaban en mayo de 2000. Doce años de improvisación en este sector se muestran en diversos órdenes. Veamos:
El organismo Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) pasa hoy por uno de sus peores momentos. Las horas extras que deben hacer sus controladores aumentan y a los jefes les da por ignorar los registros para hacer “borrón y cuenta nueva”; hay terrorismo laboral pues si algún controlador se ve envuelto en un incidente, puede ser demandado por la misma empresa que debería apoyarlo para que esos casos no vuelvan a ocurrir; hay equipo que está fuera de servicio, tiene falla o es obsoleto, como es el caso del VOR de Otumba o los radares en Quintana Roo que replican los ecos, sólo por citar algunos casos.
En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ha reinado la opacidad desde que ampliaron esta infraestructura con un presupuesto inicial de 400 millones de dólares que se triplicó sin mayor explicación y, menos, rendición de cuentas.
En los rankings de los mejores aeropuertos, el AICM ni siquiera aparece; los Comités de Seguridad Aeroportuaria y de Facilitación se reúnen intermitentemente; delante de las narices de sus directivos desfila la droga y se vienen enterando de ello en las noticias de Madrid; son frecuentes fallas eléctricas, pistas inundadas en temporada de lluvias, deficiencias en los estándares de las pistas y calles de rodaje que implican alto riesgo, sólo por citar algunos casos de lo cotidiano en esa terminal.
De la Dirección General de Aeronáutica Civil sólo se puede decir que es lamentable que a estas alturas no exista servicio civil de carrera. La Categoría 2 de la FAA es sólo la punta del iceberg de lo que sucede en sus instalaciones, donde hoy se afirma que “se exigirá a Mexicana que cumpla con los estándares que la ley establece”, cuando esta dependencia no tiene ni el personal capacitado con el cual supervisar ese cumplimiento.
Y en lugar de voltear a ese tiradero, los funcionarios que tienen ya sus días contados ahí (aunque futureen soñando en oficinas de Santa Fe), sólo se han dedicado a difundir las mil y un razones por las cuales las empresas aéreas que ellos han contribuido a hundir, no pueden o deben regresar a operar. Qué lastimoso estado en el que dejan a la aviación mexicana. Y como creyentes que somos, sólo nos queda pedir y esperar que lo que siga no sea peor que esto.
Lo oí en 123.45: American Airlines anunció ayer el nombramiento de Tony Gutiérrez como su nueva directora para México. Tony es la primera mexicana en ocupar este puesto y como mujer de gran empuje ha sido el motor comercial de American en México. Como comentamos anteriormente, American ya tiene 336 vuelos semanales entre diversas ciudades de nuestro país y destinos de los Estados Unidos. En hora buena por ellos y le deseamos todo el éxito a la nueva directora
raviles_2@prodigy.net.mx
