Pone sobre la mesa 400 mdd por Mexicana
Como reveló 24 HORAS, el empresario árabe Michael Chamas quiere comprar la aerolínea. Ayer lo dejaron plantado representantes de la firma REDACCION
Octubre 28, 2011 10:50 am
y de SCT REDACCION
Octubre 28, 2011 10:50 am
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el conciliador y administrador de Mexicana de Aviación, Gerardo Badín, dejaron plantados a Iván Barona y a Michael Chamas ayer, a pesar de que los empresarios los esperaban para demostrarles que tienen por lo menos 400 millones de dólares en sus manos para comprar la compañía.
A las 10 de la mañana se tenía prevista una teleconferencia en la sala de Consejos de Mexicana. Como reveló 24 HORAS, Michael Chamas es un poderoso administrador de inversiones de origen árabe que acordó fondear al mexicano, dedicado principalmente a la minería, para reestructurar al Nuevo Grupo Aeronáutico, y convertirlo en aliado estratégico de Qatar Airways y Emirates.
Al llegar a la torre de Mexicana, en la colonia Del Valle, el equipo de trabajo que encabeza en este país Barona fue detenido por el personal de seguridad del edificio. “Sólo pueden pasar dos”, atajó la recepcionista. “Es la orden”.
Barona pasó con uno de sus socios más cercanos, para encontrarse con una sala de consejos con 18 sillas vacías. Los representantes jurídicos de la firma llegaron minutos después para comentar que el conciliador y administrador de Mexicana, Gerardo Badín, no podía estar presente. Tampoco llegó el representante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Ni siquiera estaba una computadora lista para hacer el enlace por Skype, como se tenía previsto.
“Acordamos una teleconferencia a las 10:00”, recordó Barona. “No dejan entrar a mi equipo”.
Javier Christlieb Morales, ex representante legal de la compañía, dijo que desconocía esa orden y pidió que dejaran entrar a todos.
Adolfo Crespo, quien desde hace más de 15 años dirige la atención a clientes y la comunicación corporativa de la empresa, entró a la sala y se acercó a Barona: “Badín sólo te atenderá dos minutos”, advirtió.
Llegó de pronto el encargado de sistemas del edificio, quien aseguró que no sabía usar Skype, por lo que no pudo hacer el enlace. Mientras tanto, en Dubai y otras partes de Europa, donde se encontraban inversionistas y abogados, se preguntaban qué pasaba en México. Chamas invitó a sus socios para demostrarles que la operación estaba lista.
La oferta por Mexicana la hicieron a mediados de mayo. A inicios de octubre, Chamas estuvo en México para confirmar que tenían el interés y preguntar qué necesitaban para concretar la compra.
Como informó 24 HORAS, Chamas trabajó con éxito para convertir el aeropuerto de Mirabel de Montreal, en un hub norteamericano para líneas árabes. Ese potencial se lo ven a México, lo consideran un trampolín para el sur de América, sin necesidad de tener que hacer escalas en Estados Unidos, una nación que por cuestiones de seguridad resulta muy incómoda para los hombres de negocios de Oriente Medio. Es un paso obligado, que no siempre les da la bienvenida.
Además de las rutas privilegiadas que tiene Mexicana, están sus bases de mantenimiento, certificadas internacionalmente (proceso que demora hasta 15 años).
Esas razones estratégicas los convencieron para invertir cientos de millones de dólares en el país por medio de Mexicana. Chamas y Barona van además con BestDay, un tour operador.
Chamas sólo necesitaba demostrarles que tiene dinero. Eso fue lo que le dijeron las autoridades mexicanas. Por eso estaba junto con su grupo en Dubai, esperando que le tomaran el enlace. Eran las 19:00 horas allá, y nada. Comenzaban a impacientarse.
A las 10:51 se decidió dejar Skype de lado y tomar un teléfono.
Los representantes de Mexicana recordaban mientras tanto que estaba ocupados, como su jefe, quien se encontraba en otra reunión. Que los inversionistas debían apurarse.
Adolfo Crespo saludó a Chamas.
“Hay un depósito de 400 millones de dólares disponible, cash, ¿hay alguna pregunta?”, dijo desde Dubai. “Hay mucha gente aquí”.
Lo que esperaba Barona y sus socios, era que le pidieran la prueba de que ese efectivo estaba disponible. Según Barona, estaba lista una operación Swift.
Pero en esos dos minutos que se conectó Badín y que sirvió de enlace Crespo, ninguna pregunta al respecto.
“Tiene que hacer contacto con el dueño de las acciones, tiene que hablar directamente con el dueño del paquete, del fideicomiso”, dijo el vocero de Mexicana.
El rostro de Barona y los presentes, que de por sí era de molestia desde que los dejaron en la calle y nadie de las autoridades estaba presente, volvió a transformarse. Se preguntaban por el fideicomiso, cuál fideicomiso. Ese era un nuevo obstáculo.
“No tienen preguntas, de verdad, les puedo explicar cómo pretendo hacer el depósito en un banco mexicano. Cómo pueden checar electrónicamente la disponibilidad del dinero. Es un depósito en efectivo, efectivo, aquí están mis socios”, reiteraba Chamas desde Dubai.
“Ninguna pregunta”, respondía Badín.
“Lo que urge es evidencia física”, agregó Crespo. “Hay que hacer el depósito en el fideicomiso”.
“El domingo llego entonces a México y nos reunimos el lunes. Espero que eso sea evidencia física suficiente”, dijo molesto Chamas.
Le dijeron que lo esperaban, pero le pidieron un número para contactarlo por si algo sucedía.
Fin de la conversación.
Badín les dijo por teléfono a los inversionistas que debía quedar claro que él estuvo en la negociación.
Minutos después, habló un representante de Chamas. Barona puso el speaker de su móvil en la sala de consejos: “Lo que le inquieta, me acaba de decir, es que ahora hablan de un fideicomiso. Qué es eso, de qué están hablando”.
Seguramente se refieren al correo que le envió Christian Cadenas a Michael Chamas el 17 de octubre de este año.
“Por favor observe las noticias que vienen como adjunto de los diarios mexicanos, donde verá que somos la opción ganadora para Mexicana. Gobierno, bancos y sindicatos están de nuestro lado. Y desde esta mañana tenemos 100 por ciento de las acciones de Mexicana depositadas en un fideicomiso. Entonces, nosotros somos la única posible opción para Mexicana”, dice Cadenas, quien encabeza Med Atlántica, otro de los grupos interesados.
Los representantes de Mexicana dijeron que todo lo referente al fideicomiso había que preguntárselo a los accionistas, Tenedora K, no a ellos.
Y además, indicaron que esos accionistas podían o no querer vender los títulos. Barona y Chamas salieron de nuevo, con sus millones de dólares intactos.
“Mi compromiso era traer a Michael, me dijeron primero que era patito. Ya lo traje. Luego me pidieron confirmar los fondos. Hoy cité a los inversionistas para confirmarlos, ante autoridades y si querían bank to bank. No vinieron. Ahora que hay que depositar millones de dólares en un fideicomiso…”, platicaba con sus socios Barona, quien les recordó que el lunes continuará la historia.
Como reveló 24 HORAS, el empresario árabe Michael Chamas quiere comprar la aerolínea. Ayer lo dejaron plantado representantes de la firma REDACCION
Octubre 28, 2011 10:50 am
y de SCT REDACCION
Octubre 28, 2011 10:50 am
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el conciliador y administrador de Mexicana de Aviación, Gerardo Badín, dejaron plantados a Iván Barona y a Michael Chamas ayer, a pesar de que los empresarios los esperaban para demostrarles que tienen por lo menos 400 millones de dólares en sus manos para comprar la compañía.
A las 10 de la mañana se tenía prevista una teleconferencia en la sala de Consejos de Mexicana. Como reveló 24 HORAS, Michael Chamas es un poderoso administrador de inversiones de origen árabe que acordó fondear al mexicano, dedicado principalmente a la minería, para reestructurar al Nuevo Grupo Aeronáutico, y convertirlo en aliado estratégico de Qatar Airways y Emirates.
Al llegar a la torre de Mexicana, en la colonia Del Valle, el equipo de trabajo que encabeza en este país Barona fue detenido por el personal de seguridad del edificio. “Sólo pueden pasar dos”, atajó la recepcionista. “Es la orden”.
Barona pasó con uno de sus socios más cercanos, para encontrarse con una sala de consejos con 18 sillas vacías. Los representantes jurídicos de la firma llegaron minutos después para comentar que el conciliador y administrador de Mexicana, Gerardo Badín, no podía estar presente. Tampoco llegó el representante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Ni siquiera estaba una computadora lista para hacer el enlace por Skype, como se tenía previsto.
“Acordamos una teleconferencia a las 10:00”, recordó Barona. “No dejan entrar a mi equipo”.
Javier Christlieb Morales, ex representante legal de la compañía, dijo que desconocía esa orden y pidió que dejaran entrar a todos.
Adolfo Crespo, quien desde hace más de 15 años dirige la atención a clientes y la comunicación corporativa de la empresa, entró a la sala y se acercó a Barona: “Badín sólo te atenderá dos minutos”, advirtió.
Llegó de pronto el encargado de sistemas del edificio, quien aseguró que no sabía usar Skype, por lo que no pudo hacer el enlace. Mientras tanto, en Dubai y otras partes de Europa, donde se encontraban inversionistas y abogados, se preguntaban qué pasaba en México. Chamas invitó a sus socios para demostrarles que la operación estaba lista.
La oferta por Mexicana la hicieron a mediados de mayo. A inicios de octubre, Chamas estuvo en México para confirmar que tenían el interés y preguntar qué necesitaban para concretar la compra.
Como informó 24 HORAS, Chamas trabajó con éxito para convertir el aeropuerto de Mirabel de Montreal, en un hub norteamericano para líneas árabes. Ese potencial se lo ven a México, lo consideran un trampolín para el sur de América, sin necesidad de tener que hacer escalas en Estados Unidos, una nación que por cuestiones de seguridad resulta muy incómoda para los hombres de negocios de Oriente Medio. Es un paso obligado, que no siempre les da la bienvenida.
Además de las rutas privilegiadas que tiene Mexicana, están sus bases de mantenimiento, certificadas internacionalmente (proceso que demora hasta 15 años).
Esas razones estratégicas los convencieron para invertir cientos de millones de dólares en el país por medio de Mexicana. Chamas y Barona van además con BestDay, un tour operador.
Chamas sólo necesitaba demostrarles que tiene dinero. Eso fue lo que le dijeron las autoridades mexicanas. Por eso estaba junto con su grupo en Dubai, esperando que le tomaran el enlace. Eran las 19:00 horas allá, y nada. Comenzaban a impacientarse.
A las 10:51 se decidió dejar Skype de lado y tomar un teléfono.
Los representantes de Mexicana recordaban mientras tanto que estaba ocupados, como su jefe, quien se encontraba en otra reunión. Que los inversionistas debían apurarse.
Adolfo Crespo saludó a Chamas.
“Hay un depósito de 400 millones de dólares disponible, cash, ¿hay alguna pregunta?”, dijo desde Dubai. “Hay mucha gente aquí”.
Lo que esperaba Barona y sus socios, era que le pidieran la prueba de que ese efectivo estaba disponible. Según Barona, estaba lista una operación Swift.
Pero en esos dos minutos que se conectó Badín y que sirvió de enlace Crespo, ninguna pregunta al respecto.
“Tiene que hacer contacto con el dueño de las acciones, tiene que hablar directamente con el dueño del paquete, del fideicomiso”, dijo el vocero de Mexicana.
El rostro de Barona y los presentes, que de por sí era de molestia desde que los dejaron en la calle y nadie de las autoridades estaba presente, volvió a transformarse. Se preguntaban por el fideicomiso, cuál fideicomiso. Ese era un nuevo obstáculo.
“No tienen preguntas, de verdad, les puedo explicar cómo pretendo hacer el depósito en un banco mexicano. Cómo pueden checar electrónicamente la disponibilidad del dinero. Es un depósito en efectivo, efectivo, aquí están mis socios”, reiteraba Chamas desde Dubai.
“Ninguna pregunta”, respondía Badín.
“Lo que urge es evidencia física”, agregó Crespo. “Hay que hacer el depósito en el fideicomiso”.
“El domingo llego entonces a México y nos reunimos el lunes. Espero que eso sea evidencia física suficiente”, dijo molesto Chamas.
Le dijeron que lo esperaban, pero le pidieron un número para contactarlo por si algo sucedía.
Fin de la conversación.
Badín les dijo por teléfono a los inversionistas que debía quedar claro que él estuvo en la negociación.
Minutos después, habló un representante de Chamas. Barona puso el speaker de su móvil en la sala de consejos: “Lo que le inquieta, me acaba de decir, es que ahora hablan de un fideicomiso. Qué es eso, de qué están hablando”.
Seguramente se refieren al correo que le envió Christian Cadenas a Michael Chamas el 17 de octubre de este año.
“Por favor observe las noticias que vienen como adjunto de los diarios mexicanos, donde verá que somos la opción ganadora para Mexicana. Gobierno, bancos y sindicatos están de nuestro lado. Y desde esta mañana tenemos 100 por ciento de las acciones de Mexicana depositadas en un fideicomiso. Entonces, nosotros somos la única posible opción para Mexicana”, dice Cadenas, quien encabeza Med Atlántica, otro de los grupos interesados.
Los representantes de Mexicana dijeron que todo lo referente al fideicomiso había que preguntárselo a los accionistas, Tenedora K, no a ellos.
Y además, indicaron que esos accionistas podían o no querer vender los títulos. Barona y Chamas salieron de nuevo, con sus millones de dólares intactos.
“Mi compromiso era traer a Michael, me dijeron primero que era patito. Ya lo traje. Luego me pidieron confirmar los fondos. Hoy cité a los inversionistas para confirmarlos, ante autoridades y si querían bank to bank. No vinieron. Ahora que hay que depositar millones de dólares en un fideicomiso…”, platicaba con sus socios Barona, quien les recordó que el lunes continuará la historia.