12 agosto 2011

DEL CORREO DEL BLOG

Mexicana: destino incierto
12 Agosto, 2011 - 01:49
CREDITO:
 Marco A. Mares


¿Cuál es el estatus actual de Mexicana de Aviación? La respuesta es: incierto.

Los dos inversionistas interesados, Avanza Capital y Altus Prot, no han podido demostrar que disponen de los 250 millones de dólares que tienen que invertir como mínimo para que se firme el convenio de concurso mercantil con cualquiera de ellos. El pasado 4 de agosto, Altus Prot se comprometió a invertir 5 millones de dólares y no lo ha hecho; el mismo día, Avanza Capital sólo se comprometió a dar un calendario de flujos.

En días pasados, el secretario del Trabajo, Javier Lozano -luego de una reunión con las partes involucradas-, hizo público que ninguno de los postores había demostrado que contaba siquiera con 50 millones de dólares. La afirmación la ratificó el dirigente de los sobrecargos, Ricardo del Valle Solares.

Hasta el pasado martes 9 por la noche, Lozano aseguró que en ambos casos los fideicomisos en CIBanco están listos para recibir los fondos para capitalizar Mexicana sin que hasta ese momento hubiera ocurrido.

En los últimos días, el administrador conciliador Gerardo Badín, ha declarado que existe un nuevo interesado, pero que por razones de confidencialidad no puede hacer pública su identidad. Ni Altus Prot ni Avanza Capital han pagado el millón de dólares que se definió como garantía. Altus Prot firmó un pagaré. Hasta ayer por la mañana, de acuerdo con información de una fuente bien informada, no se han colocado los recursos en el fideicomiso correspondiente.

Plazos y responsables

Después de la determinación de Felipe Consuelo de aceptar el incidente interpuesto por los sindicatos para no considerar el plazo del 9 de agosto preestablecido como fecha fatal, parecería que no hay fecha específica para que se alcance una definición.

No es así. El plazo de 365 días para la conclusión del concurso mercantil de Mexicana se cumple el próximo 28 de septiembre.

¿A quién le corresponde la selección del inversionista interesado para la asignación de la aerolínea o, en el extremo, la liquidación o quiebra de Mexicana de Aviación?

Le corresponde exclusivamente al administrador conciliador del concurso mercantil. No será el gobierno federal, es decir ninguna de las dependencias del Ejecutivo federal, la que tome la decisión final del destino de Mexicana de Aviación. No serán ni la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que encabeza Dionisio Pérez Jácome, ni la de Hacienda, de Ernesto Cordero, ni la del Trabajo, de Javier Lozano, las que definan qué pasará con Mexicana.

La decisión le tocará exclusivamente al Instituto Federal de Concursos Mercantiles y específicamente al administrador conciliador de Mexicana de Aviación. A él le corresponderá tomar la decisión: la firma de un convenio de reestructura, la liquidación o quiebra.

La determinación de los 250 millones de dólares como capital mínimo para vender Mexicana de Aviación a cualquiera de los postores la fijó el conciliador administrador, en función de los pagos que tiene que hacer a los acreedores de la aerolínea: en partes iguales y en números aproximados de 1,000 millones de pesos para las liquidaciones de los trabajadores, los acreedores y los impuestos.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público no tiene facultades para exigir que el inversionista interesado que resulte adjudicado invierta algún monto de capital.

Por eso es que se caen por su propio peso los rumores que se han esparcido a últimas fechas (presuntamente por los propios inversionistas interesados) de que la Secretaría de Hacienda está exigiendo nuevos requisitos.

No hay tal. Lo que sí exigió es que Altus Prot se diera de alta ante Hacienda y presentara su Registro Federal de Contribuyentes (RFC). En el momento en que levantó la mano y expresó su interés por Mexicana de Aviación ni siquiera tenía RFC.

Lo único que han pedido las autoridades del gobierno federal son los requisitos mínimos que se le pide a cualquier empresa que pudiera ser objeto de la adjudicación de una aerolínea.

Además del capital mínimo requerido, de los tiempos del concurso mercantil y de las responsabilidades de cada una de las partes, habría que revisar la eficiencia y productividad de las aerolíneas en el mercado, pero ésa es una historia que le contaré otro día.