14 diciembre 2010

DE LA COLUMNA DE ROSARIO ÁVILES

Opinión de
Despegues y Aterrizajes(Rosario Avilés | )


Los esqueletos del sexenio
Rosario Avilés | Opinión    Martes 14 de Dic., 2010 | Hora de modificación: 02:40



Muchos ciudadanos se preguntan si los funcionarios públicos se escuchan a sí mismos o cuando menos leen sus declaraciones en la prensa y los discursos que pronuncian en las reuniones públicas o comparecencias ante diputados, porque lo más común es que al día siguiente se contradigan o expresen conceptos completamente divorciados de la realidad.

¿Saldrán a la calle? ¿Alguien revisará lo que dicen? ¿Alguna vez se preguntarán si lo que dicen puede ser usado en su contra en el futuro? Suponemos que no, ya que la práctica es común y cotidiana.

Juan Molinar Horcasitas y Javier Lozano son una prueba viviente de ello, pero desde luego no son los únicos. Sin embargo, llama la atención que Molinar haya olvidado por completo las razones que esgrimió él y su “carnal” Javier, cuando impusieron la opción de P C Capital para que “financiera” (si es que efectivamente es eso) el plan de reestructura de Mexicana de Aviación, pese a que era la peor de las opciones propuestas.

En aquella ocasión, este par de funcionarios dijeron, y los administradores de Mexicana los secundaron, que sólo PC Capital garantizaba que el plan propuesto tuviera éxito, que era la propuesta más realista y que “era la única que contaba con la anuencia de los acreedores” (sic que se vuelve negritas).

Lo incomprensible es que estos días Molinar declara que Mexicana sólo podrá volver a volar si, y sólo si, logra un acuerdo con los acreedores… ¿qué no se lee? ¿qué no se escuchó a sí mismo? ¿qué Javier Christlieb y todos los funcionarios de Mexicana no le muestran la circular que enviaron el 9 de noviembre pasado a propósito de esta decisión inducida por este dúo dinámico? ¿Estamos ante el Dr. Jeckel y Mr. Hyde?

En esa circular se habla de la “solidez” del grupo y su propuesta: que es representada por Arturo Barahona y que ya estaba haciendo el Due Dilligence para que su propuesta fuera aceptada por el gobierno federal. Un poco después, el mismo gobierno federal le daba su bendición y descalificaba a los otros postores.

En la circular de marras se reiteraba que PC Capital iniciaría vuelos a las rutas que Mexicana tenía en el extranjero (especialmente en Estados Unidos) y ahora resulta, según dijo Molinar, que siempre no, que si vuelve a volar esta aerolínea, lo hará en rutas domésticas.

Es común que los funcionarios de una administración se sientan eternos mientras tienen el poder. El problema inicia al día siguiente de que dejan el cargo y se percatan de que ya no tienen razón en todo, de que los que se decían sus amigos siguen siendo amigos pero de quienes ahora ocupan los cargos y de que los muertos que —según ellos— dejaron en el camino, se levantan para cobrarles facturas.

Y en el caso de Mexicana (y en el de Aviacsa y Aeroméxico también), su actuación está siendo tan burda y descarada que están dejando demasiados esqueletos en el closet.

El golpe a los contratos colectivos es lo más patente. Pero también está el desaparecer opciones de empleo y crecimiento del sector en México; favorecer la opacidad en el conformación del capital de las aerolíneas mexicanas; pichicatear los recursos destinados a la aviación al punto de hacerla poco confiable –la degradación de la que fue objeto la autoridad aeronáutica mexicana lo demuestra, pero también la situación del Seneam-, así como mantener los conflictos de interés entre los encargados de hacer cumplir la ley y los que deben auditarlos o investigarlos.

Por todo ello deberán responder en su momento. El año del centenario de la aviación mexicana termina con el peor saldo que haya tenido el sector en toda su historia. ¡Qué pena!
raviles_2@prodigy.net.mx