31 agosto 2010

DEL CORREO DEL BLOG

Impunidad y trampas en la quiebra

de Mexicana: Mario Di Costanzo



Antonio Cerda Ardura


Detrás de la quiebra de Mexicana de Aviación hay una larga estela de fraudes, errores, corruptelas e intereses que benefician no sólo a funcionarios que financiaron la campaña de Felipe Calderón, sino probablemente a la propia familia presidencial, afirma a Siempre! el diputado del Partido del Trabajo, Mario Alberto Di Costanzo Armenta.

En entrevista con esta revista, el legislador, economista y articulista explica que la quiebra de la empresa aérea deja este mercado a las compañías extranjeras y sus consecuencias representan costos que la sociedad tendrá que pagar.

La quiebra de Mexicana, dice, pega también a pequeñas y medianas empresas que tenían relación con la aerolínea, se le achaca a los sindicatos de pilotos, azafatas y de personal de tierra, mientras que los responsables y los empresarios que saldrán beneficiados actúan con toda impunidad.




Un cascarón


A muchos sorprendió, y quizás esto es algo que ha sido recurrente en las últimas administraciones, que una empresa que, en apariencia, estaba sana, de súbito se declaró en quiebra y ahora tiene que ser salvada, no obstante y que, se supone, el gobierno debió haberla supervisado y pedir cuentas de su operación. ¿Qué pasó con Mexicana de Aviación?

En México no se tiene diseñada una política aeronáutica coordinada que se enfoque al aprovechamiento del mercado internacional y a ser un complemento o una herramienta importante de la actividad turística. Las empresas de aviación son concesiones de negocios que antes se daban al mejor postor y ahora al amigo. Aquí opera el dicho de que lo que mal empieza, mal acaba. El análisis del problema de Mexicana nos tiene que regresar hasta el proceso de venta de la Corporación Internacional de Aviación (Cintra). Usted recordará que esta empresa, que era dueña de Mexicana y de Aeroméxico, cayó y quedó, por su alto nivel de endeudamiento, en la panza del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa). El Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB) tenía la obligación de vender esos activos y recuperar lo más que se pudiera para resarcir o amortizar el rescate bancario. En 1997 se hizo un intento por vender Cintra, que valía 2 mil millones de dólares, pero en los dos años siguientes lo que pasó es que se intentó separarla. En el 99, ya con el IPAB funcionando, se hizo el primer remate. Después de muchos manejos turbios, se decidió separar las empresas, y, en 2005, Mexicana fue vendida al Grupo Posadas, en sólo 160 millones de dólares. En aquel momento, Mexicana era una empresa rentable, la segunda en pasajeros nacionales. Estaba dando números negros. En el 2006, se vendió la Torre Mexicana, en 40 millones de dólares, es decir, en una cuarta parte de lo que se pagó por toda la empresa. Y, a partir de ahí, se empezó a generar un fenómeno de desconsolidación de Mexicana de Aviación.

Empezaron a vender todo.

Empezaron a separar los negocios rentables. Así, se desincorporaron Click, Link y los talleres de mantenimiento, hasta que, finalmente, quedó un cascarón llamado Mexicana de Aviación. Como este cascarón ya no era rentable, obviamente al dueño ya le pesaban los contratos de los sindicatos de sobrecargos, de pilotos y del personal de tierra, y comenzó a decir que eran demasiado onerosos. Y luego llegamos a que Mexicana simplemente se retira del mercado diciendo: “Hasta aquí llegué”. ¿Qué es lo que esto refleja? El fenómeno que hay en México, ya muy antiguo, de empresarios ricos y empresas pobres. Son empresarios que únicamente se han beneficiado y lucrado con las empresas, sin la menor visión ni la menor regulación por parte del Estado. Usted lo señala de manera atinada: es una concesión y el Estado tiene todo el derecho de pedir cuentas.

Debió supervisarla.

Debió hacerlo, porque, al final, cedió la concesión de un negocio para que lo operaran, lo hicieran crecer y ofrecieran un buen servicio, lo que nunca ocurrió. El único afán fue enriquecerse, no hacer crecer a la industria, ni al sector, ni expandir la penetración del turismo mexicano, ni atraer más turistas. Y como nunca les exigieron cuentas, simplemente anunciaron: “Me voy”.




Fraude


¿Qué pasa con el dinero que los concesionarios habían pedido a bancos, por ejemplo, al de Comercio Exterior?

Es uno de los puntos que estamos exigiendo que se aclaren. Banorte prestó 150 mil dólares; Bancomext, mil millones, y así... ¿Por qué Bancomext, siendo una institución de banca de desarrollo, le presta recursos a una línea aérea que, supuestamente, estaba quebrada? Cuando el Grupo Posadas, encabezado por Gastón Azcárraga, recibió la empresa, se comprometió a capitalizarla y a aportarle dinero fresco. Podemos checar sus comunicados de prensa. Y, lejos de eso, se dedicó a desmembrarla. ¿Para qué, entonces, se dieron esos préstamos? ¿En dónde están? ¿Cómo es posible que una empresa tenga una deuda de 15 mil millones de pesos, cuando no valía eso? ¿Qué pasó, que se fue deteriorado? ¡Definitivamente hay malos manejos!

No se sabe en que se invirtió.

¿Qué es lo que pasa? Piden a nombre de una empresa y lo meten a otra. No me extrañaría que los recursos se hayan desviado para otro tipo de negocios del Grupo Posadas.

¿Ahí es donde esto suena a fraude?

Ahí es donde yo sostendría que hay un fraude. ¡A todas luces es un fraude! Lo que ha sucedido es un fraude maquinado por la falta de supervisión del propio Estado. Y, repito, no me sorprende. No es la primera vez que ocurre. Así pasó con los bancos y los ingenios.

Entonces, ahí hay un modus operandi.

Es una colusión del gobierno con estos empresarios, porque, además, si le buscamos, resulta que Gastón y Pablo Azcárraga fueron financiadores de la campaña de Felipe Calderón.
Para salvar a Mexicana, se crea un consorcio de empresarios mexicanos, Tenedora K. Entre ellos, hay mucha gente prominente que participó en la campaña de Calderón. Hay panistas y uno de los aportadores de fondos, en la otra empresa, Advent International, es hermano de la mujer  del Presidente. ¿Qué significa esto?
Es un negocio rentable para ciertas gentes de capital, bien relacionadas con Felipe Calderón, puesto que le están queriendo entrar. Pero como Gastón Azcárraga no quería salir perdiendo, él hace su negocio, exprime a la empresa y luego se las deja. Es un negocio de las gentes cercanas al PAN.


Costo fiscal


Y al Presidente, sobre todo.

Y a Felipe Calderón. Eso es definitivamente. El hecho de que esté metido ahí el hermano de la esposa del Presidente, es algo que ya no huele bien. No huele bien que Advent sea la que mete el capital, cuando, además, este grupo tiene como accionistas a otro llamado OHL (Obrascón-Huarte-Lain), que opera no solamente el Aeropuerto Internacional de Toluca, sino que ha sido concesionario de diversas obras carreteras (Viaducto Elevado del Bicentenario; Puente Metálico de Río Grande, en Michoacán; Circuito Exterior Mexiquense, Fase II, Tramo 1; Circuito Exterior Mexiquense, Fase I; carretera Amozoc – Perote; construcción del Sistema 1 del Tren Suburbano; carretera Cafetal-Mahahual). Si hablamos de ese tema, se ha dado también una serie de regalos a ciertos personajes. ¡Han regalado las carreteras, que son un bien público! La situación de Caminos y Puentes Federales (Capufe) es lamentable por esta política. Así que lo que estamos viendo es el patrón que privatizó utilidades y socializó pérdidas, y que está habiendo un costo fiscal para el Estado, que  no se puede evitar.

Y que otros tendrán que pagar.

¡Va a pagar la sociedad! Porque las facilidades que se les están dando para el combustible, para operar en aeropuertos, para todo eso, tienen un costo. Lo que se va a quebrantar de Bancomext, no veo cómo lo puedan pagar. Es más: ¿Cómo va a golpear esto a otras pequeñas y medianas empresas que tienen relación con Mexicana? Por dar un ejemplo burdo, a los que hacían los cacahuates que reparten en los aviones. Hay toda una economía alrededor de esta empresa, que es muy grande y es la segunda en transportación aérea de pasajeros en el país, de la que no podemos explicar cómo, de la noche a la mañana, con la mano en la cintura se declara en quiebra.




Perversidad


Va a afectar a sus trabajadores.

Y, además, quieren culpar a los sindicatos de su situación. ¡Esto se me hace perverso! No podemos negar que durante la administración de Calderón ha habido un ataque frontal a los sindicatos. Por eso me parece perverso y muy cobarde que después de saquear a las empresas, como lo hicieron con Mexicana, le acaben echando la culpa al sindicato, y que la nueva condición para que cambie de manos esta compañía sea que se sacrifiquen más prestaciones de los pilotos, las sobrecargos y del personal de tierra. Es una perversidad del Estado, con este grupo de empresarios actuando contra los trabajadores.

Advent International desde hace tiempo manifestó su interés en invertir en México, como lo hace en otros países de América Latina. ¿Qué papel juega aquí el cuñado de Caderón, Diego Hildebrando Zavala?

Advent es un fondo de inversión. No podemos saber la magnitud o el peso que tienen sus accionistas, pero así sea el socio menor o el mayor, resulta que es una operación en donde hay un conflicto de interés. La Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos habla de esto y, en su artículo 18, establece ciertos grados de consanguinidad y de parentesco. En este caso, la vinculación de Hildebrando con la empresa es un síntoma de que hay plan con maña en la operación. Se cambia de manos un negocio que alguien ya usufructuó y en el que ya ganó. Y yo me quedo pensando: “¿Y qué la concesión también se compra?”. En el peor de los casos, Gastón Azcárraga tenía la concesión, quebró y, en lugar de regresarla al Estado, se la pasa a otro. ¡Y el Estado queda pintado! ¿Qué el Estado no va a opinar si este grupo es honorable o no?

¿Cuál es el papel del hermano del secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas?

Javier Molinar está actualmente en el Consejo de Administración de Mexicana. Y Juan Molinar, al tener que opinar del asunto como secretario, obviamente entra en el conflicto de interés. Si un pariente del Presidente está comprando, un hermano del secretario de Comunicaciones está en la empresa que se está vendiendo, y los accionistas que venden aportaron a la campaña de Felipe Calderón, bueno, esto en cualquier país del mundo sería un escándalo.

¿Esto nos haría sospechar que el Presidente está haciendo negocios?

Sí, desde luego. Pero es muy burro para hacer negocios. ¿Por qué? Porque se necesita un replanteamiento de la política del espacio aéreo mexicano. Es decir: esto que está pasando va a tener impactos muy fuertes sobre el comportamiento futuro de la actividad turística. Mexicana ya ha cancelado vuelos. Un ejemplo: la ruta Zacatecas-Houston, que tenía cuatro frecuencias diarias, canceló dos o tres, o, de plano, toda la ruta. El nuevo propietario, sea cual sea, ya no va a poder hacer esas cuatro frecuencias.

Dijeron que van a reducir toda la actividad.

La calificación se pierde por los convenios internacionales. Y, entonces, ¿quién opera esas cuatro frecuencias? A lo mejor Mexicana va a operar dos, pero Continental va a operar las otras.
Se abre la puerta a las aerolíneas extranjeras.

Les estamos dejando el mercado. Ahora se sugiere que se haga una Cintra grandota. Volver a ese esquema puede ser o no. Yo no soy experto en política del espacio aéreo, pero si regresamos a ese esquema, un holding puede ser el dueño, por ejemplo, de Mexicana, Aeroméxico, Volaris, Interjet, o, incluso, de las cuatro, si así lo requiere el mercado. Pero, mire qué grave: Cintra se separó hace algunos años y el Estado dejó de recibir 2 mil millones de dólares. Entonces, los que volvieron a pagar fueron los contribuyentes, porque ese dinero era para amortizar el rescate bancario. Así que es error tras error, que se va tapando con corruptela tras corruptela.

En el caso de la compañía adquiriente, se dice que muchos de estos empresarios prestan en el aeropuerto distintos servicios. ¿Entra esto dentro del conflicto de intereses?

Pudiera entrar, si  atrás de estos negocios hay funcionarios públicos involucrados. Hay que ver cómo están operando, quiénes son, cómo ganaron las licitaciones. Lo que me queda claro es que este grupo, OHL, que es uno de los más visibles, sí tiene injerencia en la operación de aeropuertos. Pero no es lo mismo la operación de un aeropuerto que la de una línea aérea. Y, más grave aún: llama mucho la atención que la quiebra de Mexicana se da prácticamente al mismo tiempo en que Estados Unidos nos baja la calificación en aeropuertos. Imagine usted los grandes logros de la SCT de Molinar Horcasitas. Se le quebró la segunda línea aérea importante, nos bajaron la calificación en materia de aeropuertos. Es decir, de estar en el mismo ranking que los aeropuertos de Nueva York, París o Francfort, ahora nos hallamos al nivel de Congo o Costa de Marfil. No quiero discriminar países, pero creo que no es lo mismo para México.No evolucionamos, ¡involucionamos! Y esto tiene muchas implicaciones porque se comienza a recomendar que no se utilicen para viajar aeronaves de bandera mexicana, bajo el argumento de que los aeropuertos mexicanos no son seguros.

Desde hace meses esta campaña advertía que no se prestaban buenos servicios aeroportuarios.

Y esto vino a culminar con esta baja de calificación, en el mismo momento en que Mexicana se declara en quiebra. De manera que hay muchas cosas que no son casualidad. Parece una estrategia maquinada y pensada para que un grupo relacionado con la familia presidencial se quede con este negocio. Y hay que decirlo: ahora se afirma que Felipe Calderón ha favorecido a ciertos cárteles de la droga, pero también está muy interesado en el negocio de las telecomunicaciones y de las comunicaciones. Si ya nos ha dado muestras de que en telecomunicaciones, en materia de fibra óptica y de bandas ha hecho cosas no muy transparentes, esta es otra que está siguiendo los mismos patrones.



Estado con miedo

¿Se tendría que investigar esto?


No se tendría... ¡Es una obligación! Creo que el Poder Legislativo tiene la obligación de vigilar el buen ejercicio de los recursos públicos y del accionar gubernamental. El Estado tiene toda la autoridad moral, jurídica y administrativa para preguntar qué se hizo con lo que cedió. Hay muchos legisladores que han argumentado que no nos debemos de meter, porque que es un asunto privado. ¡No es privado! Fue una concesión de un bien público por parte de la autoridad. Creo que el Estado se ha tardado en reaccionar y que le ha dado miedo. Lo primero que debió haber hecho es retirarle a este señor la concesión y obligarlo a pagar las deudas, porque el gobierno no va a cargar con ellas. Esa es una manera. Es lo que no queremos entender y en donde el Estado muestra una debilidad y sienta un precedente: la impunidad. El comprar una empresa a precio de regalo, desmantelarla, desglosarla, separarle los negocios buenos, enriquecerse y luego quebrarla, es impunidad.

Nada impide que el nuevo dueño haga lo mismo.

No hay restricción y se siembra ese precedente de impunidad de los empresarios y ahora de la familia presidencial. Y, ¡aguas¡ Hay muchas concesiones que se están dando así.