Hola
Compañeros para ser honestos no conozco al pie de la letra los estatutos, y prometo primeramente quitarme esta ignorancia pero puedo decir sin temor a equivocarme que en algún sitio de ese librito debe establecer que se debe hacer con los traidores a la ASSA, en mi sincera opinión lo mas lindo seria quemarlos en la hoguera pero bueno se supone que somos gente civilizada, no?
De cualquier manera ojala que nuestro estatuto fuera como el Islam, la mano con la que has robado que te sea mutilada y aún así seria poco castigo para los sinvergüenzas que han vendido nuestra integridad y cosas que por derecho nos corresponden… verdad Loya?
Tristemente nuestras reglas internas se han convertido en la constitución ignorada como bien sucede en nuestro país, pero las leyes ahí están, escritas, impresas, plasmadas. Lo único que nos hace falta es hacerlas valer y con todo su peso, sin miedo alguno porque finalmente que vergüenza que pudiendo tener el control y el sartén por el mango algunos de los compañeros se sigan intimidando con los gritos que pegan los peleles en las asambleas, pero los perros que ladran… no muerden y si muerden, maldita sea que para eso tenemos pies, para patearles el hocico.
Compañeros para ser honestos no conozco al pie de la letra los estatutos, y prometo primeramente quitarme esta ignorancia pero puedo decir sin temor a equivocarme que en algún sitio de ese librito debe establecer que se debe hacer con los traidores a la ASSA, en mi sincera opinión lo mas lindo seria quemarlos en la hoguera pero bueno se supone que somos gente civilizada, no?
De cualquier manera ojala que nuestro estatuto fuera como el Islam, la mano con la que has robado que te sea mutilada y aún así seria poco castigo para los sinvergüenzas que han vendido nuestra integridad y cosas que por derecho nos corresponden… verdad Loya?
Tristemente nuestras reglas internas se han convertido en la constitución ignorada como bien sucede en nuestro país, pero las leyes ahí están, escritas, impresas, plasmadas. Lo único que nos hace falta es hacerlas valer y con todo su peso, sin miedo alguno porque finalmente que vergüenza que pudiendo tener el control y el sartén por el mango algunos de los compañeros se sigan intimidando con los gritos que pegan los peleles en las asambleas, pero los perros que ladran… no muerden y si muerden, maldita sea que para eso tenemos pies, para patearles el hocico.
