“Ladrones Famélicos vs Ladrones de Cuello Blanco”
30/05/2016
Milenio Luis García Abusaid
¿Qué acto resume la pobreza y la desesperanza de mejor manera? Cuando la persona es obligada a robar para que su familia sobreviva. Ocurre en el instante en el cual la dignidad de la persona desaparece para robar una telera de pan, un litro de leche, media docena de huevos, dos kilos de carne o un pollo rostizado. Sucede cuando sus debilitadas nociones del bien y el mal son trituradas por una realidad inmisericorde.
Estos robos por hambre tienen a 7 mil personas en la CDMX, la mayoría mujeres, recluidas en cárceles con una condena de hasta 10 años por no poder pagar una fianza o una defensa adecuada.
“Los establecimientos afiliados a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales presentan el 90% de denuncias en contra de las personas por robar alimentos, no sólo las acusan de este delito, también de intento de homicidio, amenazas, violencia, lesiones y daños a sus sucursales”.
¿Quiénes tienen tanta hambre para cometer esos robos por hambre y arriesgar cárcel? Las 55.3 millones de personas de escasos recursos que no tienen para satisfacer sus necesidades básicas de subsistencia.
El encarcelamiento por hambre desnuda la impunidad del sistema ante los empresarios, ladrones de cuello blanco, que por influencias y poder permanecen inmaculados ante sus fechorías.
El banquero Carlos Cabal Peniche, presidente del Banco Unión (1994), lavó dinero y realizó transacciones millonarias e ilegales de su banco al PRI nacional y al de Tabasco. Está libre.
El banquero Ángel Isidoro Rodríguez, presidente de Banpaís (1996), fue acusado de fraude, violación de las leyes de crédito y valores y deudas al erario público por 440 millones de dólares. Está libre.
Gastón Azcárraga, presidente del Consejo de Mexicana de Aviación (2011), vendió el 95% de las acciones de Mexicana por debajo de su valor (165.5 MDD), al Grupo Posadas del cual el mismo Azcárraga era el director. Está prófugo.
Héctor Lagos Dondé, presidente de MONEX (2012) fue acusado de emitir monederos electrónicos para comprar votos en la campaña de Enrique Peña Nieto. Está libre.
Amado Yáñez, presidente de Oceanografía (2015), contratista de Pemex, defraudó a Banamex-Citigroup por 450 millones de dólares. Está libre.
Este es México: Los ladrones famélicos en la cárcel. Los ladrones de cuello blanco libres.