Los extrabajadores de la aerolínea en proceso de quiebra Mexicana de Aviación no se dan por vencidos. Ahora solicitaron a autoridades judiciales acumular los juicios laborales que se han promovido en contra de la compañía.
Mientras tanto, las autoridades concursales que se encargan de la liquidación de la empresa buscan por todas las vías evitar el pago de salarios caídos, que sumarían más de 8 mil millones de pesos.
Los exempleados de Mexicana buscan también un embargo precautorio de los bienes que le quedan a la compañía como una medida de negociación porque, según el síndico de este proceso de quiebra, los haberes de Mexicana no superan un valor de 1 mil 700 millones de pesos.
El problema, según los trabajadores, es que el gobierno federal y las autoridades judiciales se han negado a reconocer que los slots y las rutas que administraba Mexicana deben considerarse como activos comerciales.
Una referencia que esperan los pilotos y sobrecargos de Mexicana es el estudio que realiza la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), que encabeza Alejandra Palacios, sobre la administración de los slots del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
En principio, la investigación de la Cofece establece que en esa terminal área se estarán realizando prácticas monopólicas que afectarían a los usuarios. Los trabajadores tomarían como referencia el resultado de las investigaciones de la Cofece y, durante este nuevo juicio, presentarían pruebas ante las autoridades judiciales del valor que tienen este tipo de activos en Estados Unidos y Europa.
La titularidad de estos slots ha representado muy buenos negocios para algunas aerolíneas. American Airlines vendió, por ejemplo, 34 slots en $420 millones de dólares; la línea aérea British Airways también comercializó dos slots en el aeropuerto de Heathrow por $74 millones de dólares.
Con estas referencias y un poco de matemáticas, los extrabajadores hacen cuentas: Mexicana tenía más de 4 mil 200 slots que conectaban a México con los principales mercados de América del Norte y de Europa.
Otro de los argumentos que presentarán los extrabajadores de Mexicana de Aviación es que fue la propia empresa la que provocó su quiebra, al renunciar a medidas cautelares que la protegían del embargo de sus cuentas por parte de los bancos que procesaban pagos de boletos de avión a través de medios electrónicos.
Cuando Aeroméxico, bajo la gestión de Gerardo de Prevoisin, pasó al control de los bancos se presentó el mismo escenario, y durante muchos años instituciones crediticias como BBVA Bancomer se hicieron cargo de la administración y los pasivos de la aerolínea. En otras palabras, fueron los acreedores de Mexicana los que provocaron la quiebra acelerada de la compañía.