Una cuestión de (in) competencia
Mar, 17/03/2015 - 7:28am
Por:
Rosario Avilés
Hay muchas razones por las cuales la aviación mexicana ha venido a menos. La más importante es la falta de una política pública que le dé certidumbre y futuro a la industria, lo cual en muchos sentidos es la raíz del resto de las calamidades que se han cernido sobre ella. Y es que esta ausencia permite la intervención en el sector de otros agentes de gobierno que quieren meter la mano para fines teóricamente buenos pero que terminan por fastidiarlo.
En el pasado hubo cosas que dieron al traste con la solidez de nuestra industria como la decisión de la entonces Comisión Federal de Competencia para impedir que Cintra (en ese entonces dueña de Aeroméxico y Mexicana) pudiera venderse como una sola entidad.
Desde entonces se dijo que esa decisión no sólo era un grave error (como se demostró después), sino que en muchos sentidos las políticas de competencia calcadas de los libros de texto de la escuela de Chicago no necesariamente respondían a nuestra economía. El resultado ha sido pérdida neta de valor de nuestro mercado aéreo y la quiebra de muchas aerolíneas, más la depauperización del sector y en especial de los trabajadores.
Ahora, muchos años después, la hoy Comisión de Competencia Económicavuelve a la carga. Su tema son los slots del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) que, como sabemos, son escasos pues es una infraestructura saturada, y como en ninguna otra parte se nota la necesidad de poner orden.
Pero hay una gran diferencia entre negociar ese orden, conforme a las mejores prácticas, y la intervención fundamentalista de la Cofece para emular las series norteamericanas donde un FBI “justiciero” allana oficinas, se lleva computadoras y amedrenta a personas.
La diferencia es que las series policiacas son ficción y lo que ha sucedido entre la Cofece y Aeroméxico hace unas semanas es un mal remedo que supuestamente busca frenar prácticas anticompetitivas y acciones sospechosas para regular la asignación de slots.
Una vez más esta comisión se equivoca. El AICM está saturado porque su capacidad está rebasada y la falta de decisiones en el pasado lo ha llevado al punto en que los slots son tan escasos que ya hay vuelos a las 4 de la madrugada. Pero la culpa de eso no la tienen las aerolíneas.
Hay algunas que tienen derecho sobre los slots porque los han trabajado(hasta los estudiantes de economía saben lo que es la “cláusula del abuelo”). Es el caso de Aeroméxico y de Mexicana pues en esta última aunque esté en vías de quiebra, esos derechos valen y pueden ser parte del monto que se recupere para los trabajadores.
Harían bien los comisionados de la Cofece en asistir al Centro de Control de Tránsito Aéreo de Seneam para que vean cómo es en realidad la asignación de slots y dejen de estar jugando al policía chino. Ahí podrán conocer el sistema de Plan de Vuelo con Slot Autorizado (PLANSA) que es la manera civilizada y globalmente utilizada para dirimir esta controversia, en tanto el nuevo aeropuerto está listo.
Desde el año pasado Seneam utiliza la tecnología disponible y la experiencia de su gente para ordenar los slots y suplir los retrasos y cancelaciones de una forma que ayude al tránsito aéreo a ser seguro y eficiente.
Querer resolver el tema con gritos y sombrerazos como si el ejercicio de derechos se tratara de un abuso, es cometer otro pero ahora desde la posición de autoridad.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio.
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