Imputan a Azcárraga malversación de fondos y viene declaración de quiebra de Mexicana DARIO CELIS EXCELSIOR OPINION
Desde mediados del año pasado la PGR trabajaba en la integración del expediente contra Gastón Azcárraga Andrade. A los sabuesos de Jesús Murillo les llevó alrededor de diez meses encontrar los elementos suficientes para librar orden de aprehensión contra el empresario.
El gobierno imputa al expresidente de Grupo Posadas operaciones con recursos de procedencia ilícita, mismas que llevaron a la quiebra a Compañía Mexicana de Aviación y beneficiaron la operación de su cadena hotelera.
Le había platicado a finales de noviembre que no sólo con el consentimiento de los demás accionistas, sino con su complicidad, Gastón Azcárraga sustrajo 198 millones de pesos de la caja de Mexicana de Aviación para pagar a Cintra las acciones de Grupo Mexicana.
Los recursos se depositaron en el Fideicomiso Número 589 de IXE Grupo Financiero. En una operación que involucró a directivos de ese banco antes de que lo comprara Banorte, en conjunto con Azcárraga y Manuel Borja, se diseñó la ingeniería financiera.
Borja, quien todavía fungía como director de Finanzas de Posadas, estructuró con Azcárraga y con los exdueños de Banco IXE un préstamo a Administradora Profesional de Hoteles (APH), recientemente creada por la propia cadena hotelera.
APH, sin haber tenido ni una sola operación en sus libros, fue acreditada por IXE para recibir un crédito puente, mismo que sería repagado días después de que Posadas se adjudicara 100% de las acciones de Grupo Mexicana, originalmente proveniente de inversionistas privados.
Azcárraga y Borja, al ver que no había más inversionistas que apostaran al proyecto de Mexicana, utilizaron la caja de la aerolínea para poder pagar parcialmente el crédito puente recientemente adquirido con IXE Banco.
Esto no se informó al consejo de Posadas, ni hubo evento relevante reportado a la BMV, delito catalogado grave y de consecuencia penal, ya que se ocultó información al consejo y a la comunidad de inversionistas propietarios de los títulos de Posadas en sus series
A y L.
Le adelantaba desde noviembre que el haber tomado dinero de la caja de Mexicana y hacer uso de ella para hacerse de más acciones era un delito penal. Fueron 198 millones de pesos que debilitaron a la aerolínea desde el primer día que Azcárraga y compañía tomaron el control.
Desde ayer Azcárraga ya es prófugo de la justicia. Lo que no debe perderse de vista es que la SCT, que comanda Gerardo Ruiz Esparza, tiene el contexto ideal para decretar la quiebra de Mexicana.