10 junio 2013

DEL CORREO DEL BLOG

Sergio Mejía Cano

2013 / 06 / 10
LÍNEAS AÉREAS
Cada cierto tiempo aparecen en los medios informativos noticias sobre las crisis cíclicas que sufren varias de las aerolíneas en los Estados Unidos de Norteamérica (USA). Se dice que algunas de ellas han estado a punto de declararse en quiebra e incluso que más de una ya lo ha hecho, a pesar de haber tomado medidas drásticas reduciendo hasta el mínimo posible sus costos de operación.
Una de estas líneas aéreas informó en su momento que había logrado ahorrarse miles de dólares con tan sólo eliminar la aceituna que le añadía a los martinis que se les ofrecía a los pasajeros en vuelo. Y otras más, siguiendo este mismo ejemplo, no nada más eliminaron la aceituna, sino que redujeron los refrigerios y limitaron el consumo a determinado número de bebidas por pasajero. Pero aun así, muchas de ellas constantemente han señalado que sus costos de operación no dejan margen de ganancia, por lo que se ven en la necesidad de reducir su planta laboral y hasta suspender algunas rutas que ya no les resultan redituables; y a propósito de rutas, algunos de los enterados del asunto han dicho que para paliar en algo dichas crisis, las aerolíneas estadounidenses le echaron el ojo a los países tercermundistas –el nuestro incluido- para entrar e invadir el mercado aéreo desplazando a las líneas aéreas de la nación en donde sentarían sus reales, primeramente, dejando de dar servicio en las rutas que tocaban dichos países del tercer mundo e iniciando la creación de aerolíneas pequeñas, con cuotas prácticamente económicas, cubriendo los principales estados de dichos países, para después ofrecer servicio internacional.
El pequeño detalle con que no contaban las líneas gringas era la oposición de los sindicatos, como en México, que al ver la invasión de líneas extranjeras, aunque se dijeran nacionales gracias a prestanombres, se iban a oponer a que tan fácilmente llegara una competencia prácticamente inequitativa, por lo que los trabajadores de las líneas nacionales empezaron por exigir mayores sueldos homologados a los de las nuevas compañías que se estaban estableciendo en el país, con la máxima contundente e inatacable de que: a trabajo igual, salario igual; compañías por cierto que han cambiado de nombre constantemente para no generar derechos entre sus trabajadores , y sin darles la oportunidad de que se organicen para crear un sindicato en defensa de sus derechos laborales; así que por lo mismo, de un tiempo para acá, hayan aparecido y desaparecido de la noche a la mañana líneas aéreas en nuestro país y con uno u otro pretexto las hacen desaparecer o nacer según lo requieran las condiciones. Pero como tenían la competencia de las líneas emblemáticas de México, como Mexicana de Aviación y Aeroméxico, se comenzó a trabajar en ver cómo se desarticulaban dichas compañías mexicanas que primeramente se dieron en concesión a la iniciativa privada y que por lo mismo se empezaron a generar algunos problemas tanto de tipo laboral como de costos de operación; cosa que nunca falla para poner como pretexto desaparecer o reacomodar una compañía aérea en nuestro país.
Mexicana de Aviación fue la primera que perdió, dejando en la calle a sus trabajadores tanto de tierra como de aire, sin importarle esto en lo más mínimo a los anteriores gobiernos panistas. Ahora, por el momento, los trabajadores de Aeroméxico han cedido en parte a las pretensiones patronales, tal vez intuyendo que les podría pasar lo mismo que a los de Mexicana; lo malo es que quedó en el aire la posibilidad de que los trabajadores de nuevo ingreso ya no reciban las mismas prestaciones que los que actualmente están en servicio. De llevarse esto a cabo, se estaría violando la máxima citada líneas arriba: A trabajo igual, salario igual. No hay de otra, y si esto no se llega a respetar, se estaría sentando un precedente más de impunidad para la clase patronal y dejando en clara evidencia la desprotección y abandono en que se encuentra actualmente la clase trabajadora.
Así como se desapareció a Luz y Fuerza del Centro y por ende a su Sindicato Mexicano de Electricistas, podría ser la punta de lanza para ir desarticulando poco a poco a la Comisión Federal de Electricidad, se hizo lo mismo con Mexicana de Aviación, por lo que todo indica que Aeroméxico también está próximo a desaparecer. Esta huelga conjurada por haber aceptado sus trabajadores el aumento ofrecido, podría considerarse como un pequeño tanque de oxígeno, pero para la próxima es posible que desaparezca.