Por: David Páramo
OPINIÓN
23/Mayo/2013
Absurdo
La jugada de Ricardo del Valle es cada vez más clara:
pretende que estalle la huelga en Aeroméxico, que el gobierno requise y que se
genere una crisis dentro de la aviación nacional.
Parecería que cree, de un modo verdaderamente absurdo, que si sucede esto
todo se compondrá no sólo para él sino para los trabajadores de Mexicana de
Aviación.
Como hemos señalado en este espacio, él no tiene ganas de regresar a trabajar
en la línea y de ahí que les gustaría verse como un duro líder dentro del
sindicalismo y de la UNT.
En ASSA hay muchos quienes se quedaron con algo que podría llamarse el
síndrome de Alejandra Barrales, es decir, pasar de ser líderes
sindicales y sobrecargos a políticos connotados. Sólo ella lo ha logrado por sus
talentos personales como es la elevada capacidad de negociación y la nula
ingenuidad.
Siguiendo esta línea de lo absurdo tratan de hacer creer que si estalla la
huelga y el gobierno requisa se disolverían, como por arte de magia, los
argumentos de la empresa dirigida por Andrés Conesa en el
conflicto de naturaleza económica.
Si usted no encuentra una línea razonable no se preocupe, no existe; sin
embargo, una gran parte de las posiciones asumidas por el sindicato de
sobrecargos durante los últimos años no la tienen.
Por el contrario, como lo han señalado los sobrecargos de Aeroméxico a
quienes la dirigencia de ASSA califica de traidores, si estalla la huelga los
efectos económicos a la empresa harían que el contrato colectivo todavía fuera
mucho más grave.
Hay un supuesto verdaderamente peligroso. Dan prácticamente por un hecho que
el gobierno requisaría Aeroméxico para mantener las operaciones de la línea
aérea; sin embargo, esa posición ignora el muy claro mensaje que ha mandado el
secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, en el sentido
de que hará todo para que lleguen a un acuerdo antes del 31 de mayo cuando
estallaría la huelga.
Si no entienden que el gobierno no está dispuesto a requisar simplemente
porque no quiere la huelga, pues parecería que los seguidores del líder sindical
entre los que están los desempleados de CMA el asunto se volvería mucho más
grave.
Creen, por otra parte, que si estalla la huelga por alguna exótica razón el
gobierno de Enrique Peña Nieto decidirá que se debe rescatar a
Mexicana de Aviación. Tampoco tienen un argumento lógico.
El gobierno no va a ceder en contra de las excesivas pretensiones del
sindicato de sobrecargos y tampoco cambiará su opinión sobre la situación de la
línea aérea todavía en Concurso Mercantil.