23 mayo 2013

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Divide a sobrecargos posible huelga
Alan Miranda
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Un análisis hecho por Aeroméxico reveló que aceptar a todas las peticiones de ASSA incrementaría 180 el gasto destinado a sobrecargos. Foto: Alejandro Mendoza Mendoza
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Autor: NEGOCIOS/Staff
Cd. de México, México (23 mayo 2013).- Ante el temor de que estalle la huelga en Aeroméxico el 31 de mayo como lo impulsa la dirigencia sindical de sobrecargos, un grupo disidente pretende impedir que se lleve a cabo, ante el temor de que se deterioren sus condiciones laborales.

Sergio Salinas, sobrecargo que encabeza al grupo y cuyo número de participantes omitió, consideró que el pliego petitorio presentado a la aerolínea por el actual secretario general de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), Ricardo del Valle, es demasiado ambicioso y dificulta la renegociación del contrato colectivo de trabajo.

Un análisis hecho por la aerolínea reveló que aceptar a todas las peticiones de ASSA incrementaría 180 por ciento el gasto destinado a sobrecargos, cuando en la mayoría de las negociaciones contractuales se logran aumentos de alrededor de 5 por ciento.

Salinas consideró que las propuestas del pliego petitorio motivaron que la compañía presentara de manera anticipada un Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), el pasado 12 de abril.

Desde su perspectiva, la JFCA podría dar la razón a la empresa, lo cual implicaría una reducción considerable en los salarios y prestaciones de los trabajadores activos. La huelga y las pérdidas generadas por ésta fortalecerían el argumento de que el personal de a bordo es demasiado costoso.

Ante este escenario, Salinas Loya, quien fue secretario de Trabajo de ASSA hace varios años, propuso negociar con la aerolínea fuera de la JFCA para alcanzar acuerdos que beneficien a ambas partes.

Una de las iniciativas es aceptar la aplicación de un contrato colectivo alterno, con condiciones laborales inferiores a las que gozan los sobrecargos en activo, pero que sólo aplicaría para los empleados contratados en el futuro.

Este cambio fue propuesto por la empresa varias veces en los últimos años, y su aceptación no implica que los nuevos sobrecargos renuncien a negociar mejoras laborales en el futuro.