México D. F., a 15 de enero del 2013.
Lic. Enrique Peña Nieto
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
Lic. Jesús Alfonso Navarrete Prida
Secretario del Trabajo y Previsión Social
Comisión Nacional de los Derechos Humanos
A la opinión pública:
Quienes suscribimos el presente, somos un grupo de más de seiscientos jubilados pertenecientes a la empresa Mexicana de Aviación que hemos sido despojados de nuestro patrimonio, es decir de nuestro fondo de pensiones.
En la década de los años 70’s, después de arduas negociaciones entre empresa y sindicato, como trabajadores de Mexicana de Aviación decidimos comprar la cláusula de jubilación a fin de dar certidumbre a nuestro futuro. Literalmente “compramos”, ya que generalmente se piensa que las prestaciones se derivan de dádivas de las empresas a sus trabajadores cuando en realidad se trata de retribuciones establecidas por ley al desempeño de sus funciones y los trabajadores simplemente elegimos a qué rubro las destinamos.
En el caso que nos ocupa la creación de la cláusula de jubilación, en ese entonces y de común acuerdo, la empresa quedó obligada a generar la reserva económica que un estudio actuarial determinó a fin de estar en condiciones de cubrir el pago que por tal motivo se iría generando para cada uno de nosotros.
Como se sabe, de 1995 a diciembre del 2005 Mexicana de Aviación fue administrada por CINTRA, organismo derivado del IPAB; es decir, fue administrada por el Gobierno Federal.
A efecto de dar mayor seguridad jurídica a nuestra cláusula, en el año 2001 se registró ante la CONSAR nuestro Plan Privado de Pensiones con un monto inicial de 124 millones de pesos; mismos que debieron haberse incrementado a fin de generar la reserva actuarial y dar cumplimiento cabal a la cláusula de jubilación pactada.
En septiembre del 2005, después de un análisis actuarial se detecta una insuficiencia de fondos por lo que, dolorosa pero responsablemente, se decide transformar nuestra cláusula de tal forma que, para los trabajadores con la especialidad de sobrecargo contratados después de septiembre de 1989, se conformaría un fondo de “contribución definida” consistente en la creación de cuentas individualizadas con aportaciones bipartitas (empresa y trabajadores). Es importante aclarar que ningún sobrecargo en estas condiciones ha alcanzado aún la jubilación bajo este esquema en virtud de no haber transcurrido el número de años requerido.
Una vez comprada la empresa por el Sr. Gastón Azcárraga, en el año del 2007, unilateralmente la empresa decide suspender el pago de aguinaldo a los sobrecargos jubilados.
Posteriormente, en agosto del 2010 y derivado de la crisis financiera de la empresa, los sobrecargos jubilados recibimos una parcialidad de nuestra pensión, misma que fue suspendida por 3 meses, de tal forma que de octubre a diciembre de ese año, los sobrecargos jubilados no percibimos cantidad alguna por parte de nuestra empresa. No fue sino hasta el mes de enero del 2011, que se empezó nuevamente a proporcionarnos un pago mucho menor al correspondiente; cantidad que fue abonada de manera constante hasta el mes de mayo del 2012. A partir de ese mes ese pago parcial se nos empezó a proporcionar de manera irregular hasta que, finalmente, se suspendió desde el mes agosto del 2012 llevando ahora cinco meses sin recibir absolutamente nada y permaneciendo en un total estado de indefensión.
Los sobrecargos jubilados somos perfectamente sensibles a la situación de nuestra empresa; sin embargo no podemos omitir hacer las siguientes observaciones:
a) Nuestra cláusula de jubilación fue creada a principios de la década de los 70, de tal forma que la conformación de la reserva actuarial debió generarse a lo largo de aproximadamente 40 años.
b) Mexicana de Aviación fue administrada por el gobierno federal a través CINTRA desde 1995 y vendida al Sr. Gastón Azcárraga en diciembre del 2005 y durante este periodo debió vigilarse el fondeo de recursos para esa obligación contractual perfectamente delimitada en monto y beneficiarios.
c) Siendo que nuestro fideicomiso fue aperturado en el 2001 con un monto de 124 millones, para el mes de agosto del 2010 contaba tan sólo con un aproximado de 91 millones; es decir, no obstante que no fue fondeado, dicho monto fue disminuido sensiblemente por la administración de la empresa sin que hasta la fecha se justifiquen contable o administrativamente, las razones para no haber cumplido con esa obligación.
Es importante comentar que en agosto del 2006, un grupo de sobrecargos preocupados e inconformes con la administración que llevaba de la empresa el grupo encabezado por el Sr. Gastón Azcárraga, solicitamos que, en uso de sus facultades y obligaciones establecidas como autoridad concesionara de un servicio público, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le realizara una auditoría. La respuesta de la autoridad fue que era improcedente dicha solicitud, ya que la propia ley contemplaba la realización de las mismas anualmente y que, en todo caso, no nos informaría de su resultado por carecer de interés jurídico. Hoy, siendo pública y notoria la deficiente y probablemente fraudulenta administración de la Compañía Mexicana de Aviación por parte del grupo que ostentaba el título de Concesión, queda demostrado que nuestra sospecha era más que fundada y que el gobierno fue omiso en su obligación de vigilar que el concesionario cumpliera con los requisitos establecidos en las leyes aplicables para mantener el derecho de explotación del espacio aéreo mexicano y que, entre otras, está la de demostrar solvencia financiera.
Por lo anterior, Sr Presidente, solicitamos su más directa y enérgica intervención a efecto de que, de manera inmediata y como parte de las obligaciones que tiene toda empresa inmersa en un concurso mercantil, se cubra nuestra pensión jubilatoria de la forma que se encuentra pactada y depositada en constancia ante las autoridades laborales pues no existe acordado por juez de ninguna especialidad, la suspensión de las relaciones laborales, de beneficios del contrato colectivo ni de derechos adquiridos. Así mismo solicitamos también que el área de gobierno correspondiente se haga responsable del grave deterioro causado a nuestro plan privado de pensiones, ya que, durante el período de administración gubernamental de la empresa, los funcionarios públicos al frente no hicieron lo conducente, a fin de dar cumplimiento a las acciones derivadas del compromiso pactado en el Contrato Colectivo de Trabajo y, en cambio, sí vendió a nuestra empresa junto con nuestro pasivo laboral claramente plasmado, aceptado por las partes y avalado por autoridad, sin supervisar o generar las garantías necesarias para su cabal cumplimiento.
Despojar a cualquier ciudadano de su patrimonio en cualquiera de sus modalidades es un delito que se agrava cuando la autoridad como encargada de vigilar el estado de derecho es coparticipe por omisión, autoría o negligencia. Cometer delitos como este en contra de un grupo social vulnerable es ir en contra de todo derecho humano.
Los trabajadores jubilados tanto de Mexicana de Aviación y jubilados en general, somos hoy día de los grupos más vulnerables por motivos de salud y edad, en virtud de que, en este nuestro país, las oportunidades de reincorporarse a la economía formal son nulas.
En espera de su valiosa intervención, nos reiteramos a sus órdenes.
Fausto Guerrero Díaz
044 5554 33 3587
AJTEAM
Asociación de Jubilados Trabajadores y Ex trabajadores de la Aviación Mexicana A.C.