14 agosto 2012

DEL CORREO DEL BLOG

Sin consuelo

SERGIO SARMIENTO

Jaque mate
"La administración de justicia es el pilar más firme del gobierno."— George Washington
El Consejo de la Judicatura había señalado que los jueces son independientes y que, por lo tanto, no podía intervenir en las decisiones de Felipe Consuelo, quien extendió el concurso mercantil de Mexicana de Aviación más allá de lo que permite la ley y se pronunció abiertamente a favor de los sindicatos, una de las partes interesadas en el proceso.
Este 9 de agosto, sin embargo, la Judicatura anunció un enroque que dará al proceso un nuevo responsable: Edith Alarcón Meixueiro ha sido designada nueva titular del juzgado decimoprimero civil en donde está radicado el concurso.
La remoción del juez Consuelo fue producto, según señala la propia Judicatura, de que "existen en trámite seis quejas y denuncias promovidas por acreedores intervinientes en el concurso mercantil 432/2010, en las que se señala que probablemente se encuentra afectada su imparcialidad".
El cambio de juez abre la posibilidad de que pueda haber ya una solución, cualquiera que sea, quiebra o rescate, al concurso mercantil de Mexicana. Al prolongar de manera indefinida un proceso que la propia ley dice no puede durar más de un año, y que ya acumula dos, el juez Consuelo ha generado una enorme incertidumbre no sólo entre los acreedores de Mexicana, entre quienes se cuentan miles de personas que compraron pasajes de la aerolínea, sino también entre los demás participantes en el mercado de la aviación comercial.
Quizá por eso el concurso mercantil ha atraído a grupos que pueden calificarse cuando menos de excéntricos en el intento de rescatar a Mexicana. Varios han afirmado tener los recursos para rescatar a la aerolínea, pero cuando llega el momento de la inversión, el dinero simplemente no aparece. Ninguno de los supuestos inversionistas ha provenido de empresas con experiencia en la aviación comercial.
La simple designación de un nuevo titular del proceso significará un nuevo retraso, ya que la nueva juez tendrá que familiarizarse con el expediente. Pero cuando menos desaparecerá el temor de que el proceso simplemente se prolongue de manera indefinida
Los activos de Mexicana han sufrido un deterioro muy importante en estos últimos dos años. Los presuntos compradores se dan cuenta de que el costo del rescate es muy alto. Mucho más barato parecería usar los recursos para abrir una nueva aerolínea.
La conclusión del concurso mercantil de Mexicana es muy importante para permitir nuevas inversiones en la industria de la aviación. Interjet y Volaris no pueden apostar mucho más a la compra de nuevos aviones mientras no sepan si se quedarán o no con los slots en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y con las rutas de Mexicana que están utilizando mientras se define el destino de empresa. Aeroméxico ha anunciado ya un fuerte programa de expansión, porque no tiene problema de slots, pero no ha decidido si los nuevos aviones reemplazarán a los que ya tiene o se sumarán a su actual flota.
Independientemente de si uno piensa que Mexicana puede o no rescatarse, las prácticas del juez Consuelo han generado un problema de incertidumbre jurídica que va mucho más allá de la aviación comercial. De nada sirve tener leyes si un juez puede decidir no aplicarlas. Y de nada sirve contar con jueces si éstos se pronuncian abiertamente a favor de uno de los interesados en un proceso.
La Judicatura no ha intervenido en la decisión del juez que debe ser autónoma. Con el enroque, sin embargo, parece mandar un mensaje importante. Los jueces deben aplicar la ley y no enmendarla, y si tienen alguna preferencia deben por lo menos guardársela para sí. Es lo mínimo que podemos pedir de un sistema de justicia.