16 julio 2012

DEL CORREO DEL BLOG

Más enredos en Mexicana
Alberto Barranco


 
 
Empresa

¿A quién le cree usted? De acuerdo con la firma española Med Atlántica están ya colocados en firme los recursos para el rescate de Mexicana de Aviación. De acuerdo con el Banco Nacional de Comercio Exterior, el segundo mayor acreedor de la línea aérea, los papeles exhibidos son falsos
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La primera anunció letra por letra en un comunicado que tanto el banco de desarrollo como el Banco Mercantil del Norte, en este caso el principal acreedor de Mexicana, "tienen en su poder la prueba de fondos con claves bancarias donde se muestran, bloqueados para la línea aérea y Med Atlántica, 230 millones de euros (400 millones de dólares al tipo de cambio actual)".

El segundo acepta tener en su poder una copia fotostática de una supuesta garantía emitida por un banco alemán a favor de Med Atlántica, con la novedad de que éste, requerido telefónicamente, rechaza conocer del asunto.

¿Se falsificó el papel? ¿Se trató de burlarse no sólo de un acreedor, sino del juez del concurso mercantil de la compañía aérea, Felipe Consuelo Soto, quien había validado el documento? ¿Se prestó un banco del gobierno mexicano a una puesta en escena para descalificar de una vez por todas a Med Atlántica?

Del otro lado de la moneda ¿Está jugando con su prestigio una firma española con ramificación en varias partes del planeta, incluido México?

¿Hay un complot para jugar el juego del tío Lolo en agravio de ocho mil trabajadores en largo ayuno de ingresos?

Lo curioso es que las aguas se tranquilizaron cuando Med Atlántica ofreció transferir los recursos en un fideicomiso administrado por el propio Bancomext.

Sin embargo, en la misma ruta del sospechosismo, mientras se realizaba una reunión para verificar la seriedad de Med Atlántica con asistencia de los secretarios de Comunicaciones y Transportes y del Trabajo, una de las firmas que en el papel acompañaba a la compañía hotelera hispana, Fides Gestión Financiera, presentó por su cuenta otra oferta.

El problema es que el aval de ésta, como lo comentamos oportunamente, era un cheque por 250 millones de dólares… documentados en kinas, la moneda de la isla Bougainville ubicada en Nueva Guinea. El cheque lo expidió el Bank of Meckamuni.

La vacilada, pues, era evidente.

El caso es que en la ruta de búsqueda de respaldo financiero para regresar a Mexicana a las pistas después de un largo paréntesis de dos años, han desfilado 23 postores, cuyo proyecto financiero se ha desmoronado en medio de acusaciones de exhibir documentos apócrifos; de plantear capitales superiores a su capacidad; de carecer de experiencia en el ramo, o de plano de blofear…

La lista habla lo mismo de sociedades financieras de objeto limitado que de empresas mineras o de inversionistas desconocidos.

Lo raro del caso es que tras su descalificación, previo "balconeo" de sus socios, ninguno de ellos insistió en su oferta, ni planteó inconformidad alguna ante la opinión pública.

Por lo pronto, la descalificación del Bancomext a Med Atlántica -uno de cuyos funcionarios, Christian Cadena, lleva meses viviendo en México-, llega justo cuando se preparaba el cierre del concurso mercantil aprobándose un convenio de reestructura de la deuda con 50% del sí de los acreedores.

De darse el supuesto tanto el Bancomext como Banorte, quienes no han querido sentarse a convenir una salida justa, tendrían que aceptar las "quitas" aprobadas por el resto.

La zancadilla, pues, fue oportunísima.

Y por lo pronto, también, la comedia de enredos vuelve más vulnerable la situación del juez Consuelo Soto, considerando que ha dejado pasar los plazos de ley para llegar a un arreglo o declarar la quiebra de la línea aérea.

¿A quién le interesa apuñalar la esperanza de los trabajadores?