Entre la esquizofrenia y el doble discurso
Rosario Avilés | Opinión 2012-03-20 | Hora de creación: 22:56:55| Ultima modificación: 00:01:25
Uno de los principales problemas de los gobiernos recientes es que creen que tener eso que llaman “disciplina fiscal” (que es, en sí, muy discutible) es hacer bien el trabajo económico y que eso es lo único que necesita este país. Si aplicar la receta que le dio a México el FMI hace más de 30 años es hacer bien las cosas, quiere decir que algo anda muy desfasado en la cabeza de los gobernantes.
Y el resultado está clarísimo: es cierto que la inflación se ha mantenido dentro de límites “aceptables” (para el “guru” FMI), pero la economía mexicana no crece a los niveles que requiere su población y cada día hay más desigualdad, menos oportunidades para los jóvenes y más desempleo, amén de que quienes están al mando del gobierno cada día tienen menos competencias para ello.
Lo de la disciplina fiscal también es discutible. El monto del presupuesto como proporción del PIB se ha mantenido “sano” (también según San FMI), pero la distribución de ese gasto es tan discrecional y su ejercicio es tan oscuro, que no soportaría la prueba de la revisión ni aunque compraran a los calificadores.
Pero aún más: el régimen panista ha ido mucho más lejos que su criticado PRI en cuanto a cinismo y corrupción. Además, como cerecita del pastel, no hay panista que no se sienta “puro” y no crea que el blanquiazul tenga una especie de “licencia” para hacer tropelías. Como diría un distinguido miembro del gabinete, hoy secretario de Estado cercano al jefe-jefe, “para combatir al PRI hay que usar las mismas armas” (quien esto escribe lo escuchó de viva voz y sin que el interfecto se ruborizara siquiera).
El asunto es que pueden tener las mismas mañas, pero parece ser que les falta oficio y ciertas motivaciones más altruistas —al menos en el discurso— que a sus odiados rivales políticos a quienes dicen “desenmascarar”.
En el caso de Mexicana de Aviación es patético ver cómo se atropellan los más elementales cánones de la discreción, la decencia, la legalidad, para evitar a toda costa que la empresa vuelva a operar, a pesar de sus comunicados donde juran que actúan “con respeto”. O existe una confusión respecto a lo que es el respeto o el encargado de prensa y sus jefes no saben uno lo que hacen los otros.
¡Qué lejos están aquellos días en que los secretarios y subsecretarios de Estado cabildeaban políticas públicas y no intereses particulares! Y qué lejos estamos también de una política pública encaminada a equilibrar a los “factores de la producción” (como solían llamárseles) y a hacer crecer los sectores en lugar de restringirlos y evitar con la miopía del burocratismo que se amplíen las posibilidades para todos.
Mientras el país entero reclama que se le dé atención al transporte aéreo; mientras Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) languidece sin recursos y en manos de personajes que ni dirigen ni administran; mientras la Dirección General de Aeronáutica Civil permanece acéfala porque nadie quiere cachar la papa caliente de las auditorías de la FAA y de la OACI que vendrán en los próximos meses; mientras el AICM es un desastre que sufre apagones y que no podrá pagar sus deudas; mientras el sector se le cae a pedazos al subsecretario en las manos, lo único que se les ocurre es estorbar el regreso de Mexicana desperdigando insidias aquí y allá, mostrando en privado con sus acciones lo que no se atreven a aceptar en público con sus palabras.
Expertos en modificar las realidades, hoy resulta que Aviacsa no voló porque su plan de negocios no era viable. Aún así, díganselo al subse, se le dio el Certificado de Operador Aéreo, ese que no quieren darle a Mexicana y cuéntenle cómo el encargado del AICM reventó la salida de esta aerolínea. Estas y otras acciones del género se han usado en el caso de Mexicana.
Qué pobreza de país, qué pequeños se ven estos actores frente a las necesidades de una nación que necesita líderes y no burócratas en busca de la próxima chamba.
¿Y así se atreven a pedirle a los mexicanos que refrenden con su voto este desastre? Bien saben que no será así y, por si acaso, hacen méritos para tener abrigo entre quienes creen proteger, aunque acaso los desenmascaradores de hoy serán los desenmascarados en el futuro próximo.
Todavía insinúan que algunos funcionarios podrían demandar al juez del Concurso Mercantil de Mexicana… ¡vaya, pues! Ahora resulta que quien hizo el quebranto y se llevó millones no es molestado ni con el susurro de una declaración filtrada, mientras que el juez que está buscando cumplir con lo que la ley le pide y ve la necesidad de proteger los derechos conculcados es puesto en tela de juicio. ¿Este es el país por que el que luchan y quieren el poder? No, gracias. Guárdenselo.
Lo oí en 123.45: Dicen que en el segundo semestre presentarán por fin la “política del sector aéreo” y entre otras cosas, la Comisión de Inversión Extranjera está “recomendando” que se abra del 25 al 49 el porcentaje de inversión externa en las líneas aéreas, digamos que para legalizar lo que hoy está en la zona gris. Síganle con las políticas “a modo”, ese es el país de “valores” que están creando
raviles_2@prodigy.net.mx
Rosario Avilés | Opinión 2012-03-20 | Hora de creación: 22:56:55| Ultima modificación: 00:01:25
Uno de los principales problemas de los gobiernos recientes es que creen que tener eso que llaman “disciplina fiscal” (que es, en sí, muy discutible) es hacer bien el trabajo económico y que eso es lo único que necesita este país. Si aplicar la receta que le dio a México el FMI hace más de 30 años es hacer bien las cosas, quiere decir que algo anda muy desfasado en la cabeza de los gobernantes.
Y el resultado está clarísimo: es cierto que la inflación se ha mantenido dentro de límites “aceptables” (para el “guru” FMI), pero la economía mexicana no crece a los niveles que requiere su población y cada día hay más desigualdad, menos oportunidades para los jóvenes y más desempleo, amén de que quienes están al mando del gobierno cada día tienen menos competencias para ello.
Lo de la disciplina fiscal también es discutible. El monto del presupuesto como proporción del PIB se ha mantenido “sano” (también según San FMI), pero la distribución de ese gasto es tan discrecional y su ejercicio es tan oscuro, que no soportaría la prueba de la revisión ni aunque compraran a los calificadores.
Pero aún más: el régimen panista ha ido mucho más lejos que su criticado PRI en cuanto a cinismo y corrupción. Además, como cerecita del pastel, no hay panista que no se sienta “puro” y no crea que el blanquiazul tenga una especie de “licencia” para hacer tropelías. Como diría un distinguido miembro del gabinete, hoy secretario de Estado cercano al jefe-jefe, “para combatir al PRI hay que usar las mismas armas” (quien esto escribe lo escuchó de viva voz y sin que el interfecto se ruborizara siquiera).
El asunto es que pueden tener las mismas mañas, pero parece ser que les falta oficio y ciertas motivaciones más altruistas —al menos en el discurso— que a sus odiados rivales políticos a quienes dicen “desenmascarar”.
En el caso de Mexicana de Aviación es patético ver cómo se atropellan los más elementales cánones de la discreción, la decencia, la legalidad, para evitar a toda costa que la empresa vuelva a operar, a pesar de sus comunicados donde juran que actúan “con respeto”. O existe una confusión respecto a lo que es el respeto o el encargado de prensa y sus jefes no saben uno lo que hacen los otros.
¡Qué lejos están aquellos días en que los secretarios y subsecretarios de Estado cabildeaban políticas públicas y no intereses particulares! Y qué lejos estamos también de una política pública encaminada a equilibrar a los “factores de la producción” (como solían llamárseles) y a hacer crecer los sectores en lugar de restringirlos y evitar con la miopía del burocratismo que se amplíen las posibilidades para todos.
Mientras el país entero reclama que se le dé atención al transporte aéreo; mientras Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) languidece sin recursos y en manos de personajes que ni dirigen ni administran; mientras la Dirección General de Aeronáutica Civil permanece acéfala porque nadie quiere cachar la papa caliente de las auditorías de la FAA y de la OACI que vendrán en los próximos meses; mientras el AICM es un desastre que sufre apagones y que no podrá pagar sus deudas; mientras el sector se le cae a pedazos al subsecretario en las manos, lo único que se les ocurre es estorbar el regreso de Mexicana desperdigando insidias aquí y allá, mostrando en privado con sus acciones lo que no se atreven a aceptar en público con sus palabras.
Expertos en modificar las realidades, hoy resulta que Aviacsa no voló porque su plan de negocios no era viable. Aún así, díganselo al subse, se le dio el Certificado de Operador Aéreo, ese que no quieren darle a Mexicana y cuéntenle cómo el encargado del AICM reventó la salida de esta aerolínea. Estas y otras acciones del género se han usado en el caso de Mexicana.
Qué pobreza de país, qué pequeños se ven estos actores frente a las necesidades de una nación que necesita líderes y no burócratas en busca de la próxima chamba.
¿Y así se atreven a pedirle a los mexicanos que refrenden con su voto este desastre? Bien saben que no será así y, por si acaso, hacen méritos para tener abrigo entre quienes creen proteger, aunque acaso los desenmascaradores de hoy serán los desenmascarados en el futuro próximo.
Todavía insinúan que algunos funcionarios podrían demandar al juez del Concurso Mercantil de Mexicana… ¡vaya, pues! Ahora resulta que quien hizo el quebranto y se llevó millones no es molestado ni con el susurro de una declaración filtrada, mientras que el juez que está buscando cumplir con lo que la ley le pide y ve la necesidad de proteger los derechos conculcados es puesto en tela de juicio. ¿Este es el país por que el que luchan y quieren el poder? No, gracias. Guárdenselo.
Lo oí en 123.45: Dicen que en el segundo semestre presentarán por fin la “política del sector aéreo” y entre otras cosas, la Comisión de Inversión Extranjera está “recomendando” que se abra del 25 al 49 el porcentaje de inversión externa en las líneas aéreas, digamos que para legalizar lo que hoy está en la zona gris. Síganle con las políticas “a modo”, ese es el país de “valores” que están creando
raviles_2@prodigy.net.mx