Jaime Alcántara
Costo beneficio en política o la moral de Molinar Horcasitas
Organización Editorial Mexicana
30 de agosto de 2011
Nuestro sincero pésame a las familias
que sufren, por la pérdida de sus seres queridos.
Todo empezó porque Moreira pidió más dinero para los estados. Del 20 al 30 por ciento de la recaudación que efectúa el Gobierno federal. Veamos. Los estados tienen entre un 5 y un 10 por ciento de todas las contribuciones de los mexicanos, la Federación capta el resto. Desde aquí, como en aquel viejo refrán: "el que reparte y comparte se queda con la mejor parte". Y el refrán, o la premisa, se confirma. Esto, de entrada, es un mal inicio. Ahora bien, de todo lo obtenido, a los estados sólo les dejan el 20, en tanto que a las arcas de Hacienda se va el 80, y eso cuando no hay elecciones. Y, a la petición de Moreira se soltó el vendaval.
Una noche, en una entrevista a modo, a Cordero, una periodista le preguntó sobre tal asunto. Ni tardo ni perezoso, como en el futbol, el candidato retrasado del PAN tiró el chutazo: como tú dices, los priístas quieren dinero a cambio de las reformas pendientes, pero no vamos a ceder al chantaje. Zas. Eso sin embargo no fue lo peor. En la misma estación, pero del día siguiente, otro conductor de noticiario entrevistó a Juan Molinar Horcasitas y, como decía la Sonora Santanera: vea usted lo que sucedió. Habló de deudas de los estados y de moral. Sí de la moral pública, de la moral particular, de la moral del árbol que da moras, de la moraleja, de la moratoria, de la morada de la que nunca debió haber salido, de... Para ello, echemos un vistazo rapidísimo a su pasado reciente. Molinar llegó al IFE como "ciudadano", para que el Organismo pudiera ser imparcial. No bien terminó el encargo cuando ya estaba dando muestras de lo que era en realidad: un panista con piel de cordero (no de Cordero). El asunto de moral no para allí. Con el tiempo y con los premios por su mejor disfraz, el hombre arribó al IMSS, con todo el conocimiento del caso (si pudo en el IFE, por qué no allí). Huero de ideas, de instrucción para el cargo, hizo lo primero que se le ocurrió: nombró a puros panistas de Delegados en los estados. Y, eso era lo importante. Por ello es culpable de lo que ocurrió en la guardería ABC. Si bien ya había una tendencia para eliminar a todos aquellos que no comulgaran con el PAN, él, si hubiese sido un poco de moral, tendría que haber escogido a la gente adecuada para el cargo. Porque no se trata de un asunto "normal". Bueno, cuando menos hubiera nombrado a servidores con sentido común. Y esto nos remonta a la vieja historia de don Jesús Silva Herzog en su "Breve Historia de la Revolución Mexicana", cuando los empresarios extranjeros reclutaban gente para el incipiente ferrocarril. Aquí lo mismo. Bastaba con que tuvieran la credencial albiazul para tener derecho de estar donde fuera (por ello estamos como estamos). Las consecuencias vendrían tarde o temprano. Y quién aplicaría las normas. Bah, eso es lo de menos, lo importante era tener operadores electorales en todos lados, sin importar las consecuencias. Una reflexión más. Cuando debieron haberlo echado a la calle, con responsabilidades civiles y penales, se cayó "para arriba": lo designaron como Secretario de Comunicaciones y Transportes y, fiel a su naturaleza y a su ignorancia en asuntos públicos, desgració las políticas en materia de telecomunicaciones y de transportes. Para lo último sólo hay que ver lo que pasa con Mexicana de Aviación. ¿Qué era de particulares? cierto, pero para ello estaba él. Aunque eso es pedirle peras al olmo.
Conclusión: ¿Tendrá derecho Molinar Horcasitas (como muchos otros panistas) a opinar sobre un asunto de moral pública? Claro que no puede uno estar de acuerdo en un sobreendeudamiento, pero, al final, es sólo eso: deuda. Y aquí viene una paradoja: ¿Esa deuda fue bien empleada y/o, el dinero puesto a disposición de la autoridad administrativa se gastó bien? El señor Moral, digo, el señor Molinar haría bien si hiciera un comparativo (aunque moralmente no esté capacitado) entre el dinero que ha tenido el Gobierno Federal y de la forma como lo ha gastado. Sólo un apunte para su ejercicio: nunca como ahora, porcentualmente hablando, Gobierno alguno ha tenido tanto dinero... De nada.
jaimealcantara2005@hotmail.com
Costo beneficio en política o la moral de Molinar Horcasitas
Organización Editorial Mexicana
30 de agosto de 2011
Nuestro sincero pésame a las familias
que sufren, por la pérdida de sus seres queridos.
Todo empezó porque Moreira pidió más dinero para los estados. Del 20 al 30 por ciento de la recaudación que efectúa el Gobierno federal. Veamos. Los estados tienen entre un 5 y un 10 por ciento de todas las contribuciones de los mexicanos, la Federación capta el resto. Desde aquí, como en aquel viejo refrán: "el que reparte y comparte se queda con la mejor parte". Y el refrán, o la premisa, se confirma. Esto, de entrada, es un mal inicio. Ahora bien, de todo lo obtenido, a los estados sólo les dejan el 20, en tanto que a las arcas de Hacienda se va el 80, y eso cuando no hay elecciones. Y, a la petición de Moreira se soltó el vendaval.
Una noche, en una entrevista a modo, a Cordero, una periodista le preguntó sobre tal asunto. Ni tardo ni perezoso, como en el futbol, el candidato retrasado del PAN tiró el chutazo: como tú dices, los priístas quieren dinero a cambio de las reformas pendientes, pero no vamos a ceder al chantaje. Zas. Eso sin embargo no fue lo peor. En la misma estación, pero del día siguiente, otro conductor de noticiario entrevistó a Juan Molinar Horcasitas y, como decía la Sonora Santanera: vea usted lo que sucedió. Habló de deudas de los estados y de moral. Sí de la moral pública, de la moral particular, de la moral del árbol que da moras, de la moraleja, de la moratoria, de la morada de la que nunca debió haber salido, de... Para ello, echemos un vistazo rapidísimo a su pasado reciente. Molinar llegó al IFE como "ciudadano", para que el Organismo pudiera ser imparcial. No bien terminó el encargo cuando ya estaba dando muestras de lo que era en realidad: un panista con piel de cordero (no de Cordero). El asunto de moral no para allí. Con el tiempo y con los premios por su mejor disfraz, el hombre arribó al IMSS, con todo el conocimiento del caso (si pudo en el IFE, por qué no allí). Huero de ideas, de instrucción para el cargo, hizo lo primero que se le ocurrió: nombró a puros panistas de Delegados en los estados. Y, eso era lo importante. Por ello es culpable de lo que ocurrió en la guardería ABC. Si bien ya había una tendencia para eliminar a todos aquellos que no comulgaran con el PAN, él, si hubiese sido un poco de moral, tendría que haber escogido a la gente adecuada para el cargo. Porque no se trata de un asunto "normal". Bueno, cuando menos hubiera nombrado a servidores con sentido común. Y esto nos remonta a la vieja historia de don Jesús Silva Herzog en su "Breve Historia de la Revolución Mexicana", cuando los empresarios extranjeros reclutaban gente para el incipiente ferrocarril. Aquí lo mismo. Bastaba con que tuvieran la credencial albiazul para tener derecho de estar donde fuera (por ello estamos como estamos). Las consecuencias vendrían tarde o temprano. Y quién aplicaría las normas. Bah, eso es lo de menos, lo importante era tener operadores electorales en todos lados, sin importar las consecuencias. Una reflexión más. Cuando debieron haberlo echado a la calle, con responsabilidades civiles y penales, se cayó "para arriba": lo designaron como Secretario de Comunicaciones y Transportes y, fiel a su naturaleza y a su ignorancia en asuntos públicos, desgració las políticas en materia de telecomunicaciones y de transportes. Para lo último sólo hay que ver lo que pasa con Mexicana de Aviación. ¿Qué era de particulares? cierto, pero para ello estaba él. Aunque eso es pedirle peras al olmo.
Conclusión: ¿Tendrá derecho Molinar Horcasitas (como muchos otros panistas) a opinar sobre un asunto de moral pública? Claro que no puede uno estar de acuerdo en un sobreendeudamiento, pero, al final, es sólo eso: deuda. Y aquí viene una paradoja: ¿Esa deuda fue bien empleada y/o, el dinero puesto a disposición de la autoridad administrativa se gastó bien? El señor Moral, digo, el señor Molinar haría bien si hiciera un comparativo (aunque moralmente no esté capacitado) entre el dinero que ha tenido el Gobierno Federal y de la forma como lo ha gastado. Sólo un apunte para su ejercicio: nunca como ahora, porcentualmente hablando, Gobierno alguno ha tenido tanto dinero... De nada.
jaimealcantara2005@hotmail.com