08 julio 2011

DEL CORREO DEL BLOG, AVISO IMPORTANTE

Albazo de SCT y Badín: enfilan Mexicana a ex socios españoles de Grupo Marsans
Así de desaseado y discrecional se ha venido manejando el equipo que encabeza Gerardo Badín desde que fue nombrado conciliador.
Darío Celis

 
 

“Abusados: hay un cuarto grupo y ése es el bueno”, filtró apenas antier Fernando Fernández de Córdova a uno de los inversionistas que semanas atrás viene trabajando en la acreditación de fondos para reestructurar financieramente a Mexicana.

Así de desaseado y discrecional se ha venido manejando el equipo que encabeza Gerardo Badín desde el día que fue nombrado conciliador, grupo que como le hemos narrado, está ligadísimo a la administración de Gastón Azcárraga.

Si tenía dudas de que Fernández, directivo de Shore, estaba fuera, pues ahí está la confirmación. Sigue cobrando con cargo a la caja de Mexicana, igual que Arturo Barahona y la gente de PC Capital, de Pablo Coballasi y Pablo Cervantes.

La filtración, de la que también habló Lizette Clavel, la todavía lideresa del sindicato de sobrecargos en la víspera al referirse a un “cuarto grupo”, se da a unas horas de que gobierno y conciliador anuncien un desenlace.

Ni Iván Barona, ni Avanza Capital, que representa Bernardo Castillo, ni TG Group, de Juan Carlos Torres, ni Altus Prot, de Francisco Lanz Duret Carreño sabían que Badín y compañía ya tienen un favorito, que no es ninguno de ellos.

Se trata de otro grupo español encajado en el sector hotelero y que mantiene vínculos con Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, fundadores del influyente Grupo Marsans, el cual vendieron en junio del año pasado.

El “bueno” al que se refería Fernández de Córdova, según trascendió, es el grupo Al Andalus Managment Hotels, dueño de la cadena Hosteltur Hotels & Resort, que opera 30 propiedades en España, Cuba, República Dominicana y México. Tiene su base en Palma de Mallorca y los hoteles de aquí los gestiona en Cancún y Manzanillo bajo los sellos de BlueBay. Su presidente es Jamal S. Iglesias, quien, de acuerdo con medios españoles, es prestanombres de Ferrán y Pascual.

Estos dos, fundadores de Marsans, se hicieron de Aerolíneas Argentinas de manera oficial en 2004, pero en 2008 el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se las expropió, por un desastroso manejo. Ferrán y Pascual fueron acusados de utilizar a Aerolíneas Argentinas para beneficiar a sus empresas. Marsans transfirió dinero, aviones y combustible a Air Comet y Air Comet Chile. (Cualquier parecido a Mexicana, Click y Link es casualidad).

El punto es que, de la nada, los administradores de Mexicana, al parecer, ya tomaron la decisión de asignar la empresa a este grupo español en sociedad en calidad de socio tecnólogo con la aerolínea canadiense Air Transat.

Air Transat fue traída por Arturo Barahona. Atiende 90 destinos en 25 países, incluido México. Llega a Acapulco, Cancún, Manzanillo y Puerto Vallarta. Opera con una flota Airbus A310 y A330, compatibles con los de Mexicana.

Quiebra culposa

En los recientes días la postura de Dionisio Pérez-Jácome y la SCT se ha venido relajando. De oponerse a casi todo hace dos semanas, del martes pasado a hoy, el subsecretario de Transporte prácticamente ha dicho sí a todo. ¿Por qué el súbito cambio de actitud de Felipe Duarte, funcionario que se ha empeñado en ver apilados en una mesa 250 millones de dólares de capital, que no deuda, para levantarle la mano a un grupo inversionista? Los voceros oficiales y oficiosos de Duarte y Pérez-Jácome han enviado el mensaje de que la quiebra es inminente, pero en la terna de Badín, Fernández y Barahona juran y perjuran que la empresa no quebrará. Vaya a saber usted cuál sea el desenlace, pero lo que es un hecho es que a nadie del gobierno de Felipe Calderón, pasando por Juan Molinar y Javier Lozano hasta Pérez-Jácome y el conciliador, le conviene una quiebra. Y es que un escenario extremo como tal generaría la furia de los trabajadores y sindicatos, pero también la de los acreedores y diputados y senadores que ya se frotan las manos por encontrar elementos de una quiebra fraudulenta-culposa.

Esta figura jurídica, que podría terminar decretando un juez, atribuiría al propio gobierno responsabilidad en la quiebra, en función de actos de omisión y opacidad en que podría incurrir por avalar la conducción que ha tenido el conciliador y su equipo.

Posadas controla

La primer pregunta que habría que hacerle a Pérez-Jácome, el subsecretario Duarte y también al titular del Trabajo, Lozano, es: ¿autorizaron o no la venta de acciones que de Mexicana tenía Posadas a Tenedora K? Si lo autorizaron, que expliquen las razones técnicas, económicas y morales que vieron en Tenedora K, representada ahora por el abogado Jorge Gastélum, para poner en sus manos cuatro concesiones federales. Si no lo autorizaron, entonces quiere decir que Posadas y la familia Azcárraga ¿siguen siendo los legítimos dueños de Mexicana, Click, Link y MRO (la base de mantenimiento)? Y si Posadas sigue siendo el dueño de Mexicana, ¿entonces se entiende el porqué de toda esta dilación de tiempo que ha realizado Gerardo Badín? ¿Se entiende que todo el equipo de Azcárraga se mantenga dentro de la empresa? Son solamente preguntas que Molinar, Pérez-Jácome, Duarte y el abogado de la SCT, Gerardo Sánchez Henkel, así como Clavel, Lozano y su representante-coordinador de asesores, Álvaro Castro, deben responder.

Ahora fraude fiscal

En esa tesitura los pilotos afiliados a ASPA presentarán el próximo lunes otra denuncia penal ante la procuradora federal, Marisela Morales, en contra de Azcárraga por presunta defraudación fiscal. El gremio que encabeza Fernando Perfecto acusa a la administración de Manuel Borja de no haber enterado al Servicio de Administración Tributaria el pago de aproximadamente 404 millones de pesos. De acuerdo con la denuncia, se dejaron de pagar al sistema que preside Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena el ISR derivado de salarios devengados.
2011-07-08 00:00:00