19 enero 2011

DEL CORREO DEL BLOG

A todos mis compañeros de Aeromexico:

En pasados días Patricia Benítez circuló un mail con el cual intenta, con una serie de infundios, dar al traste con el esfuerzo que la mayoría de los sobrecargos estamos haciendo para salvar a nuestro sindicato. Si más de 2200 votos a favor de la reforma estatutaria no es una abrumadora mayoría, entonces no sé qué pueda ser. Lo cierto es que aún falta dar el último estirón para demostrarle a esta persona y a su gente que los sobrecargos sí queremos que la ASSA continúe y que, de manera democrática tengamos la posibilidad de defender nuestros contratos, incluido el de Aeroméxico. ¿Ya sabes que Francisco Villarreal trabaja para Andrés Conesa? Es su asesor desde noviembre pasado en cuestiones laborales y resulta que Paco y PAtricia Benítez están trabajando patrocinados por la empresa AVSA para terminar con ASSA de México y poder contratar con cualquier otro sindicato. Miguel Ángel Yúdico (SNTTTASS) se frota las manos y atrabancado tiene reuniones con trabajadores de Click para aprovechar el momento de debilidad que se presentaría el 1 de febrero y detentar los contratos colectivos de ASSA. Estos dos personajes, de la mano literalmente, están ofreciendo al mejor postor a los sobrecargos de Aeroméxico, pues está demostrado que un recuento con los sobrecargos de otras empresas lo tienen perdido.

Con información falsa y mal intencionada han destruido la unidad interna de la asociación y han sembrado la semilla de la desconfianza. Esto ha permeado en la base de Aeroméxico a tal grado que los votos en contra de la reforma han venido en su mayoría de los sobrecargos de esta empresa. Los están engañando y los sobrecargos están cayendo en la trampa. La intención es dividir y partir al sindicato y quedarse con una base a modo para que la empresa pueda deshacerse de ASSA.  Me parece sumamente lamentable que un reducido grupo de alborotadores con unas trayectorias patéticas puedan tener tal influencia en los sobrecargos de Aeroméxico.

Nada se ha perdido aún y estamos a tiempo de salvar a nuestra Asociación. El día de hoy nos visitó Patricia Benítez a la ASSA y desafortunadamente se encerró en la Comisión de Vigilancia con Gabriela Garfias. No sé que estuvieron tramando pero hago una abierta denuncia de este hecho por cualquier problema que se pueda presentar. Wendy Perea no quiere firmar los padrones, el tiempo está encima y es necesario depositarlos ante el Registro de Asociaciones  –por cierto, el último padrón registrado con éxito data de 2008 y lo realizó Tzícuri, tal vez ahora nos demos cuenta por qué no hemos podido obtener las Tomas de Nota de los demás- este grupo está haciendo lo imposible por estorbar, sabotear y entorpecer los trabajos para la reforma estatutaria que nos puede asegurar la representación legal de la asociación. Con estas acciones están poniendo en riesgo a todos los sobrecargos, incluidos ellos, y resultaría ingenuo que no se dieran cuenta. Este es un plan bien estructurado para darle la puntilla a nuestra organización y vemos con tristeza que algunos sobrecargos están dispuestos a seguirles el juego. ¿Que no se han dado cuenta que la gran mayoría de los sobrecargos estamos luchando por la subsistencia de ASSA? Lo que necesitamos en estos momentos es sumar esfuerzos en torno a nuestra organización y no caer en los engaños de este par de infames exrepresentantes que ni tardos ni perezosos abrieron sus cartas y ya están públicamente bajo las órdenes y la cartera de Conesa. Este par ya ha dado antes de qué hablar, solo les recuerdo el caso de Patricia Benítez quien fuera encontrada sin pudor alguno transmitiendo por medio de su teléfono lo ocurrido en una asamblea de revisión de Aeroméxico hace algunos años, ventaneada in-fraganti por la misma empresa que la patrocina y fuera sancionada por traición por ese hecho. Me parece lamentable que tengamos tan corta memoria y que ahora le demos credibilidad a los infundios de este par de nefastos.

Qué tristeza me da el ver como un reducido grupo de alborotadores con argumentos nulos pueden hacer tanto daño a todo un gremio.