Capitanes. Reforma
Como si no fuera suficiente la incertidumbre por la falta de luz en el esperado regreso al aire de Mexicana, el gremio de los sobrecargos enfrenta un problema mayor.
A partir de hoy, Lizette Clavel hace un nuevo intento por sumar los votos que necesita para una reforma estatutaria y evitar que la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) que dirige, pierda la representación legal por no hacer las elecciones en tiempo y forma.
La líder lleva casi 2 meses intentando que mil 900 sobrecargos voten a favor de esta reforma, misma que le permitiría seguir unos meses más al frente del sindicato y organizar las elecciones para elegir a un nuevo dirigente.
El año pasado, algunos sobrecargos destituyeron a Clavel, quien finalmente demostró que dicho proceso fue ilegal. En ese inter hubo sindicalizados que tomaron posesión de sus cargos en el Comité Ejecutivo, pero la Secretaría del Trabajo, que comanda Javier Lozano, les negó la toma de nota por no cumplir con los procesos legales del caso.
Debido a ello, ahora sólo cinco de los 11 miembros que integran el Comité Ejecutivo de ASSA tienen toma de nota y para el 31 de enero sólo la conservarán tres personas.
Por lo pronto, Clavel ya reunió mil 600 de los mil 900 votos que necesita para hacer la reforma estatutaria. Hay otros 500 en contra. De seguirse posponiendo la reforma, y por lo tanto las elecciones, para el 1 de febrero la ASSA ya no tendrá representación sindical, pues termina la gestión de Clavel.
Como si no fuera suficiente la incertidumbre por la falta de luz en el esperado regreso al aire de Mexicana, el gremio de los sobrecargos enfrenta un problema mayor.
A partir de hoy, Lizette Clavel hace un nuevo intento por sumar los votos que necesita para una reforma estatutaria y evitar que la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) que dirige, pierda la representación legal por no hacer las elecciones en tiempo y forma.
La líder lleva casi 2 meses intentando que mil 900 sobrecargos voten a favor de esta reforma, misma que le permitiría seguir unos meses más al frente del sindicato y organizar las elecciones para elegir a un nuevo dirigente.
El año pasado, algunos sobrecargos destituyeron a Clavel, quien finalmente demostró que dicho proceso fue ilegal. En ese inter hubo sindicalizados que tomaron posesión de sus cargos en el Comité Ejecutivo, pero la Secretaría del Trabajo, que comanda Javier Lozano, les negó la toma de nota por no cumplir con los procesos legales del caso.
Debido a ello, ahora sólo cinco de los 11 miembros que integran el Comité Ejecutivo de ASSA tienen toma de nota y para el 31 de enero sólo la conservarán tres personas.
Por lo pronto, Clavel ya reunió mil 600 de los mil 900 votos que necesita para hacer la reforma estatutaria. Hay otros 500 en contra. De seguirse posponiendo la reforma, y por lo tanto las elecciones, para el 1 de febrero la ASSA ya no tendrá representación sindical, pues termina la gestión de Clavel.
