10 noviembre 2010

DEL CORREO DEL BLOG

Gran Angular
Raúl Rodríguez Cortés
10 de noviembre de 2010




No nos dejemos engañar, la diferencia entre los proyectos de los dos principales grupos de inversionistas que pretenden adquirir Mexicana de Aviación es clara: la de PC Capital tiene un costo fiscal, es decir, involucra dinero de todos nosotros; y la de TG Group no. Y vuelvo a preguntar: ¿por qué la que tiene un costo para el contribuyente es la que impulsan los secretarios del Trabajo, Javier Lozano, y de Comunicaciones, Juan Molinar?

Le contaba aquí en la entrega pasada que además de que la propuesta de PC Capital sólo rescata 20% de la planta laboral (contra 80% que rescata la de TG Group), recurre a la ubre presupuestal. ¿Cómo? Solicitando al Sistema de Administración Tributaria (SAT) diferir por siete años el pago del impuesto sobre la renta de las liquidaciones a los trabajadores (unos mil 200 millones de pesos), al Banco Nacional de Comercio Exterior la capitalización de los recursos que le adeuda Mexicana (unos mil millones de pesos) y a otras dependencias del gobierno federal diferir deudas acumuladas en la compra de combustible y servicios aeroportuarios.

PC Capital es una asesora de inversión dirigida por Pablo Coballasi, que respalda a un grupo de inversionistas representados por Arturo Barahona, quien fuera integrante del Consejo de Administración de Mexicana de Aviación y del que ayer se supo (de acuerdo con CNN Expansión, que citó como fuente un informe entregado a la Bolsa Mexicana de Valores) que fue despedido como director general de Alesa, el mayor operador de restaurantes y cafeterías de América, ya que desde que estuvo al frente del corporativo (de 2008 a la fecha) reportó una caída de 28% en sus ganancias.

Barahona representa a un grupo de inversionistas que incluye a algunos de los socios salientes de Ixe (banco que será adquirido por Banorte) como Iñaqui de Abiega. Por eso resulta sospechoso, por decir lo menos, saber que gran parte de la inversión que pretende hacer en la compra de Mexicana saldrá de los “fideicomisos congelados del boletaje”. Dichos fideicomisos los conformó y congeló Banorte como garantía del préstamo que le hizo a la aerolínea por 2 mil millones de pesos, meses antes de que estallara su crisis financiera.

El secretario Molinar se sumó ayer (como el viernes Lozano) a la propuesta de PC Capital. Dice que es la más viable porque se ocupa de los adeudos de la aerolínea. Claro, es la propuesta que más le conviene a los acreedores. No es la que más conviene a la soberanía aeronáutica del país, no es la que más le conviene a los trabajadores. Es la que más conviene a Banorte. Por eso la pregunta ¿es otro salvamento con recursos fiscales, con recursos públicos?

De los sindicatos, el de trabajadores de tierra es el que está abiertamente a favor de la otra propuesta, la de TG Group, un grupo de inversionistas mexicanos que incluye, entre otros, a Juan Carlos Torres, concesionario de gasolinerías y transportista de hidrocarburos; a Juan Pablo Vega, dueño de barcos de carga, y a José Manuel Vázquez, del sector inmobiliario.

Los pilotos liderados por Fernando Perfecto y los sobrecargos por Lizette Clavel han mantenido posiciones ambiguas pero más cercanas a las de PC Capital. Clavel, por cierto, muy cercana a los intereses de Lozano Alarcón, según aseguran algunos de los agremiados. Pero al interior de ese gremio crece la disidencia respecto a su lideresa y así quedó constatado anoche al reventar la asamblea a la que había convocado para plantear la propuesta de PC Capital que fue abiertamente repudiada. La decisión final no puede aguardar más, pues si Mexicana no levanta el vuelo de cara a la ya cercana temporada alta de fin de año, irá directo a la quiebra.