Opinión de
Despegues y aterrizajes(Rosario Avilés | )
¿Es negocio la aviación?
Rosario Avilés | Opinión
Martes 1 de Sep., 2009 | Hora de modificación: 01:49
Mientras Aviacsa sigue en el banquillo de los acusados preparando una salida digna para no dejarse vencer por la inquina desatada en su contra; Aeroméxico y Mexicana tratan de solventar el predicamento en el que las han puesto los nuevos funcionarios de la SCT que les exigen una fusión apresurada y con fines de adelgazamiento. La aviación mexicana, en tanto, languidece como tantas otras actividades económicas del país mientras pagamos la enésima novatada del siglo XXI.
Gustavo García, eminente consultor de la industria del transporte aéreo que nos deleita a veces con sus artículos sobre el sector, cita a Warren Buffet, quien solía decir que si un verdadero capitalista hubiera estado presente el 3 de diciembre de 1903 en Kitty Hawk seguramente habría disparado un tiro sobre Wilbur y Orville Wright para evitar que la actividad económica que hoy llamamos aviación pusiera tan en jaque a la economía mundial.
Después del 11 de septiembre de 2001 hemos visto muchas confirmaciones de este augurio y sólo para ilustrarlo, el mismo Gustavo nos cuenta que desde el año 2000 para acá las empresas aéreas en el mundo han perdido más de 37 mil millones de dólares: Sólo en un ejercicio anual, el del 2007, ha registrado ganancias pero éstas representaron apenas el 1 por ciento de sus ventas. Es decir, un desastre que, sin embargo, representa para los países del orbe una inversión más allá de la torpe visión de los improvisados.
¿Cómo entender que los países ricos y no tan ricos inviertan en algo como la aviación? La respuesta está en lo que la aviación hace por esos países y en lo que implica para la competitividad de las economías del mundo que, evangelios neoliberales aparte, usan al transporte aéreo como un arma para conquistar mercados y turistas.
Para una economía como la mexicana ha resultado fatal el hecho de que cada vez que hay un cambio de funcionarios, especialmente en los últimos 10 años, haya que volver a empezar y replantear desde por qué un aeropuerto no puede construirse sobre el vaso regulador del Valle de México, hasta que nuestras empresas aéreas pueden ser un instrumento para llevar desarrollo a zonas marginadas y divisas a nuestras gastadas arcas nacionales.
De acuerdo con lo que dice IATA, las cifras para julio en la demanda de pasajeros son un poco menos alarmantes que las presentadas en junio y en general en los primeros siete meses del año. Así, en julio la demanda sólo cayó 2.9 por ciento, frente a un promedio de reducción del 6.8 por ciento. La carga "sólo" se redujo en un 11.3 por ciento, que si comparamos con más del 20 por ciento que estaba cayendo en los meses precedentes es considerado una mejoría.
La misma asociación comenta que justamente Latinoamérica es la única región que presentó un empeoramiento en sus niveles en el mes de julio, ya que aunque la estabilidad todavía no llega (ni menos la reversión de la tendencia) en ninguna parte del planeta, es en estos lares donde las cosas no parecen componerse.
Aun así, es claro que los países no piensan —ni de broma— en deshacerse de sus aerolíneas que tanto esfuerzo ha costado ir construyendo para cambiarlas por nuevas, sino que están mirando hacia el futuro para hacer de esta crisis una oportunidad de crecimiento.
Como no tenemos claridad acerca de lo que decidirá la actual administración, es preciso dirigirse a los nuevos diputados para que —al menos— impidan que nuestras actividades importantes sean rematadas al mejor postor. De algo debe servir el contrapeso que significa el Legislativo ante tanta improvisación.
Lo oí en 123.45: No llegaron a ningún acuerdo Mexicana de Aviación (que pretendía despedir decenas de pilotos) y la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores. Curiosamente, una vez que no se logró refrendar el convenio que modificaba el contrato colectivo, Mexicana dejó de necesitar el recorte. Qué cosas, ¿verdad?
raviles_2@prodigy.net.mx
Despegues y aterrizajes(Rosario Avilés | )
¿Es negocio la aviación?
Rosario Avilés | Opinión
Martes 1 de Sep., 2009 | Hora de modificación: 01:49
Mientras Aviacsa sigue en el banquillo de los acusados preparando una salida digna para no dejarse vencer por la inquina desatada en su contra; Aeroméxico y Mexicana tratan de solventar el predicamento en el que las han puesto los nuevos funcionarios de la SCT que les exigen una fusión apresurada y con fines de adelgazamiento. La aviación mexicana, en tanto, languidece como tantas otras actividades económicas del país mientras pagamos la enésima novatada del siglo XXI.
Gustavo García, eminente consultor de la industria del transporte aéreo que nos deleita a veces con sus artículos sobre el sector, cita a Warren Buffet, quien solía decir que si un verdadero capitalista hubiera estado presente el 3 de diciembre de 1903 en Kitty Hawk seguramente habría disparado un tiro sobre Wilbur y Orville Wright para evitar que la actividad económica que hoy llamamos aviación pusiera tan en jaque a la economía mundial.
Después del 11 de septiembre de 2001 hemos visto muchas confirmaciones de este augurio y sólo para ilustrarlo, el mismo Gustavo nos cuenta que desde el año 2000 para acá las empresas aéreas en el mundo han perdido más de 37 mil millones de dólares: Sólo en un ejercicio anual, el del 2007, ha registrado ganancias pero éstas representaron apenas el 1 por ciento de sus ventas. Es decir, un desastre que, sin embargo, representa para los países del orbe una inversión más allá de la torpe visión de los improvisados.
¿Cómo entender que los países ricos y no tan ricos inviertan en algo como la aviación? La respuesta está en lo que la aviación hace por esos países y en lo que implica para la competitividad de las economías del mundo que, evangelios neoliberales aparte, usan al transporte aéreo como un arma para conquistar mercados y turistas.
Para una economía como la mexicana ha resultado fatal el hecho de que cada vez que hay un cambio de funcionarios, especialmente en los últimos 10 años, haya que volver a empezar y replantear desde por qué un aeropuerto no puede construirse sobre el vaso regulador del Valle de México, hasta que nuestras empresas aéreas pueden ser un instrumento para llevar desarrollo a zonas marginadas y divisas a nuestras gastadas arcas nacionales.
De acuerdo con lo que dice IATA, las cifras para julio en la demanda de pasajeros son un poco menos alarmantes que las presentadas en junio y en general en los primeros siete meses del año. Así, en julio la demanda sólo cayó 2.9 por ciento, frente a un promedio de reducción del 6.8 por ciento. La carga "sólo" se redujo en un 11.3 por ciento, que si comparamos con más del 20 por ciento que estaba cayendo en los meses precedentes es considerado una mejoría.
La misma asociación comenta que justamente Latinoamérica es la única región que presentó un empeoramiento en sus niveles en el mes de julio, ya que aunque la estabilidad todavía no llega (ni menos la reversión de la tendencia) en ninguna parte del planeta, es en estos lares donde las cosas no parecen componerse.
Aun así, es claro que los países no piensan —ni de broma— en deshacerse de sus aerolíneas que tanto esfuerzo ha costado ir construyendo para cambiarlas por nuevas, sino que están mirando hacia el futuro para hacer de esta crisis una oportunidad de crecimiento.
Como no tenemos claridad acerca de lo que decidirá la actual administración, es preciso dirigirse a los nuevos diputados para que —al menos— impidan que nuestras actividades importantes sean rematadas al mejor postor. De algo debe servir el contrapeso que significa el Legislativo ante tanta improvisación.
Lo oí en 123.45: No llegaron a ningún acuerdo Mexicana de Aviación (que pretendía despedir decenas de pilotos) y la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores. Curiosamente, una vez que no se logró refrendar el convenio que modificaba el contrato colectivo, Mexicana dejó de necesitar el recorte. Qué cosas, ¿verdad?
raviles_2@prodigy.net.mx