10 diciembre 2007

LAS NOTAS DE HOY

10-Dic-2007
Personajes de renombre
David Páramo
Esta semana será nuevamente de tensión para los sobrecargos de Mexicana, pues se espera que antes del viernes se dé a conocer el fallo definitivo sobre el juicio de amparo que sostienen en contra del laudo de la JFCA, según el cual ven recortadas sus percepciones.


No es cierto, como dicen algunos mentirosos de esa organización sindical, que el que les hayan dado una suspensión definitiva en torno al pago de sueldos hasta que se llegue al fondo del juicio les da alguna ventaja. Sólo se ordenó que las cosas se mantuvieran como estaban.

Tampoco es cierto que exista una negociación “en lo oscurito” en la que participan la empresa, la dirigencia sindical y la Secretaría del Trabajo, para “vender” el contrato colectivo. Manuel Borja Chico ha sido particularmente claro al exponer que ellos están dispuestos a cualquier clase de diálogo, pues, más allá de esta resolución judicial, ellos tienen un vínculo laboral que, esperan, sea de largo plazo.
Autoridades pidieron las bajas por maltrato, abuso y robo a usuarios, según datos oficiales


Cesados en el aeropuerto, mil 111 vigilantes de Eulen por anomalías

Pese a quejas e irregularidades, la firma logró renovar el mes pasado el contrato de vigilancia

Constantes denuncias desde 2004, cuando personal de la compañía comenzó a laborar en el sitio
Gustavo Castillo y Gabriel León
De diciembre de 2006 a noviembre de este año, autoridades del aeropuerto capitalino solicitaron dar de baja a mil 111 elementos de la empresa de seguridad privada Eulen, debido a que han incurrido en malos tratos, abusos y robo a usuarios, revelan informes del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM).


La compañía española tiene un contrato que le permite desplegar 903 elementos, divididos en tres turnos, en la llamada terminal uno del aeropuerto, considerada la más importante de Latinoamérica, pero el número de agentes aumentará en 2008.

El incremento se realizará a pesar de que Eulen ha tenido que cambiar más de ciento por ciento del personal que este año debía laborar en el aeropuerto; es decir, cada día fueron suspendidos 3.3 empleados de esa firma.

Durante el fin de semana se buscó entrevistar a directivos de la empresa que acuden todos los días al aeropuerto para supervisar a sus empleados, pero se negaron a opinar sobre las anomalías que se han denunciado y las sanciones que se han impuesto.

A pesar de que entre las funciones de los vigilantes de Eulen no se encuentra la revisión de documentos a viajeros en áreas consideradas “estériles” –como salas de última espera, pasillos de traslado entre una sala y otra y zonas de recepción de equipaje–, se han recibido quejas de usuarios en ese sentido.

Los únicos facultados para esas revisiones son los agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP).

El personal de Eulen tiene la obligación de revisar que los pasajeros lleven consigo sus pases de abordar y sus identificaciones antes de ingresar a las salas de última espera y en general a dichas zonas “estériles”; la revisión manual del equipaje de mano y el que se documenta en cada aerolínea, así como la vigilancia en las zonas de acceso en las que se encuentran instalados equipos de rayos equis, bajo la supervisión de personal de la PFP.

Los ceses de personal de Eulen por malos tratos, robo y pérdida de confianza no son nuevos: desde 2004, cuando se inició su participación como parte del equipo de seguridad del aeropuerto, ha habido múltiples denuncias al respecto.

A pesar de las quejas y los movimientos de personal, la firma de seguridad ha logrado mantener su contrato con el aeropuerto. De hecho, el pasado 1° de noviembre se le renovó el convenio dos años más, por un monto de 317 millones 999 mil pesos.

Del total de personal contratado, a partir del primero de enero de 2008 se destinarán a la terminal dos 120 elementos por cada uno de los tres turnos de labores.

De 2003 a 2006 el aeropuerto contrató los servicios de seis empresas de seguridad para fortalecer la vigilancia. En ese periodo, según registros de las autoridades aeroportuarias, fueron despedidos 331 uniformados por pérdida de confianza y sustracción de objetos.

En el mismo lapso el primer lugar en quejas lo ocupaban los policías auxiliares de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, con 154 sancionados, y el segundo sitio Eulen, con 90 elementos dados de baja.

Sin embargo, el personal de Eulen fue el que tuvo mayor número de denuncias de tipo penal ante las autoridades competentes, sobre todo por la comisión del delito de robo.

Los elementos de Eulen están a cargo de la revisión personal de más de 20 millones de viajeros nacionales e internacionales que se movilizan anualmente en el sitio.

En Europa, Grupo Eulen tiene presencia en España y Portugal, mientras en América presta sus servicios en Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay, además de México.

Pérez Motta, a favor de reformar la Ley de Aeropuertos
Miriam Posada García


El presidente de la Comisión Federal de Competencia (CFC), Eduardo Pérez Motta, envió a la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados una opinión favorable sobre la iniciativa de reformas a la Ley de Aeropuertos, por considerar que es indispensable que en México haya una regulación tarifaria basada en criterios de eficiencia económica de los servicios aeroportuarios, así como la creación de un organismo regulador para que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) deje de ser juez y parte en este negocio.

En un documento enviado a Rubén Aguilar, presidente de la Comisión de Transporte, Pérez Motta señaló que la iniciativa presentada por el diputado Cuauhtémoc Velasco es positiva, debido a que se orienta a promover servicios aeroportuarios más eficientes y competitivos.
Consideró que busca atender problemas detectados por la CFC, como la ausencia de criterios de eficiencia económica en las bases de regulación tarifaria, la inexistencia de un regulador independiente, así como la ineficiencia en la asignación de horarios en aeropuertos saturados.
Añadió que el criterio de adjudicación de licitaciones y de regulación creó tarifas artificialmente altas de los servicios aeroportuarios; observó que se regulan los ingresos de los servicios aeroportuarios, pero se excluyen los de las actividades comerciales, aunque son parte del mismo negocio.